Putin prioriza la anexión del Donbás para negociar la paz, una demanda inaceptable para Ucrania y EE.UU.

Se habla de negociaciones, pero las posiciones de ambos países son tan distantes que se hace difícil pensar en un acuerdo. El presidente ruso mencionó a China, Brasil e India como sus mediadores.

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Putin: el presidente ruso se verá con Xi, LUua y Modi en octubre, en la cumbre de BRICS
Putin: el presidente ruso se verá con Xi, LUua y Modi en octubre, en la cumbre de BRICS
Foto: AFP

AFP, EFE
El presidente ruso Vladimir Putin fijó ayer jueves como la “prioridad número uno” en su guerra en Ucrania la conquista del Donbás, en el este del país invadido. “El objetivo del enemigo (al atacar la región rusa de Kursk) era ponernos nerviosos e inquietos para redistribuir nuestras tropas de un área a otra y detener nuestra ofensiva en áreas clave, en particular en el Donbás, cuya liberación es nuestra prioridad número uno”, dijo Putin en un foro económico en Vladivostok.

Rusia reivindica la anexión de las dos regiones del Donbás ucraniano, la de Lugansk, que ocupa en su casi totalidad, y la de Donetsk, de la que ocupa una parte.

Putin ha fijado como condición, antes de toda conversación de paz, que Ucrania se retire por completo de esas dos zonas, además de las regiones meridionales de Jersón y Zaporiyia, de las que reclama igualmente la anexión pese a controlarlas parcialmente.

Una demanda inaceptable para Ucrania y sus aliados occidentales, que ven en ese extremo una capitulación de facto.

Pese a la falta de hombres y armas, las fuerzas ucranianas lanzaron el 6 de agosto una ofensiva de amplitud en la región rusa fronteriza de Kursk, donde ocuparon cientos de kilómetros cuadrados.

Uno de los objetivos declarados de esa incursión ucraniana era obligar a Rusia a redesplegar sus tropas enfrascadas en el Donbás.

Pero Moscú no adoptó esa estrategia, sino que ha seguido empujando en dirección de Petrovsk, en la región de Donetsk, un nudo fundamental para la logística de las fuerzas ucranianas en esta zona del país.

¿Negociaciones?

En cuanto a eventuales conversaciones de paz, Putin afirmó que está dispuesto a negociar si Ucrania lo pide, después de que Rusia descartara hacerlo precisamente por la ofensiva ucraniana en Kursk.

“¿Estamos listos para negociar con ellos? Nunca nos hemos negado a hacerlo”, dijo en el foro de Vladivostok.

“Si emerge un deseo de negociar” por parte de Ucrania, “no lo rechazaremos”, enfatizó, y añadió que las negociaciones deberán basarse en las conclusiones de unas conversaciones celebradas la primavera de 2022 en Estambul.

Rusia afirma que por entonces se alcanzó un compromiso, pero que las potencias occidentales forzaron a Ucrania a rechazar el acuerdo. Los textos en cuestión nunca se publicaron, y Ucrania desmiente esta versión de los hechos.

En junio, Putin dijo que sólo pondría fin al conflicto si Ucrania renuncia a su ambición de unirse algún día a la OTAN, y si le cede las regiones de Jersón, Zaporiyia, Donetsk y Lugansk, así como la península de Crimea, anexionada por Moscú en 2014.

Vladimir Putin preside una reunión del Consejo de Seguridad en Novo-Ogaryovo en las afueras de Moscú.
Vladimir Putin preside una reunión del Consejo de Seguridad en Novo-Ogaryovo en las afueras de Moscú.
Foto: AFP

Los mediadores

El presidente ruso propuso ayer a China, Brasil e India como posibles mediadores en unas futuras negociaciones de paz con Ucrania, en contraposición a Estados Unidos y las potencias europeas, que estarían interesados, según Moscú, en prolongar el conflicto.

“Respetamos a nuestros amigos y socios que, considero, están sinceramente interesados en resolver todos los problemas relacionados con este conflicto. Se trata principalmente de China, Brasil e India”, dijo Putin durante el Foro Económico de Vladivostok.

