Las autoridades holandeses identificaron a 30 sospechosos de crímenes de guerra, 10 de ellos sirios, entre las personas que pidieron asilo en el país en 2015, informó ayer el ministerio de Justicia y de Seguridad.
Los servicios de inmigración investigaron a 170 personas, indicó el secretario de estado de Justicia, Klaas Dijkhoff, en una carta dirigida al Parlamento, tras haber recibido requerimientos de los congresistas.
La convención de Ginebra, que define los derechos de los refugiados, prevé una clausula de exclusión, que se aplica "cuando existen motivos serios para creer que las personas son culpables de crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad o de crímenes graves sin un carácter político", sostuvo Dijkhoff.
Hace un año, las autoridades concluyeron que 50 personas que demandaron asilo eran sospechosas de crímenes de guerra.
La cuestión de los refugiados divide al país, que recibió 58.880 demandas en 2015, casi el doble que el año anterior.
Diez de los refugiados provienen de Siria, mientras que los otros son originarios de Eritrea, Nigeria, Sudán y Georgia, destacó Dijkhoff.
De estos, unos 20 no pueden ser deportados, ya que la Convención Europea de Derechos Humanos estipula que no se puede devolver a personas que provengan de países en guerra.
AFP
En Holanda