PREOCUPACIÓN
Hasta el momento, el huracán dejó cinco muertos: uno en el territorio francés de ultramar de Guadalupe, dos en Puerto Rico y otros dos en República Dominicana.
El huracán Fiona azotó este martes las islas Turcas y Caicos en el Caribe después de causar varios muertos, inundaciones y graves daños materiales a su paso por Puerto Rico y República Dominicana.
El huracán de categoría 3 Fiona aumentó la fuerza de sus vientos en las últimas horas y continúa produciendo fuertes vientos y lluvias sobre porciones de las islas Turcas y Caicos, de donde se alejará a partir de esta noche para acercarse el jueves a las islas Bermudas, informó del Centro Nacional de Huracanes (NHC, en inglés) estadounidense.
Un avión caza-huracanes de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOOA, en inglés) de Estados Unidos, que sobrevoló el huracán, confirmó esta noche el aumento de la fuerza de los vientos, máximos sostenidos, actualmente de 125 millas por hora (205 km/h), llegando casi a la categoría 4.
“El huracán Fiona ha demostrado ser una tormenta impredecible”, dijo Anya Williams, vicegobernadora de Turcas y Caicos, territorio británico de ultramar. Sin embargo, las fuertes lluvias y vientos del temporal no causaron víctimas ni heridos graves en las islas Turcas y Caicos.
Hasta el momento, el huracán dejó cinco muertos: uno en el territorio francés de ultramar de Guadalupe, dos en Puerto Rico y otros dos en República Dominicana.
El presidente dominicano, Luis Abinader, declaró tres provincias del país como zonas de desastre: La Altagracia, hogar del popular balneario de Punta Cana; El Seibo y Hato Mayor.
Varias carreteras quedaron inundadas o cortadas por la caída de árboles o postes eléctricos en los alrededores de Punta Cana, donde se cortó el suministro de luz.
Las imágenes de los medios locales mostraron a los residentes de la ciudad de Higüey, en la costa este, con el agua hasta la cintura, tratando de salvar sus pertenencias personales.
En Puerto Rico, donde el huracán tocó tierra el domingo, el gobernador Pedro Pierluisi calificó ayer martes de “devastadores” los estragos causados por el temporal. “Esto es duro, hay muchos daños y aún estamos evaluando el alcance de los mismos”, dijo.
Fiona provocó deslizamientos de tierra, bloqueó de carreteras y derribó árboles, líneas eléctricas y puentes a su paso por la isla de tres millones de habitantes, un territorio libre asociado a Estados Unidos.
Ayer martes por la tarde, apenas 300.000 usuarios tenían luz en sus hogares (un 20% del total) después del apagón general provocado por la tormen- ta el domingo, informaron las autoridades.
Y unas 760.000 personas carecían de agua potable.
Después de años de problemas financieros y recesión, en 2017 Puerto Rico declaró la quiebra, la mayor jamás realizada por una administración local de Estados Unidos.
Más tarde ese año, el doble golpe de dos huracanes, Irma y María, profundizó la miseria, devastando la red eléctrica en la isla, que ha sufrido graves problemas de infraestructura durante años.
La red eléctrica se privatizó en junio de 2021 en un esfuerzo por resolver el tema de los apagones, pero el problema persiste y toda la isla se quedó sin luz a principios de este año.
Pierluisi anunció ayer que pedirá al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, una declaración de “desastre mayor” para la isla por los estragos causados por el huracán Fiona.