CONFLICTO
En Alemania desbaratan una organización que pretendía tomar el Parlamento y dar un golpe de estado. El operativo para capturar a los conspiradores abarcó además Austria y a Italia.
La policía alemana desarticuló ayer martes una organización terrorista de carácter ultraderechista que planeaba la toma del Bundestag y un posterior golpe de Estado.
Un total de 25 ultraderechistas fueron detenidos en una macrooperación que se extendió por Alemania, Austria e Italia, de los cuales 22 son sospechosos de estar ideológicamente vinculados a los “Ciudadanos del Reich”, un movimiento que rechaza la legitimidad de la república federal alemana en base a teorías conspiratorias.
La organización estaba constituida por una especie de consejo ejecutivo y un brazo armado, informó Peter Frank, el fiscal general del Estado. Su objetivo era “destruir el orden democrático constitucional en Alemania a través de la violencia y de medios militares”, señaló Frank.
El consejo tenía previsto asumir las funciones del Gobierno tras el golpe de Estado y de él formaba parte, entre otros, una exdiputada del partido ultraderechista Alternativa por Alemania (AfD) que se iba a convertir en la nueva ministra de Justicia.
En el brazo armado participaban por lo menos tres individuos que en el pasado habían sido integrantes de las fuerzas armadas alemanas (Bundeswehr), uno de ellos miembro del Comando de Operaciones Espaciales o KSK.
El líder de la organización fue identificado como Heinrich K. R. y está entre los detenidos. Según los medios alemanes, el citado cabecilla es el aristócrata Enrique XIII, príncipe de Reuss, un empresario del sector inmobiliario y conocido por difundir tesis conspirativas y de carácter antisemita.
Según el semanario Der Spiegel, la agrupación, que comenzó a operar hace casi un año, era un conjunto variopinto en el que participaban entre otros un chef, un piloto, un maestro techador, un tenor y una doctora, y que se hacía asesorar por dos videntes.
Reichsbürger
Los llamados Reichsbürger (Ciudadanos del Reich) forman parte de un fenómeno heterogéneo desde el punto de vista organizativo e ideológico que se caracteriza por su rechazo fundamental de la República Federal de Alemania y su ordenamiento jurídico, según el Ministerio del Interior alemán.
A finales del año pasado, 21.000 personas pertenecían al círculo de los Reichsbürger, frente a 20.000 en 2020, de los cuales 2.100 eran considerados potencialmente violentos, según datos de la Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA) y la Oficina de Protección de la Constitución (BfV), los servicios secretos del Interior.
Contrariamente a las suposiciones generalizadas, solo una pequeña parte de este movimiento puede vincularse a la extrema derecha: así, se esti- ma que el año pasado 1.150 Reichsbürger pertenecían al espectro ultraderechista.
Algunos de los simpatizantes aluden al Reich alemán histórico y, en general, siguen patrones de argumentación de teorías conspirativas.
Los Reichsbürger tiene sus propias pasaportes, su propia moneda y se niegan a pagar impuestos y a obedecer disposiciones legales.
Se comprometen con la consecución de sus objetivos, aunque el movimiento es “fragmentario, complejo y confuso”, subraya el Ministerio.
Entre 2016 y 2021, unos 1.050 Reichsbürger vieron retirados sus permisos de armas y se estima que unos 500 poseen armas legalmente.