Sobreviviente de naufragio en Italia contó cómo salvó a su hija de un año: "La sostuve con todas mis fuerzas"

Charlotte Golunski sostuvo a su hija por encima de su cabeza para evitar que se ahogara en medio del naufragio del yate en Sicilia. Ambas fueron rescatadas y se reencontraron con el padre de la bebé.

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Charlotte Golunski.
Charlotte Golunski.
Foto: redes sociales.

OGlobo/GDA
El naufragio del velero Bayesian en las costas de Sicilia este lunes terminó, hasta el momento, con el saldo de seis desaparecidos y un muerto. Mientras continúan las tareas de rescate una de las sobrevivientes, Charlotte Golunski, contó cómo logró salvar a su hija de un año en medio del naufragio.

La mujer de 36 años explicó al medio italiano Corriere Della Sera que estaba durmiendo en su camarote junto a su marido y su bebé cuando el yate fue golpeado por la tromba marina. Advirtiendo que no se trataba de una simple tormenta subieron a la cubierta, en donde se mantuvieron durante las primeras horas de la mañana del lunes.

La situación, de acuerdo a la mujer, se transformó rápidamente en "un infierno" mientras intentaba mantener a su hija a salvo. "Durante dos segundos perdí a mi hija en el mar y luego rápidamente la abracé en medio de la furia de las olas", relató al medio italiano.

Bayesian. Este tipo de velero tiene un mástil considerado el más alto del mundo, con 75 metros. Sus velas tienen una superficie de 3.000 m².
Este tipo de velero tiene el mástill más alto del mundo, con 75 metros. Sus velas tienen una superficie de 3.000 m².
Foto: EFE

"La sostuve a flote con todas mis fuerzas con mis brazos estirados hacia arriba para evitar que se ahogara. Todo estaba oscuro. En el agua no podía mantener los ojos abiertos. Grité pidiendo ayuda, pero lo único que podía escuchar a mi alrededor eran los gritos de los demás", agregó.

La mujer fue finalmente rescatada con su hija en brazos y horas después logró reencontrarse con su marido, James Emslie, en una pequeña sala de urgencias de Palermo.

Según Charlotte, el grupo de invitados del magnate tecnológico británico Mike Lynch, propietario del barco, salió de Londres para cruzar en barco hasta Sicilia. Todos eran colegas y colaboradores de la empresa de Lynch. El viaje pasó por las Islas Eolias, Milazzo, Cefalú y se dirigiría hacia Palermo, ruta que acabó bloqueada por el mal tiempo.

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