Rusia traslada a uno de sus “traidores” a una cárcel de máxima seguridad en Siberia

El periodista de The Washington Post, Vladimir Kara-Murza, fue condenado a 25 años de prisión. Es uno de los principales contrarios al régimen y tiene doble nacionalidad: rusa y británica.

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Vladimir Kara-Murza,
Vladimir Kara-Murza, periodista de The Washington Post, fue condenado a 25 años de prisión.
Natalia Kolesnikova/AFP via Getty Images

AFP/EFE
El opositor ruso Vladimir Kara-Murza, condenado a 25 años de cárcel acusado de “traición” y por denunciar la ofensiva de Moscú contra Ucrania, llegó a la colonia penal de alta seguridad de Omsk, en Siberia, para cumplir su pena, informó ayer su abogado.

Considerado como uno de los principales detractores de Vladimir Putin, Kara-Murza, que tiene doble nacionalidad rusa y británica, fue condenado en abril a una pena sin precedentes, por lo que líderes internacionales y simpatizantes piden su liberación.

“Vladimir Kara-Murza fue trasladado a la colonia penal de máxima seguridad IK-6 de Omsk para cumplir su condena”, declaró su abogado, Vadim Prójorov, en Facebook. “Fue llevado de inmediato a una celda de aislamiento”, detalló.

Omsk está a unos 2.700 kilómetros al este de Moscú. El sistema penal ruso suele tardar semanas en trasladar a los presos a las cárceles más alejadas del país, y a menudo se desconoce el paradero de un preso en tránsito, que hace escala en varias cárceles por el camino.

“El viaje de Moscú a Omsk, en el siglo XXI, duró no menos de tres semanas”, dijo con ironía Prójorov, afirmando que permaneció “varios días” en una celda de aislamiento en la ciudad de Samara, en el centro del país.

El abogado advirtió que recluir a Kara-Murza, periodista de 42 años, en este tipo de celdas pone en peligro su frágil salud.

Los abogados y la familia del opositor afirman que padece una enfermedad nerviosa llamada polineuropatía debido a dos intentos de envenenamiento.

Kara-Murza fue declarado culpable de difundir “información falsa” sobre el ejército ruso y de tener vínculos con una “organización indeseable” en un juicio a puerta cerrada.

Las autoridades penitenciarias rusas ordenaron el traslado del opositor sin esperar a que la Justicia se pronunciara sobre un recurso de casación presentado por su defensa.

Recientemente, la esposa de Kara-Murzá, Yevguenia, denunció en la red social X, antes Twitter, que el traslado se consumó en secreto y en vísperas del 42 cumpleaños del periodista opositor para que éste no recibiera “mensajes de apoyo desde todo el mundo”·

El periodista Kara-Murza fue declarado culpable en un juicio a puerta cerrada

La Embajada de Estados Unidos en Moscú ha condenado la persecución política del opositor, proceso que considera “políticamente motivado”.

Washington demandó “la liberación inmediata del señor Kara-Murzá y la de más de 600 presos políticos en Rusia”.

La oposición considera que el Kremlin se la tenía jurada desde hace años a Kara-Murzá, uno de los iniciadores de la Ley Magnitski, la primera lista de sanciones contra el Kremlin, pese a lo que éste regresó a principios de año a Rusia.

Kara-Murzá, que escribía artículos de opinión para medios como “The Washington Post”, fue detenido en abril por presuntamente colaborar con países de la OTAN y desacreditar a las Fuerzas Armadas en un discurso pronunciado en la Cámara de Representantes de Arizona (EEUU) el 15 de marzo.

Considerado preso de conciencia por Amnistía Internacional, fue distinguido con el Premio Václav Havel de Derechos Humanos 2022 otorgado por el Consejo de Europa.

Servicio secreto

Mientras las autoridades rusas llevaban a Kara-Murza a lo más recóndito de Siberia, un dron ucraniano atacó un edificio administrativo en el centro de la ciudad de Kursk, en el sur de Rusia.

Luego se informó que el edificio administrativo atacado pertenece a los servicios secretos rusos o FSB, según fuentes de la inteligencia ucraniana citadas en los medios de ese país.

Un oficial anónimo de la Dirección Principal de Inteligencia del Ministerio de Defensa proporcionó esta información a la agencia RBC-Ucrania y puso en duda que los daños sufridos fueran de carácter leve, tal y como afirmó el gobernador de Kursk, Román Staravoit.

RBC-Ucrania difundió también un vídeo que circula en redes sociales en el que puede verse una columna de humo negro sobre Kursk, la capital de la provincia homónima.

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