PAUL MANAFORT

El exjefe de campaña de Donald Trump, Paul Manafort (69), fue sentenciado ayer miércoles a 43 meses más de prisión por cargos de conspiración en un caso derivado de la investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre el papel de Rusia en la elección estadounidense de 2016.

Esta sentencia impuesta por la jueza Amy Jackson se produce seis días después de que otro juez condenara a Manafort a 47 meses de prisión en un caso de fraude bancario y evasión fiscal.

A diferencia de la audiencia de la semana pasada, Manafort afirmó que lamentaba sus acciones, pero para Jackson su remordimiento sonó vacío. "Decir lo siento, me atraparon no es una declaración inspiradora de indulgencia", dijo la jueza a Manafort, quien fue llevado al tribunal en silla de ruedas debido a que padece de gota.

Jackson sentenció a Manafort, un veterano operador político republicano que ganó millones de dólares trabajando para políticos prorrusos en Ucrania, por dos cargos de conspiración en los que se declaró culpable en septiembre de 2018.

A Manafort se le sumó además otro caso también ayer: fue acusado de fraude, esta vez por falsificar documentos para obtener millonarios préstamos hipotecarios. "Nadie está por encima de la ley en Nueva York", dijo el fiscal de Manhattan Cyrus Vance, tras anunciar los 16 cargos estatales contra Manafort.

Trump ha dicho que Manafort es un hombre "valiente" que ha estado pasando por un "momento muy difícil" y que "se siente muy mal" por él. Trump dijo ayer miércoles sentirse "muy mal" por su exjefe de campaña. "En términos humanos es algo muy triste", dijo Trump a periodistas en la Casa Blanca.

El mandatario no descartó un indulto para quien dirigió a su equipo de campaña electoral durante dos meses, diciendo simplemente: "Ni siquiera lo pensé".

Aunque Trump podría concederle una amnistía por sus delitos federales, si Manafort es hallado culpable de los 16 cargos presentados en su contra ante la Suprema Corte de Justicia de Nueva York no podrá librarse de la cárcel, ya que el presidente carece de autoridad sobre los crímenes estatales. Por estos nuevos cargos enfrenta hasta 25 años de prisión.