AFP, EFE
Con el mundo atento a la evolución de la invasión rusa a Ucrania, los tambores de guerra suenan en África como consecuencia del golpe de Estado en Níger. El presidente nigerino Mohamed Bazum fue derrocado el pasado 26 de julio.
Las juntas militares que gobiernan Burkina Faso y Mali advirtieron en un comunicado conjunto que cualquier intervención militar en Níger equivaldría a una declaración de guerra contra ellos. Por su lado, la junta militar que gobierna Guinea-Conakri advirtió que una intervención militar contra Níger conduciría a “la ruptura de facto” de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao).
La reacción de las dictaduras de Mali, Burkina Faso y Guinea-Conakri tiene lugar después de que el domingo la Cedeao diera un ultimátum a los golpistas de Níger al declarar que no excluye el uso de la fuerza si no liberan y devuelven el poder en una semana al depuesto presidente Bazoum.
Además, también este domingo la Unión Económica y Monetaria del África Occidental (Uemoa) anunció diez sanciones financieras contra Níger y la junta militar.
El golpe de Estado en Niger estuvo encabezado por una junta militar, autodenominada Consejo Nacional para la Salvaguardia de la Patria (CLSP), que anunció la destitución del presidente, la suspensión de las instituciones, el cierre de las fronteras y un toque de queda nocturno hasta nueva orden.
Níger es el cuarto país del oeste de África gobernado por una junta militar, después de Mali, Guinea-Conakri y Burkina Faso, donde también se han producido golpes de Estado entre 2020 y 2022.
En todos los casos, la Cedeao ha impuesto sanciones económicas, como ha hecho ya en Níger, pero en ninguno ha intervenido militarmente
Ayer martes la ONU respaldó las medidas acordadas por la Cedeao en respuesta al golpe en Níger, pero confió en que no se llegue a producir una intervención militar.
“Seguimos comprometidos a apoyar los esfuerzos de la Cedeao para restaurar el orden constitucional y consolidar los avances democráticos”, dijo a los periodistas Leonardo Santos Simão, el enviado de la ONU para el Sahel y África Occidental. Por videoconferencia desde Ghana, aseguró que espera que “el uso de la fuerza no será necesario” en Niger.
Preguntado por la advertencia de las juntas militares que gobiernan Mali y Burkina Faso, que han dicho que cualquier intervención militar en Níger equivaldría a una declaración de guerra contra ellos, Simão prefirió no hacer comentarios, pero adelantó que hoy miércoles tiene previsto visitar Bamako y que podría tratar ese asunto con las autoridades malienses. El representante de la ONU insistió en que “nadie quiere ver un conflicto regional”, pero al mismo tiempo subrayó que la Cedeao ha decidido ser “intolerante” con los golpes de Estado.
Evacuación
Francia, Italia y España, entre otros países, evacuarán de Níger a sus ciudadanos y a otros europeos.
“Se está preparando una operación de evacuación por vía aérea”, dijo la embajada francesa en Niger. Las evacuaciones “se llevarán a cabo muy pronto en un lapso de tiempo muy limitado”, añadió.
En Berlín, el ministerio de Exteriores instó a los alemanes en Niamey a subirse a los vuelos de Francia, agregando que se cree que menos de 100 civiles alemanes están en el país.
Francia usará aviones de transporte militar, capaces de llevar a más de 200 personas. Se estima que hay 600 franceses en Níger, sin contar los turistas.
Italia también organiza un vuelo especial para aquellos que quieran marcharse. Alrededor de 90 italianos están en Niamey, entre un total de casi 500 en todo el país.
Entre los más pobres e inestables del mundo
Níger es un país semidesértico, entre los más pobres e inestables del mundo pese a sus importantes reservas de uranio, que ya vivió cuatro golpes de Estado desde la independencia en 1960.
El presidente Bazum llegó al poder en 2021 tras ganar las elecciones que marcaron la primera transición pacífica del poder en Níger. Pero su mandato ya estuvo marcado por dos intentos de golpe de Estado antes de los acontecimientos de la semana pasada, cuando fue detenido en su residencia oficial por miembros de su guardia presidencial.
El jefe de la guardia, el general Abdurahaman Tiani, se declaró líder del país pese al rechazo internacional de la Cedeao, la Unión Africana, la ONU pero también Francia, Estados Unidos y la Unión Europea.
El golpe ha disparado las alarmas en los países occidentales que luchan por contener una insurgencia yihadista en esta región, que estalló en el norte de Malí en 2012, avanzó hacia Níger y Burkina Faso tres años después y ahora amenaza las fronteras de varios estados en el Golfo de Guinea.
Francia llegó a tener alrededor de 5.400 soldados en la zona en el marco de la misión antiyihadista denominada Barkhane, con apoyo de aviones de combate, helicópteros y drones.
Pero el año pasado tuvo que retirar sus tropas de Malí y Burkina Faso y ahora tiene unos 1.500 hombres, gran parte de ellos en Níger.
Además, Rusia lleva ampliando en los últimos años su influencia en África y los mercenarios del Grupo Wagner tienen presencia reconocida en Mali, República Centroafricana y Libia, pero se sospecha que actúan en otros países.