EFE, AFP
El presidente estadounidense, Joe Biden, advirtió ayer jueves al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que el apoyo de Estados Unidos a la guerra en la Franja de Gaza podría cambiar si no toma acciones “concretas” para minimizar el daño a civiles y garantizar la seguridad de los trabajadores humanitarios. En este contexto de tensión con Estados Unidos, el primer ministro puso a Israel en alerta máxima ante la amenaza por una posible represalia de Irán tras el ataque atribuido al Ejército israelí contra el consulado iraní en Damasco el lunes, que mató a trece personas.
“A quien nos haga daño, le haremos daño”, dijo ayer Netanyahu, que en una forma velada admitió el ataque del Estado judío contra el consulado iraní, en paralelo a la guerra que libra en la Franja de Gaza.
“Sabremos cómo defendernos y actuaremos en consecuencia”, afirmó el primer ministro al inicio de una reunión del gabinete de guerra.
Advertencia simbólica
La llamada telefónica entre Biden y Netanyahu, que duró unos 30 minutos, fue el primer contacto directo entre los dos líderes desde el ataque que el 1 de abril acabó con la vida de siete cooperantes de World Central Kitchen (WCK), la ONG fundada por el chef español José Andrés.
Según indicó la Casa Blanca en un comunicado, Biden aprovechó la llamada para pedir a Netanyahu que anuncie e implemente “una serie de pasos específicos, concretos y medibles para abordar el daño a civiles, el sufrimiento humanitario y la seguridad de los trabajadores de ayuda”.
A continuación, advirtió de que la futura política de su Gobierno con respecto a Gaza “dependerá” de las acciones que Israel tome para cumplir con esas peticiones.
En un tono similar, el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, dijo ayer en una rueda de prensa en Bruselas que Washington modificará sus políticas hacia Israel si no hay cambios en la estrategia militar israelí en la Franja de Gaza, donde han muerto más de 33.000 personas según el balance del ministerio de Sanidad gazatí.
“Los resultados sobre el terreno son lamentablemente insuficientes e inaceptables”, aseguró Blinken, que se refirió a que el 100% de la población de Gaza sufre inseguridad alimentaria y necesita ayuda humanitaria.
“Y quienes trabajan heroicamente para prestar esa asistencia lo hacen poniendo en gran peligro sus propias vidas. El horrible atentado de esta semana contra la WCK no ha sido el primer incidente de este tipo. Debe ser el último”, enfatizó. “Si no vemos los cambios que tenemos que ver, habrá cambios en nuestra política”, insistió.
No se ha establecido una fecha límite para que Netanyahu implemente lo solicitado, pero John Kirby, uno de los portavoces de la Casa Blanca, dijo que Estados Unidos espera ver cambios en un plazo de “horas” o “días”.
Ni la Casa Blanca ni el Departamento de Estado han detallado qué acciones concretas debe tomar Israel para que Estados Unidos continúe brindando su apoyo.
La decisión de Biden de condicionar su apoyo a Israel a cambios sobre el terreno supone un giro en la política mantenida desde el inicio de la guerra.
No obstante, esta variación es meramente simbólica y se limita al plano diplomático, puesto que por ahora, Biden no ha puesto sobre la mesa el que sería el mayor elemento de presión: la restricción o el condicionamiento de la ayuda militar que Estados Unidos envía a Israel.
En suma, las quejas de Biden no van acompañadas de medidas concretas. Señal de que todo sigue igual, el gobierno de Biden aprobó la transferencia de miles de bombas más a Israel el mismo día del ataque que mató a los cooperantes, informó ayer jueves The Washington Post.
Muchos demócratas temen que esta situación perjudique las posibilidades de reelección de Biden en las presidenciales de noviembre contra el republicano Donald Trump, ante la indignación de los votantes musulmanes y muchos jóvenes.
