LA PULSEADA ENTRE ESTADOS UNIDOS Y CHINA
Se trata de 17 metales clave en la fabricación de productos tecnológicos.
El presidente chino, Xi Jinping, se desplazó el pasado lunes a una fábrica de tratamiento de tierras raras, una simple visita que en plena guerra comercial despierta el fantasma de un bloqueo de las exportaciones de estos metales imprescindibles para Estados Unidos.
La guerra comercial entre las dos potencias quemó una nueva etapa con el pulso tecnológico con Huawei, el fabricante chino de teléfonos inteligentes, cuya existencia se ve amenazada tras el embargo a los “chips” electrónicos estadounidenses y la decisión de Google de cortar los lazos con este grupo.
Pero de la misma forma que Pekín depende de la tecnología estadounidense, Washington, como el resto de países, tiene una gran dependencia de algunas exportaciones chinas, como las tierras raras.
El gigante asiático produce el 90% de tierras raras del planeta, un conjunto de 17 metales esenciales en la fabricación de productos tecnológicos, como los teléfonos inteligentes, las pantallas de plasma o los vehículos electrónicos.
Detrás de la visita del lunes de Xi Jinping, que dispuso de un gran seguimiento por la prensa oficial, había un mensaje: “China tiene una forma de presionar” a Estados Unidos, explican los analistas del gabinete Trivium China.
“Las tierras raras son un importante recurso estratégico”, aseguró Xi Jinping.“Solo en el caso en que poseamos una tecnología independiente, podremos ser invencibles”, añadió el presidente chino, que de esta forma parecía relacionarlo con las dificultades de Huawei.
Esta demostración de fuerza del gobierno chino “no es fruto del azar”, confirmó a la AFP el sinólogo Li Mingjiang, de la Escuela S. Rajaratnam de estudios internacionales de Singapur.
“Está claro que en estos momentos, en el seno del gobierno chino, reflexionan sobre la posibilidad de utilizar la prohibición de las exportaciones de tierras raras como una arma política contra Estados Unidos”, añadió. “Esto podría ser visto como una escalada importante” por Washington, reconoció este analista.
Las tierras raras son unos “metales estratégicos” debido a sus propiedades electromagnéticas, fundamentales para la industria tecnológica.
China dispone por lo tanto de una “arma estratégica”, según el informe anual de las materias primas Cyclope, y no dudará en utilizarla.
En 2010, en represalia a una disputa territorial, China interrumpió las exportaciones de tierras raras a Japón. Las empresas tecnológicas japonesas, muy dependientes de las exportaciones de la potencia vecina, se vieron muy afectadas.
Para preservar estos recursos, China instauró en el pasado cuotas de exportaciones de tierras raras. Estados Unidos, la Unión Europea y Japón llevaron esta práctica ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) que les dio la razón.
No obstante, siguen en vigor cuotas de producción establecidas con el argumento de proteger el medioambiente, ya que la fabricación de estos metales es muy contaminante.
Un embargo de las tierras raras “afectaría a un determinado número de industrias estratégicas” en Estados Unidos, como la robótica, la informática, la aeronáutica o los láseres medicales, explicó el analista David Lennox del gabinete Fat Prophets. Aunque el impacto no sería “inmediato”, tendría repercusiones ya que “no hay un verdadero sustituto de las tierras raras”, amplió.
“China no quiere entrar directamente en conflicto con Estados Unidos”, pero las tierras raras sirven para “meter presión psicológica”, afirma el analista político Chen Daoyin, desde Shanghái.
China no solo es su principal productor, sino que en los últimos años invirtió en numerosas explotaciones de tierras raras fuera de China, por ejemplo, en el yacimiento de Kvanefjeld en Groenlandia, considerado el segundo del mundo, según el informe Cyclope.
Reflejo de la vulnerabilidad estadounidense, las tierras raras, así como los medicamentos, se verán exentas del aumento de aranceles que Washington impondrá a la casi totalidad de productos chinos.
Japón y Reino Unido se cierran a Huawei
La decisión de Estados Unidos de colocar a Huawei en una lista negra comenzó a provocar un efecto dominó, ya que operadores telefónicos de Japón y Gran Bretaña anunciaron ayer miércoles que abandonaban por el momento al gigante chino. La noticia llegó primero desde Tokio, donde KDDI y SoftBank Corp decidieron postergar el lanzamiento de nuevos modelos de Huawei para evaluar el impacto de las sanciones estadounidenses.
Por su lado, NTT Docomo frenó los pedidos de un teléfono Huawei.
En el Reino Unido, el grupo chino también sufrió un golpe, ya que los operadores EE y Vodafone excluyeron a los smartphones Huawei compatibles 5G de sus pedidos.
Estos anuncios son un duro golpe para el gigante chino luego de que Google hiciese saber el domingo que su sistema Android ya no sería ofrecido a Huawei.
Sin Android, Huawei podría tener muchas dificultades para convencer a sus clientes de que compren sus teléfonos, desprovistos de las aplicaciones Gmail, Maps o YouTube.