Agencia EFE
El rectorado de la Universidad de Belgrado, la oposición política y grupos estudiantiles han acusado al Gobierno serbio de haber empleado un cañón de sonido —también conocido como cañón sónico—, un dispositivo prohibido en Serbia, contra los manifestantes que el sábado participaron en una multitudinaria marcha antigubernamental.
Las autoridades han negado que emplearan una dispositivo acústico de largo alcance, que se usa en algunos países para dispersar y controlar manifestaciones mediante sonidos muy molestos que pueden provocar el pánico, informan este lunes los medios locales.
BREAKING:
— Visegrád 24 (@visegrad24) March 15, 2025
The Serbian police just used a LRAD sonic cannon against the student protesters in Belgrade while they were holding their 15 minutes of silence.
LRAD is an acoustic weapon that fires a targeted "beam" of sound at very high volume, up to 160 dB. pic.twitter.com/3LYP41jzmj
"El cañón de sonido fue utilizado sin previo aviso y sin motivo claro, lo que suscita grave preocupación por la amenaza a los derechos básicos de los ciudadanos", se afirma en una petición a la ONU firmada por casi medio millón de ciudadanos serbios.
Serbian security forces illegally used military-grade sonic weapons against protesters in Belgrade
— NEXTA (@nexta_tv) March 16, 2025
Police deployed the LRAD cannon — an acoustic weapon that emits a targeted “beam” of sound at volumes up to 160 dB.
Victims experience sharp ear pain, disorientation, and panic.… pic.twitter.com/gW8yNS4JSt
En la petición se solicita ayuda a la ONU, al Consejo de Europa y a la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa para investigar los aspectos médicos, legales y técnicos respecto a la sospecha sobre el uso del cañón de sonido, prohibido en Serbia y otros países por sus nocivas consecuencias para la salud.

Cientos de miles de personas se concentraron el pasado sábado en Belgrado para manifestarse contra el Gobierno y contra el presidente, el populista nacionalista Aleksandar Vucic.

Según la prensa independiente, la mayor manifestación en la historia reciente de Serbia se desarrolló sin incidentes de gravedad, pese a los temores a posible violencia, vaticinada por Vucic en los últimos días.
