La Nación/GDA
Hubo muchísimo en juego ayer, en un nuevo “superdomingo electoral” en Argentina. El peronismo y Juntos por el Cambio vivieron con máxima ansiedad los escrutinios en las provincias de Tucumán, San Luis, Mendoza, Corrientes y unos 30 municipios de Córdoba, que pueden dar una señal significativa de la situación política en el país cuando faltan apenas dos semanas para la inscripción de las candidaturas presidenciales.

Los principales candidatos presidenciales de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, se subieron a aviones en busca de fotos triunfalistas. Bullrich estuvo en Mendoza, donde se celebraron las PASO de gobernador con el radical Alfredo Cornejo como favorito, mientras Larreta pasó por Corrientes (donde se elegían legisladores) y luego por San Luis, donde la oposición esperaba dar un batacazo en una provincia dominada desde 1983 por el peronismo. El jefe porteño visitaría también Tucumán, ya en la madrugada.

En esa última provincia el Frente de Todos tiene la mayor expectativa. El actual vicegobernador Osvaldo Jaldo busca un triunfo que le garantice cuatro años al frente de la provincia, sin la compañía en la fórmula del actual gobernador Juan Manzur, a quien la Corte Suprema le impidió ser candidato por incumplir con la Constitución local.

La maquinaria electoral del peronismo tucumano se activó a pleno en la semana previa y el propio domingo electoral. La expectativa era darle un espaldarazo al Frente de Todos en la semana en la que se definirán alianzas y se avanzará en las candidaturas a nivel nacional.

Aunque sueñe con una sorpresa en Tucumán, Juntos por el Cambio apostaba sobre todo a dar el batacazo en San Luis, la provincia que dominan desde 1983 los Rodríguez Saá.

En Mendoza no se supo ayer formalmente el nombre del próximo gobernador pero puede quedar casi definido en las PASO que tienen como gran novedad la puesta en marcha del sistema de Boleta Única Papel. El radical Alfredo Cornejo lideraba las encuestas, pero no se prevé un test fácil.

Lo cierto es que los ánimos están caldeados en los procesos electorales de Argentina y el escenario comienza a asentarse ya que se empiezan a colocar las fichas en el tablero.

En este contexto, fue el ministro de Economía, Sergio Massa, quien más sorprendió el sábado cuando, al reclamar una fórmula de unidad, también abrió la puerta para anotarse en las PASO del oficialismo.

Massa hizo el planteo en el cierre del congreso del Frente Renovador; exhibió su sintonía con el kirchnerismo y, en cambio, criticó a los sectores cercanos a Alberto Fernández. Massa reclamó que el oficialismo vaya con una única “fórmula competitiva” a las elecciones primarias del 13 de agosto, y dijo: “Si se decide que haya PASO, que nos anoten y también ahí vamos a estar”, enfatizó, ante el aplauso de sus seguidores. Después, ante una consulta del diario La Nación, Massa aclaró que se refería a su fuerza política y a quien sus integrantes “quieran llevar como candidato”. Así, no descartó que él mismo pueda postularse o bien que lo haga otro referente del partido que fundó hace 10 años.

En un estadio cerrado de Tortuguitas, en Malvinas Argentinas, Massa también envió un mensaje crítico para quienes internamente lo acusan de “extorsionar y presionar” para dar de baja la competencia en las PASO. “Que nadie se haga la víctima, nosotros somos gente grande y damos nuestras opiniones”, advirtió en alusión a los leales al presidente Fernández y al embajador en Brasil, Daniel Scioli, quien persiste en su intención de competir en las PASO oficialistas como precandidato a presidente.

Pese a que habilitó la posibilidad de competir en las PASO, Massa cerró el congreso al grito de “unidad”, con lo que remarcó su tesis de que un candidato único puede llegar a obtener una “base de 30 puntos” porcentuales que le permitan al Frente de Todos no quedar tercero detrás de Juntos por el Cambio (JxC) y los libertarios de Javier Milei en las primarias previstas para el 13 de agosto. Justamente, Massa dedicó el tramo final de su discurso a las dos grandes fuerzas de oposición. A JxC la calificó como “juntos por el cargo” y sostuvo que está dando “un espectáculo dantesco” por sus divisiones, mientras que sobre Milei rechazó su proyecto de dolarización y advirtió que ese modelo económico sólo cerraría “con ajuste y represión”. Tomó así una frase de Elisa Carrió y dijo que en eso le daba “la derecha”.

En otro tramo de su discurso, Massa recordó el inicio de su gestión en el Palacio de Hacienda. “Decían que venía el helicóptero y nosotros no nos escondimos, le pusimos el cuerpo”, dijo levantando el tono de voz, a modo de arenga para los congresales que lo estaban escuchando.

En el encuentro partidario habían hablado antes su mujer y presidenta de Agua y Saneamientos Argentinos (Aysa), Malena Galmarini, y la titular de Diputados, Cecilia Moreau. La legisladora advirtió el viernes que Massa podría dejar el ministerio de Economía si persistía la “incomprensión” del Presidente y su mesa chica.

En un balance de los 10 años del Frente Renovador como fuerza política, el ministro de Economía dijo que que el espacio “nació cuestionando” a Cristina Kirchner cuando era presidenta en 2013 y señaló que esa misma dirigente, en 2019, mostró “generosidad” para armar una coalición que llegó a la Casa Rosada.