AFP, EFE
Después de 133 días en la clandestinidad en los cuales solo mantenía contactos a través de videoconferencias, la líder opositora María Corina Machado reapareció ayer jueves en Caracas, al frente de una marcha que ella misma había convocado en respaldo a Edmundo González Urrutia como legítimo ganador de las elecciones presidenciales de julio pasado.

La reaparición de Machado se da un día antes de la programa juramentación del dictador Nicolás Maduro hoy viernes para un tercer período consecutivo de seis años.

Vestida de blanco, con una bandera y sobre un camión, Machado llegó a la concentración en el barrio de Chacao. Su última aparición pública fue el 28 de agosto, un mes después de las elecciones que la oposición asegura Maduro le “robó” a González Urrutia.

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Machado aseguró que el 28 de julio de 2024 “cambió la historia para siempre” en Venezuela, cuando el régimen “se hundió” y “sacó lo peor que tiene, lo único que le queda, que es pretender sembrar el miedo”.

“Y la demostración de que este país superó el miedo son ustedes aquí hoy”, dijo Machado a los miles de simpatizantes que estaban concentrados en Caracas, a lo que estos respondieron al unísono con la frase convertida en consigna “no tenemos miedo”.

Para Machado, “el final del régimen” dependerá de lo que ocurra hoy viernes, cuando Maduro acuda a la sede de la Asamblea Nacional -controlada por el chavismo- a tomar posesión.

“Si consumen ese crimen a la Constitución y a la soberanía popular, estarán sentenciando su destino”, sostuvo Machado

“Hoy toda Venezuela salió a la calle”, celebró Machado ante sus seguidores, con quienes antes cantó el himno nacional. “¡No tenemos miedo!”, repitió, siguiendo el coro de los manifestantes.

“Hemos llegado hasta aquí porque hemos tenido una estrategia robusta”, siguió. “A partir de hoy estamos en una nueva fase. Venezuela es libre, vamos a continuar”.

“Esto se acabó. ¡Venezuela será libre!”, dijo Machado en su red social X luego del acto.

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“Nos veremos todos muy pronto en Caracas en libertad”, prometió por su parte González Urrutia en un acto en República Dominicana, última escala de una gira que antes lo llevó a Argentina, Uruguay, Estados Unidos y Panamá.

Su siguiente destino, incierto: quiere volar a Venezuela para asumir el gobierno pero el plan luce improbable.

Las autoridades venezolanas -que ofrecen 100.000 dólares por su captura- ya advirtieron que si llega al país “será detenido inmediatamente” y sus acompañantes internacionales tratados como “invasores”.

De hecho, ayer la propia Machado fue detenida al final de su acto por funcionarios del régimen, y liberada poco después agregando más incertidumbre sobe qué puede pasar hoy.

Las calles de Caracas amanecieron tomadas por efectivos de seguridad fuertemente armados y a media mañana lucían desiertas.

La convocatoria opositora fue aumentando con el pasar de las horas pero menor en comparación a los masivos actos de campaña: hay miedo, instaurado en julio, después de la brutal represión a las manifestaciones que estallaron tras la proclamación de Maduro, con saldo de 28 muertos, casi 200 heridos y más de 2.400 detenidos.

Decenas de policías y efectivos de inteligencia fueron desplegados en puntos de concentración de la oposición, donde el chavismo además instaló pomposas tarimas con música a todo volumen.

“No hay tarima que pueda con la esperanza”, gritó una mujer en Chacao. “¡Son el pasado!”.

“Por mis hijos voy a dejar el pellejo en el asfalto pero valdrá la pena porque Venezuela será libre”, dijo Rafael Castillo, de 70 años.

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