AFP, Agencia EFE
Rusia admitió ayer sábado un ataque masivo contra la infraestructura militar ucraniana en vísperas de la reunión que EEUU celebrará con ambos bandos en Arabia Saudí y donde se abordará la implementación de una tregua.
La aviación táctica, la artillería y los drones rusos golpearon objetivos en 135 localidades del país vecino, según el parte de guerra del Ministerio de Defensa ruso.
“Se han atacado instalaciones de la infraestructura militar, desde aeródromos a almacenes de munición y lugares de concentración de tropas y equipos militares”, precisa la nota castrense en Telegram.
En los ataques las fuerzas rusas derribaron, además de cinco bombas aéreas y cinco proyectiles Himars, un caza Mig-29.
Las Fuerzas Aéreas Ucranianas estimaron en casi 200 los drones lanzados por el enemigo, de los que casi un tercio eran drones imitadores o señuelos.
Por su parte, Rusia dijo haber derribado la pasada noche casi medio centenar de drones ucranianos, uno de los cuales alcanzó un edificio de viviendas en la región sureña de Rostov.
Moscú declaró esta semana una tregua energética unilateral, que Kiev no ha aceptado, ya que está a expensas de las negociaciones que EEUU celebrará con ambas partes a nivel de expertos en Arabia Saudí mañana lunes, según el Kremlin.
El Kremlin informó que en Riad se abordará una posible tregua en el mar Negro, asunto que fue acordado por los presidente ruso, Vladímir Putin, y estadounidense, Donald Trump, en su conversación telefónica del pasado martes.
El presidente Zelenski, quiere que la tregua incluya a toda la infraestructura civil, no sólo a la energética, y ha entregado una lista al respecto a EEUU que debe ser cotejada por Moscú. Aseguró que los drones seguirán atacando objetivos en territorio ruso mientras dicha tregua no sea plasmada por escrito.
Amenaza rusa
Rusia advirtió ayer domingo a Ucrania que responderá si continúa los ataques contra la infraestructura energética en territorio ruso, pese a la tregua que Moscú declaró esta semana. “Advertimos con firmeza que si el régimen de Kiev continúa su línea destructiva, la parte rusa se arroga el derecho a responder, incluido de manera simétrica”, dijo María Zajárova, portavoz de Exteriores, en un comunicado colgado en la página web ministerial.
Denunció que Kiev prosige sus ataques “traicioneros” pese al acuerdo alcanzado con EEUU, que “Kiev, aparentemente, apoyó”.
Recordó los ataques esta semana contra instalaciones en las regiones de Kursk y Krasnodar, donde alcanzó una estación compresora de gas y un depósito de petróleo, respectivamente.
“Es evidente que con dichos actos Kiev demuestra de nuevo su incapacidad de cumplir acuerdos, al igual que falta de voluntad de lograr la paz”, apuntó. Y acusó a Kiev, al igual que hiciera en 2022 -tras el principio de acuerdo en Estambul-, de apostar por las provocaciones para “torpedear el proceso de paz”.
Hasta ahora, según el Kremlin, el presidente Vladímir Putin no ha revocado la orden de cesar los ataques y continúan los bombardeos masivos contra otro tipo de infraestructura en el país vecino.
EEUU, bajo la presidencia de Donald Trump, ha dicho en campaña que era capaz de detener esa guerra en pocos días, pero aún no ha ocurrido. Sin embargo, la reunión del lunes podría marcar avances en esa línea.
Reunión de las partes con EE.UU. en Arabia Saudí
Rusia espera “algunos avances” sobre el conflicto con Ucrania en las negociaciones previstas para mañana lunes en Arabia Saudita con los estadounidenses, dijo Grigory Karasin, uno de los dos negociadores enviados por Vladimir Putin. Durante estas discusiones, los enviados de Estados Unidos se reunirán por separado con representantes ucranianos y rusos, para intentar alcanzar un acuerdo sobre una tregua en los ataques contra las infraestructuras energéticas de ambos bandos, después de tres años de ofensiva rusa que ha causado decenas de miles de muertos.
Ucrania, presionada por el gobierno de Trump, asegura que sigue “dispuesta” a un alto al fuego total, una opción que Vladimir Putin ve difícil por el momento mientras las fuerzas ucranianas estén en suelo ruso en la región fronteriza de Kursk.