GUERRA
En paralelo, sigue movilizando a sus reservistas, para reclutar 300.000 combatientes con los que apoyar su invasión.
Rusia reiteró este martes su amenaza de utilizar armas nucleares, en el último día de los referendos para anexionarse cuatro territorios bajo su control en Ucrania, donde el "sí" se imponía en estos comicios denunciados enérgicamente por Occidente.
Las autoridades prorrusas reivindicaron la victoria del "sí" a la unión con Rusia en las dos regiones del sur de Ucrania donde se celebraron los referendos, Jersón y Zaporiyia, bajo control de Moscú. Los porcentajes de apoyo fueron un 87% y un 93% respectivamente, según anunciaron tras contar todas las papeletas.
Las otras dos regiones concernidas son Donetsk y Lugansk, en el este de Ucrania, donde las autoridades prorrusas también le daban ventaja al "sí".
El ministro ucraniano de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba, minimizó el valor de estos referendos, que no cambiarán "nuestras acciones en el terreno militar".
Los aliados de Ucrania denunciaron los referendos, organizados de manera expeditiva ante el avance de las fuerzas de Kiev, que con el apoyo de las armas occidentales recuperó miles de kilómetros cuadrados a los rusos desde inicios de septiembre.
El G7 juró que "nunca reconocerá" los resultados, una fórmula reiterada este miércoles por el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken.
"Nosotros y muchos otros países lo hemos dejado claro. No lo haremos, nunca reconoceremos la anexión del territorio ucraniano por parte de Rusia", declaró Blinken en rueda de prensa.
La OTAN afirmó que los referendos son una "violación flagrante del derecho internacional", e Israel avisó de que no reconocerá tampoco los resultados de los referendos.
Francia calificó de "mascarada" los referendos, y su ministra de Exteriores, Catherine Colonna, declaró desde Kiev, donde estuvo de visita este martes, que para que la guerra concluya será necesaria "una mejor correlación de fuerzas entre Rusia y Ucrania".
Igualmente, la ONU dijo apoyar "la integridad territorial de Ucrania" en sus fronteras "reconocidas".
El presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que estos referendos pretenden "salvar a las poblaciones" que residen en estos territorios, que representan algo más del 20% de la superficie ucraniana.
"Para que la guerra se acabe"
En Crimea, península anexionada en 2014 por Rusia, se abrieron también oficinas electorales para los refugiados de la región de Donetsk, parcialmente controlada por Moscú y sus aliados separatistas prorrusos.
"Con mi voto quiero intentar hacer una pequeña contribución para que la guerra se termine", dijo a AFP Galina Korsakova, de 63 años. "Tengo muchas ganas de volver a mi casa", apostilló.
"Espero que la gente de a pie y los trabajadores recobren la paz y la estabilidad", abundó Ruslan Yushkevich, un mecánico de 37 años oriundo de Mariupol, una ciudad portuaria en gran parte destruida por los feroces combates de esta primavera.
Para enfatizar su celo sobre los nuevos territorios, Moscú amenazó de nuevo este martes con recurrir al arma nuclear.
"Rusia tiene derecho a usar el arma atómica, en caso de que sea necesario", afirmó el expresidente ruso y ahora número dos del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvedev.
Una posición confirmada por el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, quien recordó que la doctrina militar rusa contempla la posibilidad de responder con armas nucleares en caso de ataques al territorio ruso.
Éxodo de rusos
En paralelo, Rusia sigue movilizando a sus reservistas, para reclutar 300.000 combatientes con los que apoyar su invasión.
En Crimea, una periodista de AFP vio filas de hombres movilizados, vestidos de militares y Kalashnikov en mano, esperando su turno para subir a unos autobuses, mientras sus familiares los despedían con lágrimas en los ojos.
La campaña de reclutamiento, por momentos caótica, empujó a miles de rusos a huir del país, un éxodo confirmado este martes por dos países vecinos, Georgia y Kazajistán. También son numerosas las llegadas a Finlandia y Mongolia.
Georgia dio parte de 10.000 rusos cruzando la frontera cada día desde el anuncio de la movilización, más del doble de lo normal. Kazajistán indicó que 98.000 ciudadanos rusos llegaron desde el 21 de septiembre.
"Llovía y hacía frío, pero seis horas de espera es una cosa razonable, a la vista de las circunstancias", dijo a la AFP por teléfono Fiodor, un moscovita que llegó a la frontera con Kazajistán después de casi dos días de viaje y una espera de varias horas para acceder a este país de Asia Central.
Según cuenta no estaba en la lista de los 300.000 reservistas, pero prefirió marcharse de Moscú "por precaución" y ante el "caos total" reinante.
En la UE, unos 66.000 ciudadanos rusos entraron en la semana del 19 al 25 de septiembre, un 30% más que la semana anterior, según la agencia europea de fronteras Frontex.
Fugas en Nord Stream
Al mismo tiempo, los gasoductos Nord Stream 1 y 2, que llevan gas ruso a Alemania, sufrieron unas importantes fugas precedidas de explosiones debidas a "actos deliberados", según el gobierno de Dinamarca.
Los dos gasoductos, en el mar Báltico, se encontraban fuera de servicio, pero estaban llenos de gas.
Según sismólogos suecos, justo antes de observarse las fugas se registraron dos explosiones submarinas, debidas "con una probabilidad muy grande a algún tipo de detonación".
Ucrania dijo que probablemente se trate de un "ataque terrorista" planificado por Moscú contra la Unión Europea. Rusia se dijo "extremadamente preocupada" y afirmó no descartar "ninguna" hipótesis, incluido un sabotaje.