EFE y AFP
Hamás desestimó las negociaciones de Doha para un alto el fuego en Gaza, asegurando que lo que ha podido conocer sobre ellas "no incluye un compromiso con lo pactado el 2 de julio", como demanda, mientras que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, reprochó que son los islamistas quienes mantienen "la negativa a llegar a un acuerdo".
Poco después de anunciarse el final del encuentro en la capital catarí, que reunió durante dos días a la delegación israelí con los mediadores —Estados Unidos, Egipto y Catar—, Hamás emitió un breve comunicado reivindicando una vez más aplicar la propuesta original de alto el fuego, sin las demandas posteriores que le achaca al Estado hebreo.
La organización terrorista palestina, que gobierna de facto en Gaza desde 2007, no envió una delegación a Doha precisamente para reclamar la implementación de lo acordado con anterioridad "en lugar de proseguir con nuevas rondas de negociaciones".
Netanyahu, agradeció por su parte "los esfuerzos de Estados Unidos y los mediadores para disuadir a Hamás de su negativa a llegar a un acuerdo de liberación de rehenes", según recogió un comunicado de su oficina.
Los mediadores anunciaron este viernes el fin de unas negociaciones "constructivas" en Doha, y afirmaron que continuarán en El Cairo la conversación sobre una propuesta estadounidense "que cierra las brechas" entre Israel y Hamás.
En el comunicado conjunto aseguraron que Estados Unidos ha puesto sobre la mesa una propuesta "que reduce las brechas" entre Israel y Hamás, y que "es coherente con los principios de la propuesta del presidente estadounidense, Joe Biden".
Un alto funcionario israelí aseguró a la televisión Canal 13 que se han hecho "progresos" en las conversaciones, si bien aún existen brechas en lo que respecta a la gestión del corredor de Netzarim —con el que a raíz de la guerra Israel separa el norte del sur de Gaza— y el de Filadelfia —la frontera entre Gaza y Egipto.
Estos son precisamente los dos puntos en los que Hamás e Israel chocan en las últimas semanas, achacando los islamistas a los hebreos que atribuirse el control de ambos corredores son demandas posteriores a la propuesta original.
Hamás carga contra Israel por estas exigencias desde finales de julio, cuando en una reunión con los mediadores en Roma la delegación enviada por Benjamín Netanyahu demandó un mecanismo para controlar el retorno de los gazatíes al norte de la Franja —para evitar la entrada de milicianos—, así como el control del corredor de Filadelfia y el cruce de Rafah para evitar el contrabando de armas desde Egipto.
"La carta del 27 de julio no introduce nuevos términos. Por el contrario, incluye aclaraciones esenciales", aseguró Netanyahu el martes.
De hecho, el comunicado emitido esta tarde por la oficina del primer ministro dice esperar que la presión de los mediadores "lleve a Hamás a aceptar los principios del 27 de mayo", en referencia también a la propuesta original estadounidense.
En este sentido, ambas partes reivindican ser las defensoras de la propuesta original y señalan a la otra como la autora de enmiendas posteriores.
Mientras las negociaciones avanzan hacia una nueva fase en El Cairo para tratar estas brechas, la guerra continúa en Gaza, donde los palestinos que han perdido la vida rebasaron ayer los 40.000, de los cuales la mayoría son mujeres y niños, según los datos del Ministerio de Sanidad de la Franja.
El Ejército israelí aseguró que desde octubre ha matado a más de 17.000 milicianos palestinos.