FILTRACIÓN DE DOCUMENTO
Se filtró un borrador del fallo que analiza la Corte de mayoría conservadora.
En Estados Unidos se desató ayer martes un terremoto político por la filtración de un documento de la Corte Suprema, que reveló una potencial revocación del derecho al aborto.
El sitio de noticias Politico publicó un borrador del fallo que, si se aprueba tal como está, haría que Estados Unidos retrocediera 50 años, pues permitirá que todos los estados tengan la libertad de prohibir a las mujeres que interrumpan sus embarazos.
Ese documento es “auténtico” pero no representa la decisión “final”, dijo la Corte.
Denunciando una “traición” destinada a “socavar” el trabajo del alto tribunal, su máximo responsable, John Roberts, ordenó una investigación interna para encontrar el origen de la filtración.
La primicia sorprendió a Washington, y algunos compararon esta filtración con los Papeles del Pentágono, la publicación por parte del diario The New York Times, en 1971, de documentos ultrasecretos sobre la participación estadounidense en la guerra de Vietnam.
“Han habido filtraciones en la Corte Suprema antes, pero nunca de esta magnitud”, dijo Orin Kerr, profesor de derecho en la Universidad de Berkeley, en California.
La histórica sentencia de 1973 del caso “Roe v. Wade”, en la que la Corte Suprema reconoció el derecho al aborto y que hoy está en jaque, había sido publicada previamente por la revista Time. Pero el artículo salió entonces apenas unas horas antes del anuncio oficial, sin influir en la decisión.
Esta vez la filtración movilizó a la opinión pública antes de la decisión final de la Corte, prevista para el 30 de junio.
“Este es claramente un acto político y calculado, realizado por alguien que está dispuesto a abandonar su ética profesional por una causa política”, tuiteó Jonathan Turley, profesor de derecho en la Universidad George Washington.
Según Politico, cinco jueces conservadores apoyaron el proyecto de fallo cuando se redactó en febrero. Pero las negociaciones continúan y todo lo que se necesita es la deserción de uno de ellos para que se adopte un texto alternativo.
Las reacciones a esta filtración se hicieron notar en protestas en varias ciudades -incluida una en Washington frente al Supremo-, hasta los principales cargos políticos empezando por el presidente Joe Biden, quien adelantó que su Gobierno está preparando una “respuesta” para defender este derecho.
“Si esta decisión sale adelante, será algo muy radical”, criticó el mandatario en declaraciones a la prensa, y anunció que ya ordenó a los abogados de la Casa Blanca que preparen “opciones para una respuesta de la Administración al ataque continuo contra el aborto y los derechos reproductivos”.
El presidente también aprovechó para hacer un llamamiento a la ciudadanía a acudir a las urnas en las elecciones legislativas de noviembre y votar por candidatos partidarios del derecho al aborto, para así poder sacar adelante en el Congreso una legislación federal que blinde esta cuestión al margen de los tribunales.
Por su parte, la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, alertó de que el Supremo se dispone a infligir “la mayor restricción de derechos” de los últimos 50 años, no sólo a las mujeres, sino a todos los estadounidenses.
El líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, se centró sin embargo en la filtración en sí, que calificó de “ataque a la independencia” de la Corte y de constituir una nueva escalada de “la campaña de la izquierda radical” para amedrentar a los jueces.
Sobre esta cuestión, el presidente la Corte Suprema, el conservador John Roberts, indicó en un comunicado que ya ordenó una investigación para determinar el origen de la filtración, que tildó de “traición” a la confianza.
Roberts también consideró que la filtración se ha producido con el objetivo de socavar la integridad del funcionamiento de la institución.
“Se ha traicionado la confianza de forma singular e indignante, y se ha cometido una afrenta a la corte y a la comunidad de servidores públicos que aquí trabajan”, dijo el presidente de la más alta instancia judicial estadounidense.
“Roe contra Wade” es una sentencia que protege como constitucional el derecho de las mujeres a abortar, impidiendo por tanto a los estados prohibir esta práctica. Antes de la sentencia, en 1973, 30 de los 50 estados del país tenían leyes que prohibían el aborto en cualquier momento de la gestación.
Según la organización sin ánimo de lucro Planned Parenthood, si “Roe contra Wade” es revocada en junio, hasta 21 estados podrían volver a prohibir completamente el aborto.
En declaraciones desde el avión presidencial, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, elevó esta cifra a 26 estados, al incluir también aquellos que, pese a que quizá no dicten una prohibición total, sí es presumible que restrinjan mucho el acceso al aborto. En estados como California y Nueva York, lo previsible es que siguieran permitiendo el aborto
Encuestas muestran a un país dividido
Varios estados en Estados Unidos promulgaron restricciones al aborto: Texas lo prohibió después de las seis semanas de embarazo; Kentucky, Florida, Idaho y Arizona a partir de las 15 semanas. Una prohibición total en Oklahoma -salvo en caso de que la vida de la madre peligre- entraría en vigor después del fallo final de la Corte, que se espera para antes del 30 de junio.
Las encuestas sobre el aborto revelan que cerca de una cuarta parte de los estadounidenses cree que debería ser siempre legal y una proporción similar que debería permitirse en la mayoría de los casos. Otra cuarta parte piensa que debería ser ilegal en la mayoría de los casos y entre 10% y 15% estima que debería ser ilegal en todos los casos.
Un sondeo de la cadena CNN de enero mostró que 69% de los encuestados estaba en contra de eliminar la jurisprudencia del caso Roe vs. Wade, mientras que 30% estaba a favor.
Si se derogara ese fallo, Estados Unidos volvería a la situación previa a 1973, cuando cada estado era libre de prohibir o autorizar el aborto. 26 estados conservadores, la mayoría en el centro y sur del país, están listos para prohibir el aborto por completo. (Ver infografía).
La filtración del borrador sobre qué votaría la Corte Suprema impacta de lleno en la carrera por las elecciones legislativas de mitad de mandato a celebrarse en noviembre, acaparando el debate durante el resto de la campaña.