EFE
Al menos cuatro personas resultaron heridas en un ataque con arma blanca en la ciudad israelí de Tel Aviv, confirmó ayer martes el servicio de emergencias Magen David Adom (MDA).
Según el MDA, el ataque tuvo lugar en la céntrica calle de Nachalat Binyamin. Los heridos son dos jóvenes de 24 y 28 años en estado moderado, con heridas en el torso, un hombre de 59 años en estado leve y otro joven de 24, también en estado leve.
La Policía israelí confirmó que el atacante fue neutralizado, sin dar más detalles.
El MDA dijo después que un ciudadano israelí que se encontraba en la zona disparó y mató al agresor.
El comisario de la Policía de Israel, Daniel Levi, se desplazó al lugar de los hechos junto al jefe de la policía de Tel Aviv y otros oficiales.
El medio israelí Haaretz, que cita fuentes de Defensa, identificó al atacante como Kadi Abdelaziz, un joven marroquí de 29 años de edad con permiso de residencia en Estados Unidos que llegó a Israel hace tres días.
En canales palestinos de Telegram puede verse una imagen no verificada que muestra el permiso de residencia estadounidense de Abdelaziz.
En octubre del año pasado, dos palestinos vinculados al grupo terrorista Hamás mataron a siete personas e hirieron a 17 en la ciudad de Tel Aviv, donde es raro que se produzcan este tipo de incidentes.
“Muro de Hierro”
El ataque de ayer martes coincide con el comienzo de una operación militar israelí a gran escala en la localidad de Yenín, en el norte de Cisjordania, y cuando se cumple el tercer día de tregua en la Franja de Gaza.
Uno de los líderes políticos de Hamás, Zaher Yabarin, acusó ayer al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de trasladar la guerra desde Gaza a Cisjordania para mantenerse en el poder.
“En Cisjordania, Netanyahu quiere ahora una guerra abierta con los hijos del pueblo palestino para mantener su liderazgo”, dijo Yabarin a la cadena catarí Al Jazeera, en declaraciones compartidas por el grupo terrorista.
Yabarin es el responsable de las operaciones de Hamás en Cisjordania.
La ciudad de Yenín y su campamento de refugiados, en el norte de Cisjordania, es uno de los bastiones históricos de las milicias palestinas, y suele ser escenario de violentas redadas israelíes.
Ayer martes, el Ejército israelí anunció el comienzo de una operación a gran escala contra la localidad, a la que apodaron “Muro de hierro”.
Al menos ocho palestinos han muerto desde que comenzó la incursión ayer.