EFE, AFP
El Tribunal del Distrito de Jerusalén aplazó las comparecencias semanales del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, hasta el 6 de enero, a petición de su abogado, debido a una operación para extirparle la próstata por una infección, que estaba programada para ayer domingo.
“Se espera que la audiencia se reanude la próxima semana, el lunes 6 de enero”, detalló el tribunal, que le deseó una pronta recuperación.
El abogado de Netanyahu, Amit Hadad, pidió aplazar las audiencias del juicio por corrupción contra su cliente previstas para esta semana, argumentando que el primer ministro deberá permanecer hospitalizado “varios días” tras la intervención, para la que requiere anestesia general.
Netanyahu está acusado desde 2019 de fraude, cohecho y abuso de confianza en tres casos de corrupción que se están juzgando de manera conjunta desde 2020, en un largo proceso en el que el primer ministro comenzó a declarar este mes después de varias demoras por la guerra.
Netanyahu ofreció su primer testimonio el pasado 10 de diciembre y ha testificado seis veces hasta ahora ante el tribunal de distrito de Tel Aviv, a donde se trasladaron las vistas porque cuenta con bunker.
Su Oficina informó el pasado sábado que Netanyahu sería sometido ayer a una cirugía para extirparle la próstata tras un chequeo médico el miércoles en el hospital Hadassah de Jerusalén, donde le diagnosticaron una “infección del tracto urinario resultado de un agrandamiento benigno de la próstata”.
Desde entonces, el primer ministro, de 75 años, ha recibido tratamiento con antibióticos que ha curado la infección. Netanyahu ya fue sometido el pasado 31 de marzo a una cirugía para extirparle una hernia, para la que requirió anestesia general y de la que se recuperó en un par de días. También requirió una operación en julio de 2023 para que le implantaran un marcapasos, tras detectar un problema de corazón en un chequeo médico cuando fue ingresado por sufrir un desvanecimiento en un recorrido por el mar de Galilea.
Salud de liberados
En otro orden de temas, siempre sobre Israel, el ministerio de Salud de ese país entregó a la Organización de Naciones Unidas (ONU) un informe sobre las condiciones médicas de los cautivos del grupo terrorista palestino Hamás ya liberados, en el que describe que fueron sometidos a torturas, abuso físico y psicológico.
“El informe que estamos presentando a la ONU es un testimonio desgarrador de las experiencias brutales sufridas por los rehenes en cautiverio por Hamas: violencia cruel, abuso psicológico, tormento físico y actos que desafían la comprensión”, señaló el ministro de Salud, Uriel Busso, a través de un comunicado.
El informe recoge el testimonio de 105 cautivos, que fueron liberados en noviembre de 2023, tras la única tregua entre el Gobierno de Israel y Hamás, desde el comienzo de la guerra en la Franja de Gaza el 7 de octubre de ese año, y de otros doce, cuatro liberados por la milicia gazatí y ocho rescatados por el Ejército israelí con vida.
Los rehenes que retornaron a Israel, detalla el documento, denunciaron que sus captores les negaron agua, comida, anestesia, asistencia médica a quienes resultaron heridos, y presentaron al volver síntomas de malnutrición y deficiencia de vitamina D, por pasar semanas en túneles subterráneos.
Además, niños, jóvenes y adultos, aseguraron que fueron quemados, golpeados y humillados.