Redacción El País
Rusia se desentendió de los ataques a un aeropuerto en busca de israelíes. El presidente ruso, Vladímir Putin, acusó ayer a Ucrania y a los servicios secretos occidentales de instigar los disturbios antisemitas que estallaron la noche del domingo en la república norcaucásica de Daguestán.
“Los sucesos en Majachkalá (capital daguestaní) fueron instigados a través de las redes sociales, incluido desde Ucrania, de la mano de los servicios secretos occidentales”, aseguró Putin al comienzo de la reunión extraordinaria con el Gobierno, los jefes de ambas cámaras del Parlamento y las estructuras de seguridad que convocó tras los incidentes ocurridos anoche en el Cáucaso Norte. Putin acusó a Ucrania de, “bajo la dirección de sus patrocinadores occidentales, intentar provocar pogromos en Rusia”.
“Nunca dejo de sorprenderme con el régimen de Kiev y sus amos al otro lado del océano”, afirmó.
Precisamente, el líder ruso convocó la reunión para abordar “los intentos de Occidente de aprovechar la situación en Oriente Medio para dividir a la sociedad rusa”.
El Kremlin ya afirmó este lunes que los disturbios antisemitas fueron “en gran medida, resultado de injerencia exterior” y Exteriores acusó directamente a Ucrania de estar detrás de la supuesta provocación.
Estados Unidos desestimó ayer las acusaciones de Rusia. “He visto sus comentarios sobre culpar a Ucrania. Son absurdos”, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.
Las imágenes divulgadas por los medios mostraron una turba de cientos de personas inspeccionando las pantallas del aeropuerto de Majachkalá y los coches en busca de israelíes, e incluso a los manifestantes avanzando por las pistas de aterrizaje e intentando subir a un avión procedente de Tel Aviv. (EFE, AFP)