A pie tras el sueño americano
Ya suman casi 12.000 y les quedan semanas de caminata antes de llegar a Estados Unidos.
Las caravanas de miles de migrantes centroamericanos avanzan lentamente a pie. A los que llevan la delantera les quedan aún varias semanas antes de llegar a la frontera con Estados Unidos. Por ahora los migrantes que han entrado a México son alrededor de 11.500, divididos en cuatro grupos, dos de hondureños y dos de salvadoreños, principalmente.
Un primer grupo, de unos 7.000 hondureños, entró a México el 19 de octubre y ahora transitan por el estado de Oaxaca. A este grupo se sumaron unas 2.000 personas que ingresaron el 29 de octubre y que permanecen en Chiapas.
Los migrantes no tienen una ruta definida por dónde transitar en México y su paso por el estado de Chiapas prácticamente lo hicieron a pie, con caminatas en promedio de 40 kilómetros por día. La ruta más corta hacia Estados Unidos es de 1.450 kilómetros pasando por los estados de Chiapas, Oaxaca, Veracruz y Tamaulipas hasta llegar a Texas.
El 6 de noviembre en Estados Unidos se llevarán a cabo elecciones legislativas en las que se renovará la Cámara de Representantes y un tercio del Senado, además de 36 gobernaciones y otros cargos estatales y locales. Las caravanas migrantes están siendo utilizadas por el presidente Donald Trump como un arma electoral. Trump ha acusado al Partido Demócrata y a los gobiernos de Guatemala, Honduras y El Salvador de fomentar estas caravanas, que según él integran "muchos criminales".
La mayoría huye de la violencia de género y de las bandas, la extorsión, la pobreza y un acceso limitado a la educación de calidad y los servicios sociales en sus países.
Trump dijo ayer viernes que los inmigrantes ilegales que tiren piedras contra los soldados serán arrestados, pero que las tropas no les dispararán. Trump hizo estas declaraciones un día después de sugerir que los militares podrían disparar contra los integrantes si lanzan piedras contra los soldados desplegados en la frontera con México.
El mandatario estadounidense ha endurecido su posición sobre la inmigración antes de las elecciones de la próxima semana, en la que los republicanos buscan mantener el control de las dos cámaras del Congreso. El Pentágono dijo el lunes que había desplegado más de 5.200 soldados en la frontera después de que Trump anunció en Twitter el envío de militares. Dos días después, el presidente afirmó que Estados Unidos podría enviar hasta 15.000 soldados a la frontera, más de los que hay actualmente en Afganistán.
Trump dijo el jueves que su Gobierno planea exigir que quienes buscan asilo en Estados Unidos lleguen a través de un punto de ingreso legal, impulsando una línea dura en temas de inmigración antes de las elecciones legislativas de la próxima semana.
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