La tensión escala en el Pacífico con la reacción de China, que afirmó ayer martes que el plan de adquisición y desarrollo de submarinos de propulsión nuclear en el marco del pacto de seguridad AUKUS “solo alimentará una carrera armamentística” y que “dañará la paz y la estabilidad regional”. Al mismo tiempo, Corea del Norte dispara dos misiles balísticos de corto alcance sobre el mar de Japón; ya van cuatro dos días.
El portavoz de Exteriores chino, Wang Wenbin, manifestó ayer en rueda de prensa su rechazo al pacto AUKUS llevado adelante por Estados Unidos, Australia y el Reino Unido.
“El programa de submarinos nucleares del AUKUS derrocha mentalidad de Guerra Fría y solo servirá para alimentar una carrera armamentística, socavar el sistema de no proliferación nuclear internacional y dañar la paz y la estabilidad regional”, afirmó.
Al margen, la Misión China en la ONU criticó que “la ironía del AUKUS es que dos países nucleares que dicen mantener los máximos estándares nucleares están transfiriendo toneladas de uranio, enriquecido de nivel armamentístico a un país sin armas nucleares, claramente violando el TNP (Tratado sobre la No Proliferación de Armas Nucleares)”.
Por su parte, la ministra de Exteriores australiana, Penny Wong, rechazó en una entrevista publicada ayer por The Guardian las críticas de China a los submarinos nucleares al afirmar que “no se basan en hechos”.
Los líderes de Estados Unidos, el Reino Unido y Australia revelaron el lunes su plan de adquisición y desarrollo de submarinos de propulsión nuclear, visto como un contrapeso a la creciente influencia de China en el Indopacífico, pese a que los países firmantes no han mencionado expresamente a China.
El Indopacífico es actualmente el escenario de tensiones por el mar de China Meridional y Taiwán, al que el gobierno chino considera un territorio rebelde.
En virtud del acuerdo, Australia comprará a Estados Unidos hasta tres submarinos de propulsión de la clase Virginia durante la década de 2030 y tendrá la opción de adquirir dos más si fuera necesario, lo que llevaría la cifra total a cinco.
Los nuevos submarinos permitirán a Australia entrar, a partir de la próxima década, en el club de las naciones con sumergibles de propulsión nuclear, que integran Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido, Francia e India.
En la región, países como Filipinas, Singapur y Japón celebraron el AUKUS al entender que equilibra las fuerzas de defensa, mientras que otros como Indonesia y Malasia han expresado sus reservas al plan.
El año pasado, el entonces ministro de Exteriores chino, Wang Yi, criticó la creación de la alianza AUKUS y aseguró que va “en contra del espíritu de paz para los países de esa región”. “El verdadero objetivo de la estrategia de Estados Unidos en el Pacífico es la de establecer una versión de la OTAN. China rechaza cualquier intento de crear círculos de influencia”, aseveró.
En este contexto, el diario oficialista chino Global Times informó ayer que el Ejército chino continúa las pruebas para estrenar su tercer portaaviones, el Fujian, capaz de desplazar 80.000 toneladas y que el país asiático espera inaugurar a lo largo de 2023.
El Fujian, primer portaaviones con un sistema de despegue catapulta diseñado y construido completamente por China, está ahora realizando pruebas de amarre tras comprobar sus sistemas de energía auxiliar.
El refuerzo de la Armada china levanta suspicacias entre sus rivales -tanto Estados Unidos como otros países de la región-, especialmente por los conflictos territoriales en torno al mar de la China Meridional, cuya soberanía Pekín reclama en su práctica totalidad.
Nueva Zelanda vetará pacto de seguridad
El primer ministro neozelandés, Chris Hipkins, reafirmó ayer que vetará la entrada de los submarinos de propulsión nuclear del pacto AUKUS, en línea con la política de desnuclearización adoptada por el país en la década de 1980. “Nueva Zelanda está orgullosa de ser un Estado desnuclearizado. Nuestra posición no va a cambiar”, dijo Hipkins en Wellington, poco después de que los líderes de Estados Unidos, Australia y Reino Unido anunciaran en EE.UU. los detalles de los submarinos nucleares que adquirirá Camberra.
“Guerra real”
El ministro Wang también fue crítico con los ejercicios militares conjuntos que están llevando a cabo Corea del Sur y Estados Unidos. Según recoge la prensa local, Wang expresó que Estados Unidos “sube su apuesta de presionar y amenazar a Corea del Norte”.
El Norte, por su parte, disparó ayer martes dos misiles balísticos de corto alcance sobre el mar de Japón, indicó el ejército surcoreano.
El Estado Mayor Conjunto de Seúl agregó que los misiles fueron disparados hacia el mar de Japón durante la mañana, y que recorrieron unos 620 kilómetros. En respuesta, el ejército de Estados Unidos desplegó ayer mismo dos aviones de reconocimiento para vigilar los movimientos del régimen.
El portavoz del gobierno japonés, Hirokazu Matsuno, indicó que los misiles no cayeron en aguas territoriales de su país, aunque Tokio teme que Pyongyang realice “otras acciones provocadoras”.
Desde el lunes, Estados Unidos y Corea del Sur aumentaron su cooperación militar frente a la creciente actividad armamentística del Norte, que realizó un número récord de pruebas de misiles el año pasado. También en 2022, Pyongyang declaró “irreversible” su estatus de potencia nuclear. Y este mes, su líder Kim Jong Un ordenó a sus fuerzas armadas intensificar los ejercicios para prepararse para una “guerra real”.
Los analistas prevén que Corea del Norte usará los ejercicios de sus rivales esta semana para practicar más disparos de misiles e incluso una prueba nuclear.
Filipinas y EE.UU. realizarán ejercicios militares conjuntos
Filipinas y Estados Unidos realizarán sus mayores ejercicios militares conjuntos el próximo mes para tratar de contener la creciente influencia China en la región, confirmaron las autoridades de ambos países ayer martes.
En total, 17.680 soldados participarán en estos entrenamientos anuales, que por primera vez incluirán ejercicios con munición real en el mar de la China Meridional y una defensa simulada de una pequeña isla filipina a unos 300 kilómetros al sur de Taiwán.
Ambos países realizarán también un ejercicio de asalto anfibio en la isla occidental de Palawan, la más cercana a las islas Spratly, punto de roces entre Pekín y Manila. Pekín reivindica la soberanía de la casi totalidad del mar de China, incluido estas islas, ignorando una sentencia internacional que establece que sus reclamos carecen de base jurídica.
“Cualquier fuerza armada tiene el derecho de realizar ejercicios militares”, dijo el coronel Michael Logico, el portavoz filipino de estos entrenamientos.
“Es verdaderamente parte de nuestra preparación al combate”, señaló. El anuncio se produce menos de seis semanas después de que ambos países acordaran reanudar las patrullas conjuntas en el mar de la China Meridional. Filipinas dio además el visto bueno para que las tropas estadounidenses tengan acceso a cuatro bases militares adicionales en su país.
Las relaciones entre ambos se enfriaron bajo el mandato de Rodrigo Duterte, predecesor del actual presidente Ferdinand Marcos.
Pero la creciente presión de Pekín sobre Taiwán y el hecho de que construya bases en el mar del Sur de China les dio un nuevo impulso para reforzar sus relaciones, basadas en un tratado de defensa mutua.
Los ejercicios están previstos entre el 11 y el 28 de abril e incluirán la participación de 12.000 estadounidenses, cerca de 5.000 filipinos y 111 australianos, casi el doble que el año pasado, según Logico. Un funcionario estadounidense confirmó estas cifras.