Agencia EFE, AFP
La presencia de los líderes de la izquierda latinoamericana en la VIII cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), y la ausencia de otras tendencias, que finalizó en la víspera, marcó una clara diferencia entre los firmes alegatos de los discursos y las conclusiones.
Las críticas a la ofensiva israelí en Gaza y a las potencias dominantes como Estados Unidos se sucedieron el viernes durante la cumbre, pero las declaraciones acordadas a su término entre los 33 países miembros -de las que la agencia de noticias EFE pudo conseguir borradores, pero que no han sido hechas públicas- fueron bastante deslavazadas.
Los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro; Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; Colombia, Gustavo Petro; Cuba, Miguel Díaz-Canel; Honduras, Xiomara Castro, y Bolivia, Luis Arce; participaron en la cumbre celebrada en San Vicente y las Granadinas, cuyo Gobierno es del mismo perfil de izquierdas.
Por el contrario, países con Gobiernos de centro y de derechas como los de Javier Milei (Argentina), Santiago Peña (Paraguay), Daniel Noboa (Ecuador) y Luis Lacalle Pou (Uruguay) mandaron delegaciones encabezadas no por mandatarios, sino por vicecancilleres o embajadores.
Sobre esta marcada división, Lula da Silva lamentó que América Latina y el Caribe hayan vuelto hoy a ser “una región balcanizada” en la que “la intolerancia ganó fuerza” y se permite que “los conflictos se impongan”.
Divisiones
Lula da Silva y Maduro instaron al fin del “genocidio” en Gaza, asegurando el mandatario venezolano que la justicia internacional, en vez de proteger al pueblo palestino, solo sirve para “favorecer los intereses del imperialismo norteamericano, de Europa y de Occidente”.
También arremetió contra Occidente -acusando a EE.UU., la Unión Europea y el Reino Unido- Petro: “Nos vienen a enseñar democracia quienes son cómplices de un genocidio”, dijo el presidente colombiano a un reducido grupo de periodistas.
Con estas declaraciones, la Celac no logró alcanzar un consenso y el comunicado fue solo suscrito por 24 de los 33 países, pese a no ser excesivamente duro contra Israel. El texto apoya la resolución de la ONU para un inmediato alto el fuego humanitario en Gaza, pide la liberación de los rehenes y apoya la solución de dos Estados, entre otros puntos.
Lo firmaron Brasil, Colombia, Cuba, Venezuela, México, Honduras y Nicaragua, entre otros latinoamericanos, así como casi la totalidad de los caribeños, mientras que las ausencias más destacadas son precisamente las de Argentina, Paraguay, Ecuador y Uruguay.
El primer ministro de San Vicente y las Granadinas y anfitrión de la cumbre, Ralph Gonsalves, describió ese documento final sobre Gaza como de “insatisfacción mutua”.
Maduro
El Gobierno venezolano nunca confirmó su asistencia a la cumbre, pero Maduro aterrizó en San Vicente y las Granadinas unas horas antes del inicio oficial del evento.
Maduro se comprometió ante el mandatario brasileño a convocar elecciones en Venezuela en el segundo semestre del año y propuso a la Celac preparar una delegación de observadores internacionales que “se incorpore al proceso preparación, realización y desarrollo de los comicios presidenciales”.
El subsecretario de la cancillería uruguaya, Nicolás Albertoni, reclamó al gobierno venezolano que “vuelva a la senda democrática”. Según fuentes de Cancillería, Maduro se retiró de sala luego de las palabras de Albertoni.
Declaración
El borrador aborda temas institucionales de la Celac, estabilidad económica, seguridad alimentaria, cohesión social, integridad territorial, objetivos de desarrollo sostenible, salud, educación, ciencia, tecnología e innovación.
También incluye asuntos como cambio climático y mitigación de desastres, paz y seguridad mundial, pueblos afrodescendientes e indígenas, igualdad de género, crimen organizado trasnacional, transición energética y cooperación espacial. [EFE, AFP]
“Guyana tendrá que negociar”, dice Maduro
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aseguró ayer sábado que Guyana tendrá que negociar con su país luego de que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) emita su sentencia sobre la disputa territorial que mantienen ambas naciones, pues -reiteró- Caracas no reconoce la jurisdicción de ese tribunal. “Saque lo que saque la Corte, cuando lo saque, perdieron su tiempo, porque Venezuela estará en el mismo lugar, con la misma posición y tendrán que sentarse con nosotros a negociar”, afirmó.