EFE
Al menos siete personas murieron en San Pablo a causa de las fuertes tormentas durante la noche del viernes que desataron ráfagas de viento récord de 107,6 km/h, según datos históricos, en toda la región metropolitana, informó ayer sábado el gobierno local.
Tres de las muertes se produjeron en el municipio de Bauru, al interior de San Pablo, donde un muro cayó sobre un hombre, una mujer y un niño de 6 años. Otros decesos ocurrieron en la capital y en una ciudad industrial, a causa de la caída de dos árboles.
En el municipio de Cotia, dos personas resultaron gravemente heridas por un alud, fueron rescatadas por equipos de seguridad y trasladadas al hospital más cercano, donde fallecieron posteriormente.
Durante la noche, más de 2 millones de personas sufrieron el corte total del suministro eléctrico y, hasta el momento, todavía 1,4 millones permanecen sin electricidad y sin ninguna previsión aún de cuando se restablecerá el servicio.
Esto desató una ola de críticas por parte del Gobierno federal y municipal hacia la empresa distribuidora de energía, Enel, que durante las primeras horas del día de ayer lanzó un comunicado informando que en algunos lugares resultaron dañados tramos enteros de la red eléctrica, por lo que será necesario reconstruir nuevos kilómetros de red, reemplazar postes, transformadores y otros equipos.
La falta de energía eléctrica afectó además la distribución de agua en varias regiones y por eso Defensa Civil recomendó a los residentes “hacer un uso consciente del agua almacenada en los tanques” y “si es posible, reservarla hasta que el sistema de distribución esté en pleno funcionamiento”.
Helicóptero
Otra tragedia ocurrió también en Brasil cuando cuatro bomberos militares, un médico y un enfermero murieron en un accidente aéreo cuando el helicóptero que los transportaba se estrelló en una empinada cadena montañosa en Ouro Preto, región central de Minas Gerais, según informó el cuerpo de bomberos de la región.
En el comunicado de ayer se detalla que el equipo se encontraba en servicio y perdió contacto con la central, lo que activó un protocolo de búsqueda de más de 80 personas, quienes se dirigieron a las últimas coordenadas informadas por la aeronave.
En rueda de prensa, el vocero del cuerpo de bomberos relató que las condiciones climáticas eran adversas y que, tras doce horas de “intensa” búsqueda, encontraron la aeronave destruida “en una zona de difícil acceso” junto a todos sus tripulantes sin vida.
El helicóptero accidentado se encontraba en la búsqueda de una avioneta que también se había estrellado previamente, dejando el saldo de un muerto.