TRAGEDIA
Salvador Ramos tenía 18 años y es acusado de la masacre en la escuela de Estados Unidos. El gobernador de Texas, Greg Abbott, reportó la muerte del presunto tirador.
Al menos 19 niños y dos profesores de una escuela primaria murieron el martes en un tiroteo en Texas, Estados Unidos. Se trata de la segunda masacre más grande en una década en una escuela desde el tiroteo en Sandy Hook en 2012. El hecho ocurrió sobre el mediodía en la ciudad de Uvalde, ubicada a poco más de 250 kilómetros de Austin, la capital de Texas. Según informaron autoridades policiales a medios locales, el acusado de perpetrar los disparos era Salvador Ramos, un joven de 18 años.
Fue el gobernador de Texas, Greg Abbott, que lo anunció en una conferencia de prensa. El joven, alumno de la Escuela Secundaria Uvalde, ingresó a la Escuela Primaria Robb y comenzó a disparar. “Se cree que abandonó su vehículo e ingresó al colegio primario en Uvalde con un arma y un rifle”, señaló el primer mandatario de Texas. Antes del hecho, el adolescente había disparado a su abuela.
El gobernador de Texas reportó la muerte del presunto tirador. Además, Abbott aclaró que Ramos era un ciudadano estadounidense.
Por el momento no trascendió la motivación de Ramos y las armas que habría utilizado en la masacre tampoco fueron identificadas.
El jefe de la Policía de Uvalde, Pete Arredondo, aseguró esta tarde que la investigación apunta a que Ramos actuó solo. “A este punto, la investigación nos dice que el sospechoso actuó solo en este crimen”, señaló el uniformado. Algunas medios norteamericanos aseguran que Ramos habría mostrado las armas a una usuaria de redes sociales y que le había dicho que en unas horas le contaría una sorpresa.
Según el Washington Post, Ramos era un joven solitario y de chico sufrió bullying por un trastorno en el habla. Tuvo una vida familiar tensa y había comprado las armas este mes, poco después de cumplir los 18 años. Un amigo de Ramos de hace años contó al medio norteamericano que jugaban a videojuegos como Fortnite y Call of Duty y que una vez le confesó que se cortaba la cara por diversión. Luego se distanciaron. Otro joven que lo conocía de la escuela confirmó que recibió acoso y bullying por su forma de hablar y por sus gustos en redes sociales. Ramos se volvió cada vez más violento y también cortaron el vínculo. El joven no tenía una buena relación con su madre. Un vecino dijo a la prensa que peleaban seguido.