Más de 350 mil personas viven en Dadaab, al noreste de Kenia. En el Día del Refugiado, Médicos Sin Fronteras muestra el lugar que se convirtió en el hogar de varios somalíes por más de 20 años.
Con 350.000 personas, el campo de refugiados de Dadaab, en el noreste de Kenia, es el más grande del mundo.
Durante más de 20 años ha sido el hogar de generaciones de somalíes que han huido de un país envuelto en décadas de conflicto. Médicos Sin Fronteras (MSF) trabaja en Dadaab desde hace 20 años y actualmente es el único proveedor de atención médica en Dagahaley, uno de los tres campos que lo componen. Allí MSF dirige un hospital y dos puestos de salud.
En los últimos años, la ayuda humanitaria en Dadaab se ha reducido debido al aumento de la inseguridad y a una disminución de los fondos recibidos por muchas organizaciones de ayuda. Sin embargo, a pesar de esto, Dadaab todavía ofrece un refugio más seguro que Somalia.
Sólo en 2014, MSF realizó 180.000 consultas externas, admitió 12.000 personas para hospitalización, dio 12.000 consultas prenatales y realizó 3.240 partos.
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