“Hasta que no haya consecuencias sustanciales, esta indignación no sirve de nada. A Bibi (Netanyahu) obviamente no le importa lo que diga Estados Unidos, sino lo que haga”, afirmó Ben Rhodes, un exasesor del expresidente Barack Obama, en la red social X.
Durante la llamada, Biden trasladó a Netanyahu la necesidad “esencial” de alcanzar un alto el fuego para mejorar la situación humanitaria en el enclave y le urgió a dar poder a sus negociadores para concluir “sin demora” un acuerdo que permita la liberación de los rehenes israelíes.
Otras medidas que podría tomar Israel incluyen la reducción de la violencia contra civiles y cooperantes, así como la apertura de nuevos cruces terrestres para que pueda ingresar la ayuda humanitaria en la Franja, detalló Kirby.
Tensión
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, hablaron por última vez el 18 de marzo, en un contexto ya difícil debido a la degradación de la situación humanitaria en la Franja de Gaza. Las relaciones entre los dos aliados se tensaron desde que Washington permitió el voto en el Consejo de Seguridad de la ONU a finales de marzo de una resolución a un “alto el fuego inmediato”, que, no obstante, todavía no ha tenido efecto en el terreno.
WCK exige una investigación independiente del bombardeo
La ONG World Central Kitchen (WCK), fundada por el chef español José Andrés, pidió una investigación independiente sobre los ataques israelíes que acabaron con la vida de siete de sus cooperantes en Gaza. “Hemos pedido a los gobiernos de Australia, Canadá, Estados Unidos, Polonia y el Reino Unido que se unan a nosotros para exigir una investigación independiente” sobre estos ataques, anunció la organización en X. La ONG pide que se esclarezca si estos ataques “se llevaron a cabo intencionalmente o si violaron de alguna manera el derecho internacional”. WCK recordó en su nota que el pasado 1 de abril “las Fuerzas de Defensa de Israel mataron a siete trabajadores de ayuda humanitaria empleados por la ONG”. La organización cree que “este fue un ataque militar que implicó múltiples ataques y tuvo como objetivo tres vehículos de WCK. Los tres vehículos transportaban civiles; estaban marcados como vehículos WCK; y sus movimientos cumplían plenamente con las autoridades israelíes, quienes conocían su itinerario, ruta y misión humanitaria”, detallaron. “Una investigación independiente es la única manera de determinar la verdad de lo sucedido, garantizar la transparencia y la rendición de cuentas de los responsables”, concluyen.
Israel en alerta ante Irán
El portavoz del Ejército israelí, Daniel Hagari, afirmó ayer que está en “alerta máxima” y que sus tropas están desplegadas en todas las fronteras listas para “una variedad de escenarios”, ante la amenaza de Irán que podría tomar represalias tras el ataque del lunes en su consulado de Damasco, que mató a trece personas, entre ellas siete guardias revolucionarios iraníes. “En los últimos seis meses hemos estado en una guerra en múltiples frentes. Estamos en alerta máxima en todos los ámbitos. Estamos observando las amenazas y frustrándolas todo el tiempo, en varios frentes, y estamos en un alto nivel de preparación para la defensa y el ataque”, aseveró en rueda de prensa. Hagari explicó que han reforzado el estado de alerta en todas las unidades de combate, en los sistemas de defensa aérea y que lo aviones están “preparados para la defensa y el ataque”. El Ejército israelí suspendió los permisos de vacaciones a todas las tropas “tras una nueva evaluación de seguridad”, el mismo argumento con el que ayer incrementó el personal y número de reservistas que sirven en las fuerzas aéreas, en “alerta máxima” ante la posibilidad de ataques con misiles o drones de Irán. El presidente de Irán, Ibrahim Raisi, lanzó el miércoles una grave amenaza a Israel: “El ataque no quedará sin respuesta. Los sionistas deben saber que nunca lograrán sus malvados objetivos mediante acciones tan inhumanas”.