Putin, que acaba de volver de Mongolia, cuyas autoridades ignoraron la orden de arrestarlo emitida por la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra, volvió a acusar a Occidente de presionar a Ucrania para no cesar las hostilidades en el país vecino.

“A día de hoy, no vemos las condiciones para celebrar negociaciones” de paz, aseguró Dmitri Peskov, portavoz presidencial.

Los mandatarios de los tres países propuestos como mediadores por Putin -Xi Jinping, Luiz Inácio Lula da Silva y Narendra Modi se reunirán con el presidente ruso en octubre próximo en la ciudad tártara de Kazán, que albergará la cumbre del grupo de países emergentes BRICS, en el que solicitó también su ingreso Turquía, una posible sede de esas futuras negociaciones junto a Austria, que se ofreció como sede.

El presidente chino, Xi Jinping, siempre ha apoyado el argumento ruso de que la OTAN es el principal responsable de la guerra, aunque no ha roto completamente los lazos con Ucrania y, de hecho, recibió en julio al ministro de Exteriores ucraniano en Pekín.

El primer ministro indio, Narendra Modi, tiene una estrecha relación con Putin, pero también se reunió en agosto en Kiev con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, al que pidió “soluciones innovadoras” para restaurar la paz.

Por su parte, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, fue muy contundente en su apoyo al Kremlin en los primeros meses de la guerra, pero últimamente ha abogado ante Putin por un alto el fuego y conversaciones directas.

Lo que volvió a dejar claro ayer Putin es que antes de negociar con el enemigo, Rusia debe expulsar sus tropas de la región fronteriza de Kursk, incursión ucraniana que cumple hoy viernes un mes.

“Nuestras fuerzas armadas estabilizaron la situación y han comenzado a expulsar (al enemigo) de los territorios fronterizos”, dijo Putin.

 Zelenski
Cazabombarderos. El presidente Volodimir Zelenski dio la bienvenida a los F-16 y agradeció la ayuda.
Foto: AFP
Nuevo canciller

Zelenski reclamó “resultados tangibles”

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, pidió ayer jueves “resultados tangibles” a sus nuevos ministros, tras la mayor remodelación del gabinete desde la invasión rusa en febrero de 2022. El Parlamento ucraniano aprobó ayer el nombramiento de Andrii Sibiga como ministro de Relaciones Exteriores, en sustitución de Dmitro Kuleba. El ahora excanciller reclamó sin cesar a los aliados occidentales que proporcionaran armas a su país y se convirtió en una de las principales voces de Ucrania desde que empezó la guerra.

“Es crucial que las instituciones gubernamentales funcionen ahora de la manera más activa posible, más que antes, a todos los niveles”, dijo Zelenski en su mensaje diario.

El mandatario pidió a su nuevo equipo desarrollar aun más el sector de la defensa, hacer avanzar las negociaciones sobre la petición de adhesión a la UE, velar por la estabilidad financiera de Ucrania y dar “creciente apoyo a la línea de frente”, donde se encuentran bajo presión en el Este.

“Hay decenas de tareas muy específicas de ese tipo, y cada quien en su puesto debe dar resultados tangibles”, agregó.

El nombramiento de Sibiga como canciller contó con los votos a favor de 258 diputados, más de los 226 que se requerían como mínimo.

Menos conocido y menos mediático que el ministro saliente, Sibiga, de 49 años, es considerado un peso pesado de la diplomacia ucraniana, y fue embajador en Turquía de 2016 a 2021. Se le considera más cercano al jefe del gabinete del presidente Zelenski, Andrii Yermak, que su predecesor.

Al presentar la candidatura de Sibiga a los diputados de su partido, Zelenski lo “describió como un especialista de las relaciones internacionales, que estaba con él en el búnker de 2022 (al principio de la invasión rusa) y que entonces gestionó su comunicación internacional”, dijo a AFP una fuente del partido presidencial.

Kuleba, de 43 años y en el cargo desde hacía cuatro, ha sido una de las personalidades ucranianas más visibles desde el inicio de la invasión rusa. Desde entonces no dejó de viajar por el mundo para pedir apoyo diplomático y militar. [AFP]

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