La reunión del G20 estuvo marcada por la batalla diplomática entre Rusia y Occidente

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El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov. Foto: AFP.
Russian's Foreign Minister Sergei Lavrov arrives at the G20 Foreign Ministers' Meeting in Nusa Dua on the Indonesian resort island of Bali on July 8, 2022. (Photo by Willy Kurniawan / POOL / AFP)
WILLY KURNIAWAN/AFP fotos

EN BALI

El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, se retiró antes de que terminara la cumbre en Bali, Indonesia, debido a las constantes críticas que recibió su país.

Las tensiones por la guerra de Ucrania y la división en dos bloques de países en respuesta a la misma marcaron la reunión de ministros de Exteriores del G20, concluida este viernes en la isla de Bali, en Indonesia.

El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, se ausentó de varias intervenciones de sus homólogos del G20 en Indonesia, por las numerosas condenas por la invasión a Ucrania.

Los participantes expresaron “su profunda preocupación por las consecuencias humanitarias de la guerra” en Ucrania, dijo la ministra indonesia, Retno Marsudi, al clausurar la reunión del G20, en la isla de Bali. Pero el G20 no condenó unánimemente la invasión rusa y solo “algunos de sus miembros” lo hicieron, agregó.

Sin embargo, el secretario de estado de Estados Unidos, Antony Blinken, aseguró a los periodistas que “lo que hemos escuchado hoy es un gran coro de todo el mundo (...), sobre la necesidad de poner fin a la agresión” rusa.

Lavrov, que coincidió por primera vez con Blinken desde el inicio de la invasión rusa a fines de febrero, se ausentó durante su discurso.

Tampoco estuvo presente cuando habló el ministro ucraniano, Dmytro Kuleba, por videoconferencia, ni cuando tomó la palabra la ministra alemana, Annalena Baerbock, quien según fuentes diplomáticas afirmó que Lavrov “no está interesado en la cooperación internacional ni en el diálogo con sus otros socios”.

La ministra francesa, Catherine Colonna, dijo que “Rusia estaba tan aislada que Lavrov se fue de la conferencia a media jornada”.

El boicot completo a Lavrov se lo hicieron los ministros del G7 (Canadá, Francia, Italia, Alemania, Japón, Reino Unido y Estados Unidos) que no acudieron a la cena de bienvenida.

Salvo en esa ocasión, los ministros de Exteriores del G20 (Argentina, Australia, Brasil, Canadá, Francia, Alemania, India, Indonesia, Italia, Corea del Sur, Japón, México, Rusia, Arabia Saudí, Sudáfrica, Turquía, Reino Unido, Estados Unidos y la Unión Europea) participaron en todas las sesiones.

Los ministros de Exteriores de Brasil, Carlos Alberto França, y de Argentina, Santiago Cafiero, fueron de los pocos que mantuvieron reuniones bilaterales con el ruso Lavrov.

Rusia consideró que los países occidentales “fracasaron” en su tentativa de aislarla, según la portavoz del Ministerio ruso de Exteriores, Maria Zajárova.

En su intervención, Blinken denunció la responsabilidad de Rusia en la crisis alimentaria y energética mundial y pidió que autorice la salida de grano de Ucrania.

Lavrov, a su vez, afirmó que los países occidentales utilizaron al G20 para criticar a Rusia en lugar de abordar los grandes problemas mundiales.

La cita de Bali es el preludio de la cumbre de gobernantes que se realizará en noviembre en la isla indonesia, programada para discutir la recuperación mundial tras la pandemia del covid-19.

Pero la atención se la llevó la guerra por la invasión rusa de Ucrania, que sacudió los mercados mundiales, disparó los precios de alimentos y generó denuncias de crímenes de guerra rusos.

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