Un país en crisis
El lunes le quitan cinco ceros al bolívar.
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Desde peluquerías a comercios estuvieron cerrados ayer viernes en Venezuela a la espera de la eliminación de cinco ceros a la moneda, una medida que despierta temor e incertidumbre y será precedida por la suspensión de los pagos electrónicos por unas horas en la tarde del domingo.
La reconversión monetaria, pospuesta dos veces por el gobierno de Nicolás Maduro este año, entrará en vigencia el lunes bajo una severa escasez de efectivo y en un país que vive su primera hiperinflación desde octubre del 2017.
La razón oficial para la reconversión es tratar de combatir la recesión y los elevados precios, pero analistas han dicho que las medidas son insuficientes para cortar la espiral inflacionaria.
Por orden del Gobierno las clínicas entre domingo y lunes deberán recibir las emergencias sin procesar los pagos.
Con el anuncio, peluquerías, gimnasios y licorerías u2014entre otros comercios en Caracasu2014 optaron por suspender actividades desde ayer viernes para evitar inconvenientes en el inicio de la reconversión y algunas de las principales ciudades lucían con el tráfico de un día feriado y solo había algunas filas en las estaciones de nafta.
"Estamos en el limbo", dijo Carmen Hernández, de 63 años, dueña de una tienda de zapatos en la ciudad de Puerto Ordaz, al sur de Venezuela.
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La banca solicitó cerrar sus oficinas comerciales el viernes y el Gobierno también decretó el lunes como día no laborable.
Comerciantes y consumidores fueron sorprendidos por el Gobierno hace unas semanas cuando anunció que se eliminarían cinco ceros a la moneda, y no tres como había dicho inicialmente, así como los billetes de 100 y 500 bolívares. El Banco Central informó que la nueva familia de billetes y monedas circularán junto con el resto de las viejas por un tiempo más para facilitar las transacciones.
La compañía telefónica estatal ajustó sus tarifas hace dos semanas, después de años. El plan básico de Internet fue fijado en 100.000 bolívares o 1 bolívar soberano. "Si ya la situación económica es fea, ahora se pondrá más fea", dijo Reynaldo Díaz, un líder sindical del sector eléctrico en medio de una protesta por mejoras salariales. "Al quitarse los ceros vendrán ajustes en los servicios", apuntó.
Las tarifas del servicio eléctrico están congeladas desde el 2000 y el sindicalista dijo que las estarían revisando.
Los conductores de transporte público evalúan cobrar 50.000 bolívares a cada usuario la semana que viene, lo que representa un aumento de 150% frente a la tarifa actual.
Desde hace días los conductores de varias ciudades dejaron de aceptar los billetes que saldrán de circulación, complicando aún más la rutina en un país con poco efectivo. En la fronteriza ciudad de San Cristóbal los transportistas sí aceptan pesos colombianos.
En el caso de la gasolina, la petrolera estatal vende a máximo 6 bolívares el litro, por lo que un tanque de gasolina de 40 litros cuesta menos del billete de menor denominación que circula actualmente: el de 1.000 bolívares.
Los consumidores consultados dicen confundirse con la eliminación de cinco ceros y temen que aumenten todavía más los precios, en un país que registra una inflación diaria de 2,7 por ciento, según la reciente medición del Congreso en julio.
"Ayer compré y no sabía si estaba pagando 200.000 bolívares o 2 millones de bolívares, porque la bandejita de cebollas costaba 2,60 bolívares soberanos", dijo Luis Pérez, un comerciante de 53 años en un supermercado de la central ciudad de Valencia.
El máximo tribunal de Venezuela declaró "procedente" pedir la extradición de la exfiscal Luisa Ortega y del expresidente de Pdvsa Rafael Ramírez, residentes en Colombia y España respectivamente. Incluida en las investigaciones por el caso de "magnicidio en grado de frustración" contra el presidente Nicolás Maduro, Ortega sería juzgada por "traición a la patria" y "usurpación de funciones", indicó el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ). El martes, el fiscal general, Tarek William Saab, de línea chavista, la señaló como "cómplice". Ello por un mensaje en Twitter en el que Ortega negaba su relación con el presunto atentado pero aseguró que, de haber estado involucrada, Venezuela "estaría celebrando su libertad". A Ramírez se lo acusa de integrar "una trama de corrupción".