AFP/ EFE
El presidente ruso, Vladimir Putin, declaró ayer viernes que Rusia debería empezar a producir misiles de medio y corto alcance prohibidos por un tratado con Estados Unidos, que ya no está en vigor.
“Parece que debemos empezar a producir estos sistemas de bombardeo”, señaló el presidente ruso en una reunión con altos cargos de seguridad.
En su declaración, Putin hace referencia a misiles de un alcance de entre 500 y 5.500 kilómetros, que estaban sujetos a controles en virtud a un acuerdo que databa del final de la Guerra Fría.
Estados Unidos se retiró en 2019 de este Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio (INF), alegando que Moscú no lo respetaba.
Rusia aseguró en ese momento que cumpliría una moratoria en la producción de estas armas, si los estadounidenses no las desplegaban a una distancia que pudiera alcanzar su territorio.
Putin afirmó que Estados Unidos comenzó a usar este tipo de misiles recientemente durante ejercicios de entrenamiento en Dinamarca.
Varios tratados alcanzados durante la Guerra Fría entre Estados Unidos y la desaparecida URSS para limitar la carrera nuclear fueron rescindidos en los últimos años.
Rusia suspendió el año pasado su participación en el tratado Nuevo START sobre el armamento nuclear estratégico.
Estados Unidos, por su parte, entregó a Ucrania misiles de corto alcance para apoyarla frente a la invasión rusa, iniciada en febrero de 2022.
El mes pasado, Estados Unidos levantó parcialmente la prohibición para que Ucrania usara estas armas contra objetivos en territorio ruso.
Amenaza a la OTAN
Rusia amenazó ayer viernes a las potencias occidentales con una “confrontación directa”, debido a la “intensificación” de los vuelos de drones militares estadounidenses sobre el mar Negro, unos días después de un bombardeo ucraniano en la anexionada península de Crimea.
Rusia considera que Estados Unidos y sus aliados se convirtieron en parte del conflicto en Ucrania debido a la asistencia militar que dan a este país y la autorización a emplear misiles de largo alcance contra territorio ruso.
Los vuelos de drones estadounidenses sobre el mar Negro “aumentan la probabilidad de incidentes en el espacio aéreo con aviones de las fuerzas aeroespaciales rusas, lo que incrementa el riesgo de una confrontación directa entre la Alianza (Atlántica) y la Federación de Rusia”, denunció el Ministerio de Defensa ruso en un comunicado.
“Los países de la OTAN serían los responsables”, advirtió, precisando que el ministro de Defensa, Andréi Beloúsov, ordenó al ejército “tomar medidas para responder rápidamente a las provocaciones”.
El ministerio afirmó haber observado un aumento del número de “vehículos aéreos estratégicos no tripulados estadounidenses sobre las aguas del mar Negro”, y acusó a Washington de usar esos vuelos para ayudar a Ucrania a atacar objetivos rusos.
Tras negarse durante mucho tiempo por temor a provocar una escalada, Estados Unidos y las potencias europeas empezaron a autorizar a Ucrania a usar, bajo ciertas condiciones, armas de precisión occidentales para destruir emplazamientos y sistemas utilizados para bombardear a Ucrania desde territorio ruso.
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