ESPAÑA

A diez años del fin de la lucha armada de ETA, los herederos de su brazo político reconocieron ayer lunes sin ambigüedad “el dolor” causado a las víctimas por parte de la organización terrorista vasca.

“Transitar hacia una paz justa y duradera necesita del reconocimiento y reparación de todas, absolutamente todas las víctimas. No nos olvidamos de ningunas de ellas”, declaró el coordinador de la coalición independentista vasca Bildu, Arnaldo Otegi, exmilitante de ETA. “Hoy queremos hacer una mención específica a las víctimas causadas por la violencia de ETA. Queremos trasladarles nuestro pesar y dolor por el sufrimiento padecido (...) Queremos decirles de corazón que sentimos enormemente su sufrimiento”, indicó.

“Sentimos su dolor (...) el mismo nunca debió haberse producido, a nadie puede satisfacer que todo aquello sucediera, ni que se hubiera prolongado tanto en el tiempo. Desgraciadamente, el pasado no tiene remedio, nada de lo que digamos puede deshacer el daño causado”, continuó.

Esta declaración se produce antes del décimo aniversario del anuncio de ETA, el 20 de octubre de 2011, de que abandonaba la lucha armada. A la organización, calificada como terrorista por la Unión Europea, se le atribuyen más de 850 muertos en cuatro décadas de violencia.

ETA anunció su disolución definitiva el 3 de mayo de 2018, pocos días después de haber pedido perdón a las víctimas.

Pero dicha solicitud suscitó polémica, ya que fue dirigida específicamente a aquellas víctimas “que no tenían una participación directa en el conflicto”, es decir, víctimas civiles pero no miembros de cuerpos de seguridad o políticos.

La declaración de Otegi sería entonces una primera petición de perdón sin ambigüedad de la izquierda abertzale (separatismo vasco) a todas las víctimas de ETA.

Un gesto saludado por el Partido Socialista del presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, que aplaudió en Twitter que la izquierda separatista haya reconocido “el sufrimiento” de las víctimas y se comprometa “a mitigarlo”.

“Hoy la izquierda abertzale ha dado un paso sin precedentes poniendo en el centro el dolor de las víctimas de ETA, reconociendo que nunca debió producirse”, tuiteó de su lado Ione Belarra, secretaria general del partido de izquierda radical de Podemos, socio de los socialistas en el gobierno.

Pero mostrando que el tema sigue siendo sensible, el mensaje de Otegi suscitó críticas por parte del derechista Partido Popular (PP). “Otegi no es un hombre de paz sino un terrorista”, señaló su líder, Pablo Casado, quien pidió a Bildu “colaborar para resolver 300 asesinatos” aún por dilucidar de ETA.

Otegi y el secretario general del partido vasco Sortu, Arkaitz Rodríguez, reconocieron a las víctimas de ETA en una declaración leída en el Palacio de Aiete de San Sebastián. De cinco puntos y titulada Declaración del Dieciocho de Octubre, fue leída primero en euskera por Rodríguez y después por Otegi en castellano.

Las víctimas de ETA han coincidido en que el pronunciamiento de la izquierda abertzale al reconocer el daño causado por la banda terrorista es insuficiente y le han exigido más pasos, como la condena del terrorismo etarra, que los presos ayuden a esclarecer crímenes que siguen sin resolver o que acaben los homenajes a los etarras excarcelados. La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) ha reclamado a Otegi que pida a los reclusos de la banda que “colaboren con la Justicia”, la misma exigencia que ha hecho Vox tras conocerse la declaración de hoy.

La asociación Dignidad y Justicia valoró negativamente las manifestaciones de la izquierda abertzale. Son “un perdón que no se cree nadie”, afirmó el presidente de esta asociación, Dani Portero. El Colectivo de Víctimas del terrorismo (Covite), en cambio, puso en valor las palabras de Otegi porque suponen “un salto cualitativo” y “una novedad evidente”. “Valoramos positivamente”, dijo la presidenta de Covite, Consuelo Ordóñez, “el reconocimiento del daño personal causado por ETA a las víctimas y que ETA nunca debió haber existido”.