EN UCRANIA
La para la Seguridad y la Cooperación (OSCE) registró más de 1.500 violaciones del alto el fuego en 24 horas en el este de Ucrania, un récord en lo que va del año, según informó.
Los observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación (OSCE) en Europa indicaron ayer sábado haber constatado un aumento significativo de los ataques en el este de Ucrania, en el frente entre separatistas prorrusos y las fuerzas gubernamentales.
La organización registró más de 1.500 violaciones del alto el fuego en 24 horas en el este separatista prorruso de Ucrania, un récord en lo que va del año, según informó.
Desde el jueves por la tarde hasta el viernes por la noche, apuntaron 591 violaciones del alto el fuego en Donetsk y 975 en Lugansk, los dos enclaves separatistas.
Los combates más intensos se produjeron en el noroeste de la región de Lugansk, a unos 20 kilómetros al sureste de Severodonetsk, una localidad leal al gobierno de Kiev.
“En este momento de alta tensión, la Misión de Monitoreo Especial (SMM) de la OSCE reitera su llamado a las partes a adherirse estrictamente a todos los compromisos que han tomado y tomar los pasos necesarios para reducir tensiones y trabajar hacia la inmediata desescalada para el beneficio de las vidas de los civiles inocentes a ambos lados de la línea del frente que continúan sufriendo por este conflicto”, indica el comunicado.
La OSCE, entre cuyos miembros figuran Rusia y Estados Unidos, desplegó su misión de control de la paz en Ucrania en 2014 tras la anexión rusa de la península de Crimea.
Misiles.
Rusia realizó ayer sábado ejercicios militares de gran magnitud que incluyeron el disparo de potentes misiles, en una nueva demostración de fuerza ante Ucrania, Estados Unidos y sus aliados.
La situación está cada vez más tensa en el este de la exrepública soviética entre las fuerzas ucranianas y los separatistas prorrusos, con nuevos bombardeos que costaron la vida de dos soldados de Kiev.
Para sumar presión a este cóctel explosivo, el presidente ruso Vladimir Putin supervisó de manera personal ayer sábado ejercicios “estratégicos” con disparos de misiles “hipersónicos”, nuevas armas que el jefe del Kremlin calificó recientemente de “invencibles” y que pueden transportar una carga nuclear.
“Los objetivos previstos durante los ejercicios de las fuerzas de disuasión estratégica se cumplieron totalmente. Todos los misiles alcanzaron los blancos establecidos”, afirmó la presidencia rusa en un comunicado. En los ejercicios participaron bombarderos Tu-35 y submarinos, según el Kremlin.
Washington estima que Rusia dispone de 190.000 efectivos en las fronteras y el territorio de Ucrania, contando las fuerzas rebeldes separatistas.
Evacuaciones.
En la frontera rusa, los evacuados de las zonas separatistas temen lo peor. Como si se tratase de una pesadilla que vuelve a empezar, civiles parten de las zonas separatistas en el este de Ucrania hacia territorio ruso, en un momento en el que las tensiones en la región llegan a un punto máximo.
El viernes por la noche, las autoproclamadas “repúblicas” separatistas de Donetsk y Lugansk pidieron la evacuación de los civiles, afirmando temer un ataque de Kiev. Ayer sábado en el paso fronterizo de Matvéyev Kurgan, se veían colas de automóviles de civiles procedentes de la “república” de Donetsk, así como una veintena de autobuses vacíos que hacían fila para entrar en la zona separatista, según periodistas en el lugar.
Los servicios de emergencia rusos locales, que decretaron el estado de emergencia en la región, abrieron un campamento cerca de ese punto de paso con más de 15 tiendas de campaña para acoger a los evacuados. Pero por ahora están vacías.
Según las autoridades separatistas de Donetsk, más de 6.600 personas fueron evacuadas desde el viernes, mientras que sus homólogos de la “república” de Lugansk anunciaron la evacuación de 13.500 civiles.
En 2014, cuando comenzaron los combates con las fuerzas ucranianas, los separatistas ya habían procedido a una evacuación masiva de mujeres, niños y ancianos hacia Rusia, mientras que muchas localidades se encontraban bajo las bombas.
Según Moscú, más de 600.000 personas de las zonas secesionistas recibieron desde entonces un pasaporte ruso, lo que debería facilitar aún más las evacuaciones.
El sábado, las “repúblicas” de Donetsk y Lugansk también llamaron a la “movilización general” de los hombres de 18 a 55 años ante una posible “agresión” de Kiev.
Al menos dos muertos.
Al menos dos militares ucranianos fallecieron ayer sábado por heridas de metralla y otros cuatro resultaron heridos en el Donbás, en el este de Ucrania, a consecuencia de ataques de las fuerzas separatistas, según el centro de prensa de la Operación de las Fuerzas Conjuntas de Ucrania.
Ayer de mañana los militares ucranianos habían informado ya de la primera baja a consecuencia de los ataques de los separatistas prorrusos del Donbás. Los ataques con armamento pesado en el Donbás continuaban por tercera jornada consecutiva.
Estas serían las primeras bajas militares en más de un mes, en un conflicto que desde su inicio dejó más de 14.000 muertos. Ambos bandos se acusan de apuntar contra núcleos de población a ambos lados de la línea de separación de fuerzas y de utilizar armas prohibidas por los Acuerdos de paz de Minsk.
Conferencia en Múnich.
La amenaza rusa en Ucrania se planeó como una sombra permanente sobre la Conferencia de Seguridad que tuvo lugar ayer en Múnich (Alemania) y la mayor parte de los participantes se han centrado en el peligro que este conflicto representa para Europa y el resto del mundo.
La Conferencia de Seguridad es un foro informal en el que se suelen abordar con gran transparencia diversos conflictos y en donde también suele haber posiciones encontradas. En esta ocasión, sin embargo, las diferencias han sido cuestión de matices en lo que a Ucrania se refiere, lo que en parte se explica por la ausencia de representantes rusos.
El ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, asistió ininterrumpidamente durante 12 años -incluso en plena crisis de Crimea- pero ahora está ausente de esta reunión.
El jefe de la OTAN Jens Stoltenberg reafirmó el compromiso “indefectible” de los miembros de la Alianza Atlántica de protegerse mutuamente, y aseguró a Rusia que solo tendrá “más OTAN” si busca tener “menos OTAN”.
“Moscú intenta hacer retroceder la historia y recrear su esfera de influencia”, acusó Stoltenberg en su discurso.
Por su parte, el presidente ucraniano, Volodomir Zelenski, urgió a las potencias occidentales a defender sin restricciones su país ante una posible invasión de Rusia e instó a abandonar la estrategia del “apaciguamiento” de Rusia.
“Todo el mundo debe comprender que no son contribuciones de caridad lo que Ucrania pide. Es su contribución a la seguridad de Europa y del mundo, donde Ucrania ha sido el escudo durante ocho años”, agregó Zelenski. El mandatario se refería al estallido del conflicto con los separatistas prorrusos del este del país y a la anexión por Rusia de la península de Crimea en 2014.
En su intervención en Múnich, Zelenski pidió establecer un calendario “claro y factible” para la adhesión de Ucrania a la OTAN. Esa adhesión representaría una línea roja para Rusia, que reclama precisamente garantías de que la OTAN nunca admitirá a Ucrania y de que no se reforzará en su flanco oriental.
El primer ministro británico, Boris Johnson, el canciller alemán, Olaf Scholz, la vicepresidenta de EE.UU. Kamala Harris, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen, han insistido en que la situación es peligrosa y la comunidad internacional está preparada para reaccionar.
El presidente estadounidense, Joe Biden, dijo que la multiplicación de incidentes en el este de Ucrania busca crear una “falsa justificación” para lanzar su ataque los días venideros.
Putin restó importancia a las amenazas de represalias económicas. “Las sanciones serán introducidas pase lo que pase. Haya una razón o no, encontrarán una porque su objetivo es frenar el desarrollo de Rusia”, declaró el presidente ruso. (Con información de EFE y AFP)
Una nueva apuesta por la vía diplomática
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, hablará hoy domingo con su homólogo ruso Vladímir, en una nueva apuesta para evitar que la situación degenere. “Todos tienen claro que los acuerdos de Minsk son la única vía posible para solucionar el conflicto”, dijeron fuentes del Elíseo sobre ese pacto firmado en febrero de 2015 por Putin y el entonces presidente ucraniano, Petró Poroshenko.
Las mismas fuentes alertaron que una confrontación cambiaría la realidad geoestratégica en Europa. EFE