Rusia volvió a lanzar ayer jueves bombardeos masivos contra Ucrania, en los que murieron una decena de personas y provocaron cortes de electricidad en varias provincias.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, denunció las “tácticas miserables” rusas, tras este ataque masivo con misiles que alcanzó 10 de las 27 regiones del país, entre ellas Kiev, y afectó a las infraestructuras energéticas. La defensa antiaérea derribó 34 de los 81 misiles lanzados por las fuerzas rusas, según el ejército ucraniano.
Desde octubre, tras varios reveses militares en el terreno, Rusia golpea instalaciones clave de Ucrania con misiles y drones, cortando los servicios de agua y electricidad de millones de personas, que se quedaron sin calefacción en invierno.
En estas últimas semanas los ataques habían sido menos importantes. Pero ayer por la madrugada, las autoridades ucranianas informaron de ataques en 10 regiones en el este, el sur y el oeste.
En la región de Leópolis (oeste), un disparo de “misil” en un barrio residencial mató al menos a cinco personas, según el gobernador regional.
Tres personas murieron en la ciudad de Jersón (sur) en bombardeos que alcanzaron un estación de transporte público, precisó el jefe de la administración presidencial, Andriy Yermak.
En Járkov, toda la ciudad se quedó sin electricidad, agua ni calefacción, según su alcalde.
Según la administración militar de la capital, “los cortes de electricidad de urgencia no permiten garantizar la calefacción a un 40% de los consumidores en Kiev”.
Tampoco contaba con suministro eléctrico la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa, ocupada desde hace meses por las tropas rusas.
“La última línea de comunicación entre la planta ocupada de Zaporiyia y el sistema eléctrico ucraniano fue cortado como resultado de un ataque con cohetes”, dijo el operador Energoatom. La empresa advirtió del riesgo de accidente en la planta, que opera actualmente con generadores a diésel, al no ser posible “recuperar la alimentación eléctrica externa de la central”.
Batalla por Bajmut
Estos ataques ocurren poco después de que los 27 ministros de Defensa de la Unión Europea (UE), reunidos con su par ucraniano, Oleksii Reznikov, negociaran un plan de suministro de misiles a Kiev por un valor de hasta 2.100 millones de dólares.
A mediados de febrero, Moscú lanzó un ataque “masivo” con decenas de misiles contra plantas de generación eléctrica que dejaron a Ucrania sin parte importante de su suministro eléctrico.
El jefe del grupo paramilitar ruso Wagner, Yevgueni Prigozhin, anunció el miércoles que había tomado la parte oriental de Bajmut, la ciudad del este de Ucrania que está en el centro de los más sangrientos combates desde hace meses.
Bajmut podría caer “en los próximos días”, advirtió el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, quien agregó que “esto no necesariamente refleja un punto de giro en la guerra”.
Pero responsables ucranianos, incluido Zelenski, consideraron que la caída simbólica de esta ciudad podría abrir una vía de avance ruso en el este y enviaron refuerzos a la zona.
Por su parte, el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, acusó ayer a Rusia de “aterrorizar” a la población ucraniana con sus ataques “bárbaros”, en alusión al bombardeo aéreo registrado durante la madrugada de ayer.
“Rusia no para sus ataques bárbaros y ha atacado infraestructura ucraniana, matando a civiles inocentes y causando serios daños”, dijo Borrell en rueda de prensa en Estocolmo al término de una reunión informal con los ministros de Cooperación de la UE.
En tanto, Estados Unidos calificó de “brutales e injustificados” los ataques rusos contra infraestructuras civiles en Ucrania.
Es “devastador ver estos ataques brutales e injustificados contra infraestructuras civiles en toda Ucrania”, dijo la vicesecretaria de prensa, Olivia Dalton, en declaraciones a periodistas a bordo del Air Force One.