Agencia EFE
En cuestión de dos meses, Alejandro Gil pasó de ser un peso pesado del régimen cubano -ministro de Economía desde la llegada al poder del actual presidente, Miguel Díaz-Canel, en 2018- a caer en desgracia y estar bajo la lupa de la Fiscalía por presuntos actos de corrupción.

El propio presidente emitió este jueves un inusual comunicado en el que anunciaba la investigación contra Gil apenas un mes después de su sorpresiva destitución.

El cese se comunicó a apenas horas de la entrada en vigor de una de las primeras medidas de un severo paquete de ajuste para revivir la economía del país caribeño, un alza de más del 400% de los combustibles, pero que tuvo que ser aplazada hasta esta semana debido a un “incidente de ciberseguridad”.

El plan, con el que el régimen comunista busca dar un volantazo al desempeño de la economía, ni siquiera había sido anunciado por Gil pese a entrar teóricamente en sus competencias. Fue el primer ministro, Manuel Marrero, quien lo anunció a mediados de diciembre pasado.

Entre las medidas se contemplan cortes de subsidios, alzas en las tarifas del transporte y de servicios como la electricidad, el agua y el gas licuado, así como el fin del sistema de subvención universal de alimentos para pasar a un esquema de ayudas a personas vulnerables.

La economía cubana cerró 2023 con una caída del PIB de entre el 1% y el 2%, un déficit fiscal proyectado para este año del 18,5% y sin que el turismo llegue a las cifras alcanzadas antes de la pandemia de covid.

Luego de la acusación en su contra, Gil debió renunciar como miembro del comité central del Partido Comunista de Cuba (PCC, único legal) y como diputado en la Asamblea Nacional del Poder Popular.

El cese de Gil, al menos en los primeros días, no dio la apariencia de una ruptura total con él. Apenas cuatro días después el exministro recibió una felicitación por su cumpleaños en la red social X de parte del presidente Díaz-Canel.

La acusación en contra de Gil, el funcionario de más alto nivel que se sentará en el banquillo de los acusados tras la condena a 15 años contra el exministro de Industria Alimenticia Alejandro Roca Iglesias en 2011, ha sido también la cúspide de unas semanas en las que el discurso oficialista en Cuba -replicado por los medios estatales- ha estado centrado en el combate a la corrupción.

Los medios estatales han dado amplia cobertura a algunas denuncias. El caso más grande hasta la fecha ha sido el robó 133 toneladas de pollo congelado de almacenes estatales en La Habana. Medios oficiales hablaron de 1,35 millones de dólares de beneficio ilícito, varios ceses y al menos 30 detenidos.

La denuncia contra Gil coincide con la llegada a la isla de su hermana, la expresentadora de la televisión estatal María Victoria Gil, para grabar un documental sobre el reggae en Cuba.

La familiar del exministro, radicada en España, llamó la atención recientemente tras varios comentarios en redes sociales en los que aseguró que su hermano estaba muy “dolido” y “decepcionado” por su destitución. En noviembre pasado también había asegurado que Gil era la “persona más odiada en Cuba” por la situación económica de la isla.