EL DESPUÉS DE LAS PROTESTAS
La libre importación de productos básicos es recibida como tardía e insuficiente en la isla. El régimen también anuncia mejoras en la generación eléctrica y producción de medicamentos.
Migajas para algunos, buenas medidas para otros. Los cubanos recibieron con cierta satisfacción ayer jueves las primeras concesiones del régimen después de las históricas manifestaciones del pasado domingo, pero las consideran insuficientes para salir de la crisis en que está la isla.
La principal medida fue autorizar a los cubanos a que ingresen al país alimentos, productos de higiene y medicamentos, sin límites de valor y libre de pago de aranceles, hasta fin de año.
“Esto es una medida que estamos tomando hasta el 31 de diciembre, después haremos una valoración”, dijo el primer ministro Manuel Marrero en compañía del presidente cubano, Miguel Díaz-Canel.
Marrero también adelantó que habrá una pronta mejoría en la generación de electricidad para evitar los apagones que tanto irritan a la población y una mejoría en la producción nacional de medicamentos, actualmente deficitaria por la falta de materias primas.
Aunque reiteró las acusaciones contra Estados Unidos, al que señala como instigador de estas manifestaciones a través de una campaña en Twitter con la etiqueta #SOSCuba, en su intervención Díaz-Canel cambió el tono.
“De los disturbios también hay que sacar experiencia, también tenemos que hacer un análisis crítico de nuestros problemas”, dijo el mandatario.
“También a lo mejor habrá que pedir alguna disculpa con alguien que en medio de la confusión que se arma en sucesos como estos haya sido confundido, haya sido maltratado”, agregó.
En las calles de La Habana, todavía bajo fuerte presencia policial y militar después de las revueltas más violentas que ha enfrentado la revolución castrista desde que triunfó en 1959, los cubanos volvían a su cotidianidad.
El domingo, miles de cubanos se volcaron a las calles en decenas de ciudades y pueblos de todo el país al grito de “Tenemos hambre”, “Libertad” y “Abajo la dictadura”.
“No queremos migajas, queremos libertad y la queremos yaaaaaaaaa”, señaló en Twitter la noche del miércoles la periodista cubana Yoani Sánchez, directora del periódico digital opositor 14yMedio. Su tuit fue compartido 3.000 veces.
En otro tuit que lanzó ayer jueves insistió en que “la libertad no cabe en una maleta” de viaje.
Para el opositor Manuel Cuesta Morua, uno de los organizadores de la plataforma Cuba Plural, que reclama la autorización de otros partidos políticos en la isla, los anuncios del régimen son “una reacción bajo presión, tardía”, pero “importante”.
Cuesta destacó que, de forma pacífica, muchos cubanos reclamaron en los últimos meses medidas para aliviar las dificultades cotidianas que enfrentan. Y lamentó que para que el gobierno cediera hiciera falta una revuelta que dejó un muerto, decenas de heridos y un centenar de detenidos.
Además de la exención de impuestos para la entrada al país de alimentos y medicamentos, las autoridades anunciaron que las empresas estatales podrán fijar el salario de sus empleados según sus utilidades y habilitaron en forma temporal que cualquier cubano pueda instalarse en otra provincia del país sin perder los beneficios de la cartilla de racionamiento, lo que hasta ahora era imposible.
“Sin embargo, no (se) debe enmascarar la realidad profundamente política de las demandas de los manifestantes del 11 de julio, que deben ser escuchadas por el gobierno cubano”, dijo Cuesta, detenido durante las protestas del domingo y liberado el lunes.
El opositor recuerda que “lo que demandaron básicamente todos los manifestantes, sobre todo los jóvenes, fue libertad, libertad de expresión, cambio democrático y algo muy importante: elección directa del presidente de la República”.
Para el economista cubano Omar Everleny Pérez, las medidas anunciadas son “muy positivas” porque “dan un poco de alivio a la población”, obligada a hacer filas de varias horas cada día para encontrar alimentos y medicinas, y que sufre diarios cortes de electricidad.
El economista llama la atención sobre la composición heterogénea de las protestas: “hay gente que fueron desesperadamente a decirle al gobierno por favor, miren los apagones, miren lo que está pasado y otros grupos que pidieron libertad”.
“Allí se unieron toda la gente que tenía, de una u otra forma, un descontento y quería sacarlo a la luz”, precisa Pérez. (Con información de AFP y EFE).
Récord de muertes por COVID-19
Cuba marcó ayer jueves un nuevo máximo de muertes (67) en una jornada por Covid por segundo día consecutivo, lo que eleva la cifra de fallecidos a 1.726 desde marzo del año pasado cuando comenzó la pandemia en la isla.
El récord anterior de decesos se reportó el miércoles con 51, según el Ministerio de Salud Pública.
Las autoridades sanitarias notificaron ayer 6.479 positivos al SARS-Cov-2.
En los laboratorios se procesaron 45.721 muestras para detectar los casos de la jornada, de los cuales 56 fueron importados.
En los hospitales y centros de aislamiento están ingresadas 66.517 personas: 41.559 casos activos -129 críticos y 118 graves-, 17.368 con síntomas sospechosos y el resto en vigilancia epidemiológica.
La mayoría de lasredes sociales permanecían bloqueadasayer jueves en Cuba.
El observatorio de internet Netblocks reportó, en una actualización en Twitter de su informe sobre Cuba a raíz de las manifestaciones del domingo, que a las limitaciones en el uso de Facebook, WhatsApp y Twitter se han sumado restricciones en la plataforma de videos YouTube. “Las restricciones específicas podrían limitar el flujo de información desde Cuba tras las amplias protestas del domingo en las que miles de personas se manifestaron contra las políticas gubernamentales y la inflación. Las restricciones se mantienen este jueves por la mañana”, indica el informe de Netblocks.
El acceso a internet sí es posible en los parques wifi públicos y también, aunque con reportes de inestabilidad, en los servicios Nauta y ADSL en los domicilios, aunque pocos cubanos pueden permitirse aún una conexión en sus hogares debido a su elevado coste.
Las telecomunicaciones en Cuba dependen por completo del monopolio estatal ETECSA, que hace dos años y medio comenzó a ofrecer el servicio de datos en los teléfonos celulares. Dicho servicio quedó deshabilitado el domingo al extenderse las protestas, cuando miles de personas se lanzaron a las calles para reclamar por la falta de alimentos y medicinas y los cortes de luz.
El régimen cubano cortó internet para evitar que las manifestaciones se repitan.
"Ideología comunista fracasada"
La Casa Blanca recrudeció ayer jueves su discurso hacia el régimen cubano, al atribuir la crisis económica en la isla a la “ideología fracasada del comunismo”. La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, se pronunció así durante su rueda de prensa diaria, en la que un periodista de Fox News le preguntó si no era posible que las inéditas protestas del domingo en Cuba se debieran a que los cubanos están “hartos del comunismo”. “El comunismo es una ideología fracasada, y eso es algo que ciertamente creemos”, afirmó Psaki. “La ideología del Gobierno (cubano), que ha fracasado, ha llevado a una falta de acceso a oportunidades económicas, a suministros médicos y a la vacuna contra el COVID-19”, añadió la portavoz, que insinuó que todo eso es lo que motivó las protestas del domingo.