FÁRMACO
La empresa explicó que quería evitar negociar el precio del Remdesivir país por país y asegura que lo fijó teniendo en cuenta la situación de los países desarrollados con menos capacidad adquisitiva.
¿Cuánto cuesta un tratamiento contra el COVID-19? El laboratorio Gilead, fabricante del antiviral Remdesivir, el primer fármaco que demostró su eficacia contra el nuevo coronavirus, le puso un precio mínimo, que irá creciendo en función del tratamiento que requiera el paciente.
Gilead Sciences Inc fijó ayer lunes el precio de su antiviral en 2.340 dólares por paciente para los países más ricos y acordó enviar casi todo su suministro a Estados Unidos durante los próximos tres meses. El costo es para el tratamiento corto; el precio de las terapias más largas podría llegar a los 5.700 dólares.
La cifra mínima está ligeramente por debajo del rango de 2.520 a 2.800 dólares sugerido la semana pasada por el grupo de investigación de precios de medicamentos de Estados Unidos, el Instituto para la Revisión Clínica y Económica (ICER), después de que investigadores británicos dijeron que encontraron que la Dexametasona, un esteroide barato, redujo significativamente la mortalidad entre los pacientes gravemente enfermos de COVID-19.
El Remdesivir podría tener una gran demanda porque es uno de los únicos tratamientos que se ha demostrado que altera el curso del COVID-19, después de que el medicamento administrado por vía intravenosa ayudó a acortar el tiempo de recuperación en hospital en una prueba clínica y obtuvo autorización de uso de emergencia en Estados Unidos y la plena aprobación en Japón.
En Europa, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) recomendó autorizar el medicamento en adultos y adolescentes de más de 12 años con neumonía.
En Estados Unidos, desde que en mayo se aprobó de emergencia el uso de Remdesivir, los hospitales han estado usando dosis donadas por Gilead, que a partir de julio comenzará a cobrar.
Para Estados Unidos, Gilead ha decidido fijar el mismo precio de 390 dólares por vial para los programas de sanidad pública como Medicare, mientras que para los privados será de 520 dólares, lo que supone un precio de 3.120 para el tratamiento más habitual, que consta de seis dosis, y de 5.720 dólares para el más largo, mucho menos común.
El precio superior para los programas privados se debe a que habitualmente en Estados Unidos los programas públicos reciben descuentos en los medicamentos con respecto al precio del mercado.
En una carta abierta, el presidente ejecutivo de Gilead, Daniel O’Day, dijo que el precio está muy por debajo del valor que proporciona, dado que las altas tempranas de los hospitales podrían ahorrar alrededor de 12.000 dólares por paciente en Estados Unidos.
Defensores de los pacientes como Public Citizen argumentan que el costo debería ser menor ya que Remdesivir fue desarrollado con el apoyo financiero del gobierno de Estados Unidos.
Peter Maybarduk, director del programa de acceso a medicamentos de Public Citizen, calificó el precio como “una muestra ofensiva de arrogancia y desprecio por el público”. Aunque el medicamento redujo modestamente las estancias en el hospital, no se ha demostrado que reduzca las muertes en los pacientes de COVID-19.
Gilead acordó enviar su suministro de Remdesivir al Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) de Estados Unidos.
¿Y el resto del mundo? En el caso de los países en vías de desarrollo, Gilead indicó que ha alcanzado varios acuerdos con productores de medicamentos genéricos para poder ofrecer el tratamiento a un precio más reducido y facilitar acceso a él en todo el mundo.
El Remdesivir empezó a desarrollarse en 2009 y se puso a prueba con pacientes del ébola.
En China comienzan a vacunar al ejército
El ejército chino autorizó el uso en sus filas de una vacuna contra el nuevo coronavirus, creada por un instituto de investigación militar y una compañía farmacéutica. Se trata de la vacuna de la compañía china CanSinoBIO, que colabora con la Academia Militar de Ciencias Médicas. La Comisión Militar Central, de la que depende el ejército chino, dio su visto bueno el 25 de junio.