LEONARDO VALENTE | O GLOBO/GDA
El reciente aumento de las gastos militares, principalmente en Chile y Venezuela, despertó temores de que América del Sur estuviera protagonizando una carrera armamentista. Sin embargo, los especialistas afirman que, a pesar de las rivalidades existentes en la región, lo que acontece actualmente es un proceso de modernización de las Fuerzas Armadas, que por décadas vieron envejecer sus arsenales.
Chile lidera porcentualmente los gastos en modernización militar, con cerca de 3.000 millones de dólares al año. La llamada ley del cobre, principal materia prima del país, estipula que el 10% de las ganancias provenientes de las exportaciones de ese metal, deben ser destinados a las Fuerzas Armadas. Esta nación compró recientemente 16 cazas F-16 a los Estados Unidos, considerados de primera línea, tanques alemanes Leopardo 2, que están entre los mejores del mundo, e invierte en la profesionalización de sus tropas.
En Venezuela, a pesar de sufrir un boicot en la venta de armas por Estados Unidos, el gobierno gastó recientemente 2.200 millones de dólares en insumos militares. El año pasado fueron comprados en Rusia, entre otros armamentos, 24 cazas Sukhoi-30 y Sukhoi-35, cien mil fusiles Ak-103 y diez helicópteros de última generación. No se queda ahí. El presidente Hugo Chávez anunció recientemente que pretende desarrollar con tecnología extranjera misiles de corto alcance.
Sin embargo, los temores de que Caracas pueda intervenir militarmente en el continente, especialmente en Bolivia, como ya sugirió el propio Chávez por causa de la crisis interna de ese país, son descartados por los analistas.
"Venezuela no tiene condiciones de intervenir militarmente en Bolivia. Además de los problemas logísticos para ello, las condiciones internas del país y la legislación internacional no lo permiten", dice el docente y experto en relaciones internacionales, Luiz Alberto Moniz Bandeira.
TAMBIÉN BRASIL. Para el profesor Michael Radseck, investigador del Instituto de Estudios Iberoamericanos de Hamburgo, Alemania, la compra de equipamientos militares por Chávez responde mucho más a armar a la población civil, por medio de las milicias, que amenazar a sus vecinos.
"Él (Chávez) dice que pretende evitar una invasión estadounidense usando tácticas de guerrilla. Pero la verdad es que los aviones comprados a Rusia todavía no tienen en Venezuela pistas adecuadas para su aterrizaje y operación, y los fusiles no son útiles en guerras convencionales", afirmó. Sin embargo, esto no quiere decir que no hay nada de qué preocuparse. "Pueden sí aumentar la violencia en el país y favorecer el tráfico de armas en América del Sur, aumentando la criminalidad en otros países", añadió.
Perú y Ecuador también hicieron compras recientes de aviones y tanques y aumentaron sus presupuestos. Argentina ya envió especialistas en Defensa a Europa para estudiar las mejores alternativas de compras de armamentos, demostrando que también puede aumentar sus gastos en breve.
Brasil, que tiene el mayor presupuesto militar de la región (estimado en 6.000 millones de dólares), pero que venía perdiendo modernización en su equipamiento, en comparación con sus vecinos, anunció que también va a aumentar los gastos militares. Entre los planes está la construcción de un submarino con propulsión nuclear, un proyecto antiguo casi archivado, y la compra de equipamientos adecuados para monitorear la zona del Amazonas.
"Luego de décadas de juntar chatarra y reducir gastos, lo que observamos ahora es una corriente de nuevas adquisiciones, lo que es normal", dijo Radseck sobre el proceso actual.