EFE, AFP/ Moscú, Washington
El ejército ruso asegura haber mejorado sus posiciones en el norte de la región ucraniana de Járkov (noreste), lo que se contradice con las afirmaciones de Kiev y de la inteligencia occidental de que dicho frente se ha estabilizado.

Según el parte de guerra del Ministerio de Defensa de Rusia, las unidades de la agrupación Séver (Norte) mejoraron sus posiciones “en la primera línea del frente”. Además, causaron bajas a las brigadas mecanizadas del enemigo en varias localidades de la región, incluido la principal ciudad de la zona, Vovchansk.

Al respecto, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenki, aseguró en su mensaje nocturno a la nación que “un resultado muy significativo es que el ejército ruso fracasó en su operación en Járkov”. “Ahora los estamos conteniendo al máximo y destruyendo las unidades rusas que entran en nuestro territorio y aterrorizan la región de Járkov”, afirmó.

En la misma línea, el jefe de la administración militar regional, Oleg Siniegúbov, aseguró en televisión que, “a pesar de la relativa disminución de la actividad en la línea del frente, los rusos siguen reagrupándose e intentando avanzar más profundamente en la región”.

El líder de la autoproclamada república popular de Donetsk, Ígor Pushilin, destacó en declaraciones a la agencia RIA Nóvosti que la ofensiva en Járkov ha obligado a Kiev a movilizar reservas de otras zonas del frente para repeler los ataques enemigos.

“No tenemos prisa. La liberación de cada localidad, incluso la más pequeña, está acompañada de duros combates. Pero, por supuesto, la ampliación del frente ha obligado al enemigo a realizar ciertos cambios en sus acciones”, dijo.

El presidente ruso, Vladímir Putin, aseguró el viernes que Moscú no se propone acelerar el ritmo de la actual ofensiva en diferentes partes del frente, ya que eso significaría incrementar también el número de bajas en sus filas.

Putin afirmó que el objetivo de la ofensiva en Járkov era crear una zona de seguridad que redujera los ataques de la artillería ucraniana contra las regiones fronterizas rusas, pero Moscú está aún lejos de lograr tanto el primero como el segundo objetivo.

En contraposición a declaraciones rusas, el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, informó que la ofensiva militar rusa alrededor de Járkov, “se encalló”. Sus afirmaciones de ayer ocurrieron después de que Washington levantara parcialmente las restricciones sobre el uso de armas estadounidenses para golpear Rusia.

“Quiero subrayar que esta ofensiva [rusa] en Járkov se encalló. Járkov sigue bajo amenaza, pero los rusos no pudieron hacer progresos materiales sobre el terreno en esa zona”, dijo.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, rechazó durante mucho tiempo que los ucranianos usaran las armas entregadas por Washington, contra territorio ruso. Pero el dirigente levantó finalmente las restricciones, bajo ciertas condiciones.

“No estamos autorizando ataques a 300 km dentro de Rusia ni ataques sobre Moscú, sobre el Kremlin”, insistió Biden en una entrevista publicada el jueves en ABC News.

Las fuerzas rusas lograron su mayor avance territorial en 18 meses con una gran ofensiva terrestre en la región de Járkov el mes pasado, capturando varios pueblos fronterizos ucranianos y obligando a miles de personas a abandonar sus hogares.

Mientras tanto, el presidente Zelenski pidió a aliados de Ucrania más apoyo para proteger a su país de los ataques rusos, que reconoce como “fuertes” en su avanzada.