Brasileños estremecidos y ante gran duda
Sangriento atentado contra Jair Bolsonaro abre incertidumbre con electorado flotante; mañana aparece la primera encuesta.
Por segunda vez, todo vuelve a cambiar en las elecciones presidenciales de Brasil, tras la puñalada que recibió el jueves, el candidato ultraderechista Jair Bolsonaro, que lo situó en riesgo de perder la vida. Mientras el legislador y militar retirado se recupera en el hospital, su fuerza política se prepara para explotar al límite toda ventaja que pueda sacar, debido a la ideología de izquierda del agresor. Los otros candidatos analizan la situación y buscan una nueva definición para sus campañas.
Después que el Tribunal Superior Electoral (TSE) determinó que Luiz Inácio Lula da Silva no puede ser candidato, debido a que fue condenado en segunda instancia, y eso lo inhabilita, de acuerdo con lo que indica la ley, Bolsonaro, de 63 años, candidato del Partido Social Liberal, pasó a encabezar las encuestas de intención de voto con 20%.
¿Qué panorama electoral se presenta después del ataque criminal? Es el gran interrogante que todos intentan responder.
Dudas.
"El ambiente es absolutamente fluido y las consecuencias del atentado pueden tener las más variadas derivaciones", señala la periodista Míriam Leitão, en su columna del diario O Globo. "Un mes antes de las elecciones (están convocadas para el 7 de octubre) el tiempo es fluido en Brasil. La situación de Bolsonaro, antes de viajar a Juiz de Fora (el lugar del atentado) era la de quien lidera las elecciones sin Lula, pero también había registrado un aumento del rechazo y aparecía perdiendo en segunda vuelta con Marina Silva (60 años, ex ministra de Medio Ambiente del gobierno de Lula, candidata de Rede Sustentabilidade), Geraldo Alckmin (65 años, ex gobernador de São Paulo, candidato del Partido de la Social Democracia Brasileña)) o Ciro Gomes (60 años, ex ministro de Hacienda y de Integración Nacional de 2003 a 2006, candidato del Partido Democrático Trabalhista). Ahora, todo depende de los próximos movimientos de cada uno de los actores de esta campaña".
Agrega que mañana lunes "Datafolha podrá mostrar la reacción del electorado en las primeras horas siguientes al atentado. La encuesta es preciosa como una instantánea. El martes, el Partido de los Trabajadores (PT) anunciará su fórmula. Lo que el candidato oficial a vice, Fernando Haddad (55, años, académico, ex ministro de Educación de los gobiernos del PT y alcalde de São Paulo) dijo a Globonews, fue que él puede ser el vice de Lula, pero de nadie más. Eso dejó implícito que si en el PT fuera vencedora otra corriente que no lo apoye mayoritariamente a él, —ya sea consagrando a la jefa de bancada, la senadora Gleisi Hoffmann, o al dirigente Jacques Wagner— la vice será Manuela DAvila (36 años, periodista, miembro del Partido Comunista, diputada regional por Río Grande do Sul)".
Leitão señala que en un panorama de incertidumbre como el actual, y con la posibilidad de dispersión de los votantes de Lula entre Alckmin y Haddad, "nunca fueron tantos los ciudadanos flotantes e indecisos ni tan determinantes como en estas elecciones".
El general Hamilton Mourão, uno de los principales dirigentes del PSL, "define a Bolsonaro como víctima de un delito político, de un atentado contra el Estado", indica Leitão. "La duda radica en si la campaña lo presentará como la víctima vengadora, en una guerra santa con los enemigos, o si habrá un cambio en el discurso para atraer más seguidores para su grupo. El gran desafío de todo candidato, sea de derecha o de izquierda, es captar las parcelas más al centro. Lula lo consiguió en 2002 y comenzó su escalada de popularidad. En la encuesta de Ibope, el rechazo a Bolsonado había subido de 37% en agostro a 44% en septiembre. En la intención de voto, él siempre osciló entre 20% y 22%, pero el porcentaje de quienes estiman que va a ganar subió de 37% a 38%". Añade que "el sociólogo Zygmunt Bauman, estima que vivimos en una era de incertidumbre y falta de referencias, de relaciones fluidas, volátiles. que se escurren entre los dedos. En estos tiempos, a un mes de una elección dramática, con un candidato en el CTI, después de un atentado y otro impugnado, pero dirigiendo la campaña desde la cárcel, nunca resultó tan verdadera la frase todo puede ocurrir, El voto flotante puede ser atraído por cualquiera de los candidatos".
Opiniones diversas.
El incierto escenario electoral abre el camino a diversidad de opiniones. Diferentes analistas políticos y financieros, estiman que el atentado aumentará la intención de voto del polémico Bolsonaro en un primer momento, ya que atraerá apoyos por solidaridad o empatía, y puede reducir el rechazo récord que tiene el ultraderechista y que, según los sondeos, por ahora le hace inviable una victoria en segunda vuelta.
"Aunque sea difícil prever lo que ocurrirá, es plausible que la breve ventana de racionalidad abierta por el aumento del rechazo a Bolsonaro se cierre con la natural simpatía que toda víctima produce", reconoce André Singer, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de São Paulo (USP) y que fue portavoz en el Gobierno de Lula.
"Es normal que se produzcan actos de solidaridad para con la víctima y eso puede resultar en el aumento de su intención de voto y en las posibilidades de vencer en las elecciones", según la asesora financiera de la firma FB Wealth, Daniela Casabona.
Mauro Paulino, especialista en demoscopia y director de la encuestadora Datafolha, admitió que un hecho como el ocurrido "toca directamente la emoción de los electores" y beneficia a la víctima. Paulino mencionó como ejemplo la muerte del entonces candidato socialista Eduardo Campos en un accidente aéreo a pocas semanas de las presidenciales de 2014 y su sustitución por quien era su compañera de fórmula Marina Silva."Fue en un momento semejante y lo que se vio fue que, pese a que Campos tenía un 14 % de intención antes del accidente, Marina Silva comenzó con un favoritismo del 21% en la primera encuesta tras el accidente y en la segunda ya tenía un 31%", explicó.
Por su parte, Singer indicó que "pese a que no tenía contenido político, el dramático gesto de Adelio Bispo de Oliveira (el agresor) cambiará el rumbo de la campaña".
El profesor de Gestión de Políticas Públicas de USP, Pablo Ortellado, dijo a O Globo que "el atentado no va a servir para desmontar el discurso en favor de las armas de Bolsonaro (dice que todo ciudadanos de bien tiene derecho a llevar armas), justamente porque, ahora, él está en posición de víctima y tiene la oportunidad de dar nuevo vigor a su campaña. El problema no es más la polarización, sino la violencia política, Los otros candidatos deben solidarizarse con Bolsonaro en nombre de la pacificación. Una cosa es una elección reñida y otra con violencia".
El Partido de los Trabajadores se quedó sin candidato, Lula. Por tanto, la fuerza política principal de la izquierda de Brasil, decidirá mañana martes, quién encabezará la fórmula presidencial. El favorito es Fernando Haddad, el compañero de Lula en la fórmula. Tiene intención de voto de solo 10%. Pero, existen opciones con Gleisi Hoffman y Jacques Wagner. En cualquier caso, la candidata a vice es Manuela DAvila, del Partido Comunista. Haddad solo era vice con Lula.
El candidato estará presente en Internet y redes
"Estoy bien y recuperándome", indicó ayer Jair Bolsonaro en un mensaje desde el Hospital Albert Einsetin de São Paulo, uno de los más prestigiosos de Brasil. Sigue en el CTI, "en buenas condiciones cardiovasculares y pulmonares, sin fiebre u otros signos de infección", indicó, a su vez, el primer parte médico emitido por el hopsital.
Mientras, Flávio y Eduardo, dos de los cinco hijos del candidato, tomaron las riendas de la campaña, se han convertido en voceros y multiplican su presencia en actos públicos. Bolsonaro "se está recuperando, probablemente ya no pueda ir a las calles en esta campaña, pero nosotros podemos", manifestó a los medios de comunicación Flávio, diputado de la asamblea del Estado de Rio de Janeiro y candidato al Senado federal en las elecciones presidenciales y legislativas de octubre.
En una foto publicada en Twitter por Flávio, Bolsonaro aparece sentado en una butaca del hospital, con una sonda respiratoria, imitando un arma con ambas manos, en un gesto que durante la campaña ya había levantado polémicas. "Mi padre sigue mejorando y empezó la fisioterapia. Muchas gracias a todos por la fuerza y las oraciones", escribió. El Albert Einstein se transformará al menos durante diez días en cuartel de campaña.
"La agenda se cumplirá por internet y con videos [de Bolsonaro]. Él es insustituible", dijo el presidente del Partido Social Liberal, Gustavo Bebianno, al diario O Globo.