AFP
La acusación, que se dio a conocer hoy en la corte federal para el distrito sur de Nueva York, en Manhattan, a solo unos pasos de la Alcaldía, convierte a Eric Adams, exsenador estatal y excapitán de la Policía, en el primer alcalde de esta ciudad en ser imputado mientras está en funciones.
Los cargos fueron presentados después de que recientemente los fiscales federales exigieran a la Alcaldía que revelara todas las comunicaciones entre la administración de Adams con Turquía y otros cinco países.
Adams negó reiteradamente haber hecho algo indebido, y además aseguró que se defenderá y que no renunciará, aunque la gobernadora del estado, Kathy Hochul, tiene potestad para destituirlo, luego de un proceso que comenzaría con suspenderlo durante 30 días y darle la oportunidad de escucharle en su defensa.
Según la acusación de 57 páginas, tras convertirse Adams en presidente del condado de Brooklyn en 2014, y por cerca de una década hasta llegar a la alcaldía, "buscó y aceptó beneficios valiosos e indebidos", como viajes internacionales de lujo, incluso de empresarios extranjeros adinerados y al menos de un funcionario del gobierno turco que buscaba tener influencia sobre él.
Indica además que en 2018, tras dar a conocer su intención de ser candidato a la alcaldía, aceptó y buscó contribuciones ilegales para su campaña en 2021, así como otros bienes de diverso valor.
La acusación asegura que a medida que el poder de Adams crecía, sus benefactores extranjeros buscaron sacar provecho de esas relaciones, particularmente cuando, en 2021, quedó claro que sería el próximo alcalde de la ciudad.
Adams -segundo alcalde negro de Nueva York-, tiene puesta su mirada en la reelección para un segundo mandato y, según este documento, ya estaba planificando solicitar más contribuciones ilegales y accediendo a solicitudes de quienes le apoyaron en 2021.
La acusación indica que esas donaciones de contribuyentes ricos fueron encubiertas a través de testaferros en EE.UU. y que las empresas lo hicieron por medio de múltiples empleados, evadiendo así la ley que busca prevenir la influencia extranjera en las elecciones estadounidenses y reducir el poder corporativo en la política, algo de lo que Adams era consciente.
Asegura que Adams "robó fondos públicos" al usar esas donaciones aprovechándose de una un programa de fondos de Nueva York.
Incluso indica que un funcionario turco que hizo donaciones a través de testaferros facilitó que Adams y sus acompañantes viajaran gratis o con descuento en la aerolínea nacional de Turquía a ese país y otros destinos como Francia, China, Sri Lanka, India y Hungría. Adams viajó gratis dos veces a Turquía en 2015.
Ese funcionario, junto a otros turcos hicieron distintos arreglos para que Adams y sus acompañantes se alojaran gratis en hoteles de lujo, comieran en restaurantes costosos y disfrutaran de entretenimiento sin pagar por ello mientras estuvieran en Turquía y a su regreso no informó de los beneficios obtenidos durante el viaje como se exige a empleados públicos y candidatos.
En uno de sus viajes a Turquía en 2019 solicitó contribuciones para su campaña por lo que se le puso en contacto con un empresario rico de ese país, que aportó 50.000 dólares.
En su lugar, la acusación indica que Adams trató de ocultar los beneficios creando documentos falsos con la ayuda de empleados a los que instruyó para ayudarlo.
A cambio de esos beneficios el funcionario turco pidió a Adams que como alcalde presionara a funcionarios del Departamento de Bomberos para que autorizaran la apertura de un edificio que albergaría el consulado de ese país en Manhattan -frente a Naciones Unidas- que no habían aprobado por problemas de seguridad.
Como alcalde también ayudó a otros contribuyentes turcos a resolver problemas con agencias de la ciudad.