La izquierda rompió con las encuestas en Guatemala: Bernardo Arévalo de León, de 64 años, nacido en Uruguay y fundador del partido Semilla, fue el segundo más votado en los comicios presidenciales del domingo por detrás de Sandra Torres Casanova, con quien disputará el balotaje del próximo 20 de agosto.

Arévalo de León o “Tío Bernie”, como le han llamado en la campaña, es diputado y jefe de la bancada de Semilla en el Congreso, movimiento que fundó en 2017 y que reúne a varias corrientes de centroizquierda.

Las encuestas lo dejaban al margen de los primeros lugares, pero Arévalo de León arrasó en las áreas urbanas, es decir la Ciudad de Guatemala y sus alrededores, donde hay más de 2,2 millones de votantes de los 9,3 millones de habilitados para ejercer el voto.

El éxito de su candidatura pudo ser una sorpresa para el país, pero Arévalo de León no es para nada un extraño en la esfera política si se tiene en cuenta su ascendencia. Es hijo del expresidente Juan José Arévalo Bermejo (1945-1951), un hombre clave en el movimiento de izquierda guatemalteco que se exilió en 1954. Uno de los países donde residió fue Uruguay.

De allí el origen charrúa de Arévalo de León, que vivió en Montevideo hasta los dos años. Pasó por México y Chile hasta los 15, cuando su familia volvió a Guatemala. Al ser hijo de padres guatemaltecos, su ciudadanía corresponde a ese país y es lo que le habilita a aspirar a la presidencia.

Un artículo publicado en el suplemento guatemalteco Diálogo, en 2007, narra la influencia del expresidente Arévalo (padre) en la izquierda uruguaya, que cosechaba solo el 4% de los votos cuando en Guatemala sucedía la llamada “primavera democrática” -que comprende los periodos de gobierno de Arévalo y de su sucesor, Jacobo Arbenz (1951-1954)-.

En 1954, tras el golpe militar que derrocó a Arbenz con la intervención de la CIA, Arévalo, ya en el exilio pero antes de instalarse en Uruguay, emprendió una serie de viajes desde Chile a Bolivia, Ecuador, Argentina y a nuestro país, en medio de las operaciones anticomunistas del órgano estadounidense en Guatemala.

Socialistas y comunistas lo recibieron con honores, e invitaban al público al Paraninfo de la Universidad de la República para escuchar al “destacado intelectual”, narra el autor del artículo, Roberto García Ferreira, citando crónicas de la época.

En el hall del hotel donde se hospedaba, cronistas del Partido Socialista entrevistaron a Arévalo, que mostró su “admiración por el Dr. (Emilio) Frugoni”.

El expresidente fue visitado nada menos que por el líder nacionalista Luis Alberto de Herrera, cuenta el suplemento, para quien el “augusto huésped” merecía su aplauso “por su firme y enérgica actitud a favor de los intereses de su Patria”, agrega la nota.

El semanario Marcha y los medios de izquierda Justicia y El Sol cubrieron en detalle y con elogios la visita de Arévalo. En tanto, El País, El Día y La Mañana advertían sobre “el peligro” de los ánimos de “expansión totalitaria” que traían educadores como Arévalo -quien además de su faceta política se doctoró en filosofía y también fue maestro-.

Arévalo padre fue embajador de Guatemala en Francia, Chile, Venezuela, República Dominicana e Israel. Regresó a su país 24 años después del golpe.

Antes de saltar a la política, influenciado quizá por su padre, Arévalo de León era conocido como un académico, dedicado a escribir libros y artículos sobre las relaciones cívico-militares y seguridad.

Se formó como sociólogo y doctor en filosofía y antropología social. Estudio en universidades de Israel, España y Holanda.

Además, el actual candidato presidencial también tuvo su paso por la diplomacia, ya que entre 1995 y 1996 fue embajador de Guatemala en España y un año antes había sido viceministro de Relaciones Exteriores del Gobierno del expresidente Ramiro De León Carpio.

En la década de 1990 también se desempeñó como secretario consular de Guatemala en Israel.

Ahora, Arévalo de León se presenta con un fuerte discurso anticorrupción. “Mientras nosotros no saquemos a los funcionarios corruptos del Estado, Guatemala no podrá pensar en el desarrollo”, dijo ayer martes a EFE durante una entrevista concedida en su despacho legislativo.

La ex primera dama Torres Casanova sumó un 15,7% de los votos. Arévalo de León quedó segundo con el 11,8% de los 5,4 millones de votos emitidos el domingo. Las encuestas, sin embargo, lo colocaban en un octavo o noveno lugar, con menos de 3% de intención de voto.