Redacción El País
La reunión de ministros de Economía del G20 concluyó ayer jueves, en San Pablo, sin una declaración final por serias divergencias sobre las guerras en curso, como en Ucrania y en Gaza, que “han contaminado” las discusiones. El ministro de Hacienda de Brasil, Fernando Haddad, atribuyó la falta de acuerdo a la “insistencia” de “algunos miembros del G20”, que no especificó, de hacer referencia a la “cuestión geopolítica” en la frustrada declaración conjunta.
“Llegamos muy cerca (...) fue casi por una palabra”, subrayó Haddad en una rueda de prensa al término de la cita, que se celebró entre este miércoles y jueves en el Pabellón de la Bienal de la ciudad de San Pablo.
Brasil, que este año ostenta la presidencia rotativa del G20 que reúne a las mayores economías del planeta, entre ellas Estados Unidos, China y Rusia, quiso en todo momento centrarse en el debate económico y “dejar de lado” las tensiones geopolíticas, que a juicio de Haddad “no tenían que ser tratadas” entre los ministros de Economía.
“Teníamos la esperanza de que temas más sensibles, relativos a la geopolítica, fueran debatidos exclusivamente en el ámbito diplomático”, pero como en la reunión de cancilleres del G20 de la semana pasada, en Río de Janeiro, “no se llegó a una redacción común, eso acabó contaminando el establecimiento de un consenso en la nuestra”, explicó Haddad.
No obstante, destacó que en los “temas eminentemente económicos” hubo un acuerdo “total” entre los países miembro, con especial aceptación del combate a las crecientes desigualdades, propuesto por el Gobierno brasileño.
Así, las guerras de Ucrania, que se extiende desde hace dos años, y Gaza desde octubre, han empañado una cita que tampoco terminó con un pacto en relación a la creación de un impuesto a las grandes fortunas, otra aspiración de Brasil.
Desde el primer momento, países como Estados Unidos, Francia y Alemania habían colocado los conflictos en esas regiones como parte central de sus declaraciones en este G20, frente al mutismo de los emergentes.
Ayer jueves, el ministro de Finanzas de Alemania, Christian Lindner, afirmó a los periodistas que no se podían “dejar de lado” las guerras y supeditó la aprobación del comunicado final a que se mencionasen para que “no se produzca un cierto efecto de normalización”. (EFE)