Putin más belicista: amenaza a Polonia y transforma al mar Negro en un campo de guerra

El presidente ruso advirtió a Polonia que un ataque a Bielorrusia significaría una “agresión” contra Rusia. Asimismo, al ser Polonia miembro de OTAN y UE, una agresión rusa con ese país significaría una agresión contra toda la Alianza.

Compartir esta noticia
Bombardeo ruso sobre la región ucraniana de Odesa, sobre el Mar Negro
Bombardeo ruso sobre la región ucraniana de Odesa, sobre el Mar Negro.
AFP fotos

AFP, EFE
Vladimir Putin usó a Bielorrusia para lanzar su invasión a Ucrania en febrero de 2022. Ahora usa otra vez a su aliado para amenazar a Polonia, país miembro de la OTAN y de la Unión Europea.

El presidente ruso advirtió ayer viernes a Polonia que un ataque a su aliada Bielorrusia significará una “agresión” contra Rusia. La reacción de Putin se debe al despliegue de unidades militares polacas cerca de la frontera bielorrusa por la presencia de mercenarios del grupo ruso Wagner.

“En lo que se refiere a Bielorrusia, esta es parte de la Unión Estatal (con Rusia). Una agresión contra Bielorrusia significará una agresión contra la Federación Rusa. Ante estos responderemos con todos los medios a nuestro alcance”, dijo Putin durante una reunión del Consejo de Seguridad de Rusia.

Como Polonia es miembro de la OTAN y de la UE, una agresión rusa a ese país significaría un ataque contra toda la alianza atlántica.

Polonia decidió reforzar su seguridad después de que los mercenarios del Grupo Wagner comenzaran a vigilar esta semana la frontera entre Bielorrusia y Polonia.

Putin también atribuyó a Polonia y Lituania la intención de crear una agrupación de fuerzas regulares para “ocupar” el oeste de Ucrania.

“Las perspectiva es clara. Si las unidades polacas entran, por ejemplo en Leópolis o en otros territorios de Ucrania, se quedarán. Por cierto, para siempre”, resaltó Putin.

El jefe del Kremlin acusó a los líderes polacos de querer formar “una especie de coalición e interferir directamente en el conflicto en Ucrania” con el fin de recuperar lo que ellos consideran “territorios históricos” del oeste de Ucrania.

“Es bien conocido que también anhelan territorios bielorrusos”, alertó.

Por su parte, el ministro polaco de Servicios Especiales, Stanislaw Zaryn, alertó ayer viernes de “intentos de infiltración a gran escala” de “agentes al servicio de Rusia” y recordó que en los últimos 14 meses se ha detenido a 22 personas acusadas de espionaje.

Polonia, uno de los aliados más cercanos a Ucrania, ha aportado armas a Kiev y ha recibido a la mayoría de los refugiados ucranianos. Sin embargo, no ha manifestado ningún interés en enviar tropas a Ucrania.

La amenaza de Putin a Polonia se da previo a la reunión que mantendrá mañana domingo en Moscú con el presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko. Será la primera de los dos aliados desde la mediación del dictador bielorruso para detener el motín de los mercenarios del Grupo Wagner, de los que miles se han trasladado ya a Bielorrusia.

Por eso Ucrania ha reforzado la protección de su propia frontera con Bielorrusia tras la llegada de al menos nueve columnas de wagneritas a ese país, que sirvió a las tropas rusas de trampolín para atacar el 24 de febrero de 2022 el norte ucraniano.

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, afirmó que “mantiene bajo un estrecho control las actividades de los mercenarios en Bielorrusia”.

Se estima que más de 2.000 integrantes de la empresa militar privada rusa Wagner llegaron esta semana a territorio bielorruso.

Rusia además ha desplegado armas nucleares tácticas en Bielorrusia.

El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, y el de Rusia, Vladimir Putin, en Moscú
El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, y el de Rusia, Vladimir Putin, en Moscú.
AFP

Mar Negro

Rusia está convirtiendo al mar Negro en un escenario bélico. Ayer viernes realizó ejercicios militares con disparos de misiles en el mar Negro, generando la alarma de la ONU por la agravación de las tensiones desde la retirada de Rusia del acuerdo que le permitía a Ucrania exportar granos por esa vía.

“Se debe evitar a toda costa cualquier riesgo de que se extienda el conflicto como resultado de un incidente en el mar Negro”, que “podría tener consecuencias catastróficas para todos nosotros”, afirmó ante el Consejo de Seguridad la subsecretaria general de Asuntos Políticos de la ONU, Rosemary DiCarlo.

El Ministerio ruso de Defensa informó que su Flota del mar Negro disparó misiles de crucero, que destruyeron “un barco utilizado como blanco en la zona de entrenamiento al combate, en el noroeste del mar Negro”.

Rusia había advertido el miércoles que consideraría como posibles objetivos militares a los barcos de carga con destino a Ucrania.

Este país, por su parte, anunció el jueves que también consideraría a los navíos que se dirigen hacia los puertos controlados por Rusia como posibles naves de transporte de material militar, “con todos los riesgos asociados”.

Las tensiones se intensificaron después de que Rusia pusiera fin el lunes al acuerdo que facilitaba la exportación de cereales desde los puertos ucranianos del mar Negro.

Rusia bombardeó ayer viernes por cuarta noche consecutiva la región ucraniana de Odesa y sus silos de grano.

Ucrania acusa Rusia de apuntar específicamente a este tipo de infraestructuras, con el objetivo de impedir la reanudación de las exportaciones.

Tras el fin del acuerdo por parte de Rusia, Ucrania aseguró que estaba preparada para seguir exportando cereales por vía marítima y pidió a la ONU y los países vecinos establecer un corredor seguro para la navegación.

Unesco

La Unesco condenó ayer el ataque ruso contra el centro histórico del puerto de Odesa, que es Patrimonio Mundial, y en el que han resultado dañados edificios de importancia cultural, algo parecido de lo que ocurrió hace dos semanas en otra ciudad ucraniana, Leópolis.

En un comunicado, la Organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) mostró “su apoyo al pueblo de Odesa y su más sentido pésame a las familias de las víctimas”.

La Unesco denunció que éste de Odesa es el segundo ataque contra una zona protegida por la Convención de La Haya para la Protección de los Bienes Culturales en caso de Conflicto Armado en Ucrania.

Además, hizo notar que a un centenar de kilómetros en la ciudad de Nikolaev también fue destruido el mismo día el Centro Cultural de Arte Popular y Educación Artística.

Rusia grava empresas para presupuesto bélico

La Cámara Baja rusa adoptó ayer un proyecto de ley que impone un impuesto único a las ganancias extraordinarias obtenidas por las grandes empresas a fin de aumentar el presupuesto federal en medio de la guerra en Ucrania con unos 300.000 millones de rublos (3.400 millones de dólares) adicionales en 2024. De acuerdo con el documento legislativo, adoptado por unanimidad, el impuesto debe pagarse a más tardar el 28 de enero del próximo año.

La tasa impositiva, que será del 10% sobre las ganancias adicionales obtenidas, será destinada únicamente al presupuesto federal y será una tarifa única, cuya recaudación se calcula en unos 3.400 millones de dólares. El proyecto de ley establece que el impuesto extraordinario se aplicará a las ganancias inesperadas obtenidas por aquellas empresas cuyo volumen de negocio promedio para 2021 y 2022 haya superado los 1.000 millones de rublos (11,5 millones de dólares). La base para el cálculo serán las ganancias obtenidas de promedio en 2018 y 2019. Las pymes y las empresas que operan en el sector del petróleo y el gas, así como en la producción de carbón, están excluidas del pago del impuesto.

Con oposición de la ONU

Ucrania ya usa bombas de racimo

Las fuerzas ucranianas están usando en el frente las bombas de racimo suministradas por Estados Unidos, declaró la Casa Blanca, que destacó el impacto que están teniendo en las defensas rusas en medio de la contraofensiva de Ucrania.

Por primera vez, Estados Unidos suministró este mes a Ucrania estas controvertidas armas, que dispersan cientos de pequeños explosivos y están prohibidas en varios países. Lo hizo pese a las críticas de Alemania y otros países, así como de organizaciones de derechos humanos, a las que preocupa el impacto de ese armamento sobre la población civil.

Bombas de racimo
Bombas de racimo.
AFP

Las tropas ucranianas empezaron a usar estas municiones “la semana pasada o así”, dijo el jueves el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby.

“Las están usando adecuadamente, las usan de forma efectiva y están teniendo un impacto en las formaciones y las maniobras defensivas de Rusia”, aseguró.

Desde junio, Kiev intenta recuperar amplias partes de territorio en el sur y el este de Ucrania ocupadas todavía por Rusia, pero la contraofensiva parece paralizada en largas secciones del frente.

Un alto asesor de la presidencia ucraniana reconoció a la AFP que esta operación será “larga y difícil”.

La ONU, en tanto, consideró ayer viernes “muy preocupante” el uso por parte del Ejército ucraniano de bombas de racimo y dijo que no deberían utilizarse. “Este tipo de municiones deberían ser historia, no deberían usarse”, señaló el portavoz Stéphane Dujarric, preguntado sobre esas bombas. Rusia anunció este mes que si Estados Unidos suministraba bombas de racimo a Ucrania, su Ejército “utilizará medios de destrucción similares”.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar