CONSECUENCIAS CLIMÁTICAS
Se trata de las inundaciones más devastadoras en los últimos decenios y están afectando el "Land" de Renania del Norte-Westfalia, el más poblado del país, así como el vecino de Renania-Palatinado.
Un potente temporal en Alemania -el más devastador desde 2002- ha provocado al menos 59 muertos, inundaciones y derrumbe de casas en el oeste del país. Las regiones más afectadas fueron Renania del Norte-Westfalia, donde murieron 31 personas, y en el estado vecino de Renania-Palatinado en el que se estima que hubo 19 víctimas.
“El número de cadáveres encontrado aumenta casi de hora en hora”, indicó el responsable del ministerio de Renania del Norte-Westfalia.
Numerosos pueblos y ciudades quedaron inundados por la crecida de los ríos tras las intensas lluvias.
El papa Francisco lamentó el devastador temporal que azotó el oeste de Alemania. Así lo transmitió en un telegrama al presidente del país, Franz-Walter Steinmeier, y firmado como es habitual en estas ocasiones por el secretario de Estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin.
Las imágenes de ciudadanos subidos al techo de sus casas, a la espera del rescate, o el hallazgo de más fallecidos atrapados en sótanos o al tratar de ponerse a salvo sacudieron al país.
Las regiones más afectadas están entre las más densamente pobladas -el “Land” de Renania del Norte-Westfalia, con 18 millones de habitantes, y Renania Palatinado-. Parte de su territorio fue en el pasado zona minera, por lo que su subsuelo sigue cruzado por pozos abandonados y propensos a inundarse.
En ambas regiones están acostumbrados a hacer frente a esas situaciones. Pero la rapidez con que quedaron anegadas carreteras y cascos urbanos, así como el caudal adquirido por sus ríos ha desbordado las previsiones. El tráfico rodado quedó cortado, lo mismo que las conexiones ferroviarias, tanto en esas regiones como desde estas hacia Berlín y el sur del país.
La canciller alemana, Angela Merkel, garantizó “todo el apoyo” a los afectados. En una declaración desde Washington donde realiza una visita oficial, Merkel afirmó que había abordado la cuestión tanto con el ministro de Finanzas, Olaf Scholz, como con el de Interior, Horst Seehofer.
“Hemos hablado de ayudas a la reconstrucción a largo plazo, aunque lógicamente el objetivo prioritario ahora es prestar ayuda inmediata en las regiones afectadas”, aseguró Merkel.
Ante los medios calificó de “catástrofe”, “imposible de describir con palabras” la situación que se vive en esas regiones.
Son las inundaciones más devastadoras de lo que va de siglo, peores que las de 2002. Entonces la ciudad de Dresde quedó sitiada durante días por la crecida del Elba, mientras voluntarios, protección civil y bomberos luchaban por rescatar a los afectados y evacuaban tesoros artísticos de la llamada “Florencia del Este”.
Catástrofe en medio de la campaña electoral
La canciller Angela Merkel se mantuvo en contacto ayer con los líderes de las dos regiones más afectadas por el temporal. Es decir, el primer ministro de Renania del Norte-Westfalia, Armin Laschet, candidato conservador para sucederla en las elecciones de septiembre próximo, y la de Renania Palatinado, la socialdemócrata Malu Dreyer.
Laschet lidera los sondeos, con clara ventaja sobre la candidata de los verdes Annalena Baerbock, y del tercero en carrera, el socialdemócrata Olaf Scholz, ministro de Finanzas. Los tres aspirantes han interrumpido su campaña en medio de la catástrofe. Una eficiente gestión de la crisis puede favorecer a Laschet o a Scholz, en su calidad de vicecanciller y titular de Finanzas. En Alemania se recuerda al respecto el avance logrado en 2002 por el entonces canciller Gerhard Schröder en su carrera a la reelección, al comparecer en botas de agua en Dresde. Schröder unos meses después ganó las elecciones.