Este domingo 8 de enero, una semana después de que Luiz Inácio Lula da Silva asumiera su tercer mandato como presidente de Brasil , un grupo de simpatizantes del mandatario saliente Jair Bolsonaro, quien no reconoció nunca la derrota, invadieron el Congreso, el Tribunal Supremo y el Palacio presidencial de Planalto en Brasilia, en rechazo a la investidura de Da Silva.
¿Qué sucedió?
Las protestas de este domingo fueron convocadas por los grupos bolsonaristas que llevan acampados frente al Cuartel General del Ejército en Brasilia desde el día posterior a las elecciones.
En más de dos meses de concentraciones, los radicales han protagonizado varios hechos violentos, entre ellos un ataque a una sede policial y un intento frustrado de colocación de un explosivo cerca del aeropuerto de Brasilia, hace dos semanas.
Una marea humana de manifestantes vestidos con los colores amarillo y verde de la bandera nacional de Brasil invadió las sedes del Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial en la capital brasileña, dejando imágenes impresionantes emparentadas con las de la ocupación del Capitolio -sede del Congreso estadounidense- en Washington en 2021.
Los manifestantes protestaron contra el regreso al poder de Luiz Inácio Lula da Silva, quien derrotó a Bolsonaro en la segunda vuelta el 30 de octubre y fue investido hace una semana como nuevo presidente de Brasil por tercera vez -antes había gobernado entre 2003 y 2010.
Entre 200 y 400 seguidores del expresidente de derecha Jair Bolsonaro fueron arrestados tras la invasión y saqueo de las sedes de los tres poderes del Estado. 27 banderas de los Estados brasileños que fueron robadas de los pasillos de la sede del Congreso por los agresores que protagonizaron la invasión.
¿Cómo reaccionó Lula da Silva?
El presidente Lula da Silva decretó la intervención federal en el área de la seguridad de Brasilia, tras el caos provocado por miles de seguidores radicales del exmandatario Jair Bolsonaro.
Ricardo Capelli, secretario general del Ministerio de Justicia, será el responsable de toda el área de Seguridad en la capital hasta el próximo 31 de enero y estará subordinado directamente al presidente. Con la intervención, los órganos de Policía de la capital pasan a estar controlados por el interventor, que a su vez solo responde ante Lula.
El interventor tendrá poderes para requerir fondos y bienes a disposición del Gobierno regional del Distrito Federal de Brasilia para desempeñar sus funciones. En una declaración a la prensa, Lula dijo que quien debería haber estado a cargo de la seguridad en Brasilia “no hizo” sus funciones. También criticó duramente a los “fascistas” que invadieron las sedes de los tres poderes y causaron destrozos en los edificios.
Agregó que los radicales han sido “estimulados” por el exgobernante y que “pagarán con la fuerza de la ley” por los disturbios provocados, así como aquellos que los han financiados.
¿Qué dijo Jair Bolsonaro?
Jair Bolsonaro condenó la toma del Congreso, el STF y el Palacio de Planalto y comparó las tomas de ayer con las que la “izquierda” hizo en 2013 y 2017.
“A lo largo de mi mandato siempre he estado dentro de las cuatro líneas de la Constitución, respetando y defendiendo las leyes, la democracia, la transparencia y nuestra sagrada libertad”, escribió en Twitter. También, criticó a Lula: “Además, repudio las acusaciones, sin pruebas, que me atribuyó el actual jefe del ejecutivo de Brasil”, manifestó.
¿Cómo reaccionaron los mandatarios de la región y el mundo?
Varios Gobiernos de América y Europa, así como organismos como la Unión Europea, la Celac y la Alba, rechazaron el ataque de los seguidores de Bolsonaro al tiempo que manifestaron su respaldo a Luiz Inácio Lula da Silva, quien asumió el poder el pasado 1 de enero.
"Lamentamos y condenamos las acciones llevadas a cabo en Brasil que atentan contra la democracia y las instituciones", escribió en su cuenta de Twitter el presidente Luis Lacalle Pou.
Lamentamos y condenamos las acciones llevadas a cabo en Brasil que atentan contra la democracia y las instituciones. https://t.co/qKAkXsDrt1
— Luis Lacalle Pou (@LuisLacallePou) January 8, 2023
El presidente argentino, Alberto Fernández, expreso a través de Twiter su "repudio"a los ataques de los bolsonaristas radicales y manifestó su "incondicional apoyo y el del pueblo argentino" a Lula ante el “intento de golpe de Estado”.
En esa misma línea, el presidente de Chile, Gabriel Boric, salió a respaldar a Lula, y no dudó en calificar el intento de golpe de los ultraconservadores como un "cobarde y vil ataque a la democracia". "Impresentable ataque a los tres poderes del Estado Brasilero por parte de bolsonaristas", añadió a través de redes sociales.
Asimismo, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, dijo que "desde la Internacional Socialista (de la que es titular) apoyamos firmemente al Gobierno del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. Apoyamos el Gobierno democrático elegido en las urnas. Condenamos la actuación de los grupos que se oponen a los resultados legítimos".
Por su parte, el presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa, condenó el "intolerable" e "inaceptable" asalto a las instituciones democráticas en Brasilia.
"Esperemos que se reconozca la legitimidad a nivel internacional", agregó Rebelo, que en declaraciones a un canal local adelantó su intención de conversar este mismo domingo con el mandatario brasileño.
El presidente estadounidense, Joe Biden, afirmó por su parte quela voluntad del pueblo de Brasil no debe ser socavada y dijo que desea "seguir trabajando" con Lula.
"Condeno el asalto a la democracia y la transferencia de poder pacífica en Brasil", indicó en su cuenta de Twitter el mandatario de EE.UU.
Por su parte, su homólogo colombiano, Gustavo Petro, cercano ideológicamente a Lula, pidió una reunión urgente de la Organización de Estados Americanos (OEA) para atender el intento de "golpe" en Brasil.
"Toda mi solidaridad a Lula y al pueblo del Brasil. El fascismo decide dar un golpe. Las derechas no han podido mantener el pacto de la no violencia. Es hora urgente de una reunión de la OEA, si quiere seguir viva como institución y aplicar la Carta Democrática", dijo Petro en un mensaje publicado en Twitter.
Entretanto, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, no solo condenó los ataques, sino que señaló como presunta responsable del intento de golpe a “la cúpula del poder oligárquico” de Brasil.
Asimismo, manifestó que Lula “no está solo”, porque cuenta con “el apoyo de las fuerzas progresistas de su país, de México, del continente americano y del mundo".
El día después: ¿Qué hizo Lula da Silva tras los ataques?
Luiz Inácio Lula da Silva llegó en la noche de este domingo a Brasilia para inspeccionar los graves destrozos provocados por radicales bolsonaristas en las sedes de los tres poderes del país, en un intento frustrado por derrocarlo del poder.
El dirigente progresista vio en primera persona el reguero de destrucción dejado por simpatizantes del exgobernante Jair Bolsonaro en el Palacio de Planalto, sede del Gobierno, que asumió el pasado 1 de enero, según imágenes de las televisiones.
Lula calificó de "barbarie" el intento de golpe de Estado promovido por "vándalos fascistas" y acusó a Bolsonaro de "estimular" esos actos antidemocráticos con su actitud.
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