LUCHA CONTRA LA PANDEMIA
Estados Unidos asegura tener pruebas de que China creó el nuevo coronavirus en un laboratorio. “Los mejores expertos parecen creer que fue hecho por el hombre", dijo el secretario de Estado
Donald Trump está “muy convencido” de que Estados Unidos tendrá una vacuna contra la COVID-19 para fin de año. “Estamos muy convencidos de que tendremos una vacuna para finales de este año”, dijo Trump durante un encuentro virtual con votantes, emitido anoche por la cadena Fox News desde el Lincoln Memorial en Washington.
Trump agregó que también espera la reapertura de las escuelas y universidades en septiembre. “Quiero que regresen”, aseveró.
Hasta ahora, los asesores del Gobierno de Estados Unidos habían manejado enero de 2021 como la fecha más temprana en la que podrían tener disponible una vacuna.
Trump reconoció que “los médicos preferirían que no dijera” que él la espera para antes. “Pero yo diré lo que pienso: creo que vamos a tener una vacuna más pronto que tarde”, agregó, y mención que tuvo conversaciones con “jefes de empresas” implicadas en el desarrollo de la vacuna.
Preguntado por si quiere tener la vacuna antes que cualquier otro país, Trump respondió: “No me importa, solo quiero conseguir una vacuna que funcione. Si otro la consigue antes, me quitaré el sombrero”.
“Vamos mucho más rápido que ninguna vacuna en la historia”, subrayó.
Más muertes
El mandatario elevó su predicción del número de muertes que dejará el coronavirus en Estados Unidos.
“Antes decía que serían 65.000, ahora digo 80 o 90.000”, subrayó Trump, cuya proyección supera la actualizada la semana pasada por la Universidad de Washington, de 72.400 fallecimientos.
Trump reconoció que quizá 90.000 muertes no puede “llamarse un éxito”, pero alegó que es preferible al “millón o dos millones que habría habido” sin medidas de restricción del movimiento y si no hubiera vetado los viajes desde China.
El presidente también rechazó las informaciones de prensa de que él ignoró varias advertencias de las agencias de inteligencia sobre la gravedad del coronavirus en enero y febrero. Dijo que, hoy lunes, las agencias de inteligencia respaldarán públicamente su versión de que no fue hasta el 23 de enero cuando le dijeron “que vendría un virus pero que no iba a tener un impacto real”.
Pruebas contra China
Ayer domingo, el secretario de Estado, Mike Pompeo, dijo que hay “una cantidad significativa de evidencia” de que el nuevo coronavirus salió desde un laboratorio chino.
“Hay una cantidad significativa de evidencia de que esto vino desde ese laboratorio en Wuhan”, dijo Pompeo al programa This Week de ABC.
El virus que surgió a fines de 2019 en China ha matado a unas 240.000 personas en todo el mundo.
Pompeo contradijo por un momento un comunicado emitido la semana pasada por los servicios de inteligencia de Estados Unidos sobre que el virus no parece ser hecho por el hombre ni haber sido modificado genéticamente.
“Los mejores expertos hasta ahora parecen creer que fue hecho por el hombre. No tengo razón para desconfiar de eso en este punto”, dijo Pompeo.
Cuando el entrevistador le apuntó que esa no era la conclusión de las agencias de inteligencia, Pompeo se retractó y dijo “he visto lo que ha dicho la comunidad de inteligencia. No tengo motivos para creer que ellos están equivocados”.
El jueves la Oficina del Director de Inteligencia Nacional dijo que concuerda con el “amplio consenso científico” de que la enfermedad no fue elaborada por el hombre.
Remdesivir disponible para exportación
El director del laboratorio Gilead afirmó ayer domingo