Retoman las evacuaciones por la explosividad del volcán de la isla La Palma

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El avance de la lava en La Palma es lento y no llegaría a la costa. Foto: AFP

ESPAÑA

Hay ya más de 6.100 evacuados, entre ellos 400 turistas, por una erupción que, según los especialistas, podría durar semanas.

El volcán de la isla La Palma presenta dos nuevas bocas eruptivas de las que manan coladas de lava y una mayor explosividad, lo que obligó ayer viernes a evacuar a los vecinos que aún permanecían en tres de las zonas más amenazadas.

Y es que la explosividad de la erupción del volcán de Cumbre Vieja, que comenzó el domingo pasado, se ha intensificado y se percibe en la mayor parte de La Palma, a lo que se suma un aumento de la expulsión de material piroclástico. Además, el volumen de emisión de cenizas se ha intensificado, hasta el punto de que las compañías aéreas que operan conexiones con La Palma desde otras islas del archipiélago suspendieron sus vuelos temporalmente.

Ante todo ello, la dirección del Plan Especial de Protección Civil ante Riesgo Volcánico (Pevolca) comenzó a evacuar a la población que aún permanecía en los barrios de Tajuya, Tacande de Arriba y Tacande de Abajo. Hay ya más de 6.100 evacuados, entre ellos 400 turistas, por una erupción que, según los especialistas, podría durar semanas.

En cambio, ya no existe la certeza de que la lava llegue al mar, porque la colada ha crecido de tal manera que su avance se ha ralentizado hasta unos pocos metros por hora.

Según las últimas mediciones del sistema de observación europeo Copernicus, la lava cubre 190,7 hectáreas y ha destruido a su paso 420 edificaciones y 15,2 kilómetros de carreteras, lo que supone que en solo dieciocho horas el magma ocupa 10,6 hectáreas más de terreno y ha devastado 30 inmuebles.

Estas cifras irán en aumento con toda probabilidad, dado que las estimaciones de Copernicus se basan en mediciones del jueves.

Por otra parte, los expertos indican que la colada más avanzada -la que alcanzó la zona de Todoque, de 1.200 habitantes- prácticamente no se mueve y no se sabe si finalmente llegará al mar.

Sin embargo, la que permanecía parada se ha reactivado (avanza a unos 12 metros por hora, aunque ha llegado a picos de 33 metros/hora) y transporta restos del cráter tras las explosiones del miércoles. Y las dos nuevas que fluyen desde el volcán desde ayer bajan a un ritmo de casi 80 metros por hora.

La columna eruptiva ha alcanzado una altura de 6 kilómetros sobre el nivel del mar y ya se han detectado cenizas finas en la próxima isla canaria de La Gomera, lo que no solo ha complicado el tráfico aéreo, sino que además ha obligado a cerrar los telescopios del Observatorio del Roque de Los Muchachos, en la cumbre de La Palma.

La sismicidad continúa en bajos niveles, aunque no se descarta la posibilidad de sismicidad sentida, y se siguen registrando temblores de tipo largo periodo, asociados a la actividad explosiva, al tiempo que se descarta que se produzca lluvia ácida por ahora.

Las deformaciones del suelo siguen mostrando una tendencia estable y la estimación de la tasa de emisión de dióxido de azufre (SO2) a la atmósfera continúa en tasas superiores a las 12.000 toneladas diarias.

Los daños que el volcán está causando en La Palma son cuantiosos, por lo que el presidente español Pedro Sánchez anunció que la isla será declarada en su totalidad “zona catastrófica” e informó de que el Ejecutivo aprobará ayudas inmediatas para los afectados.

Además, se va a comenzar a trabajar en un Plan de Reconstrucción a más largo plazo con varios frentes: desde el urbanismo y la vivienda hasta la reconstrucción de carreteras y redes de abastecimiento de energía y agua, y la puesta en marcha de un programa de relanzamiento turístico. 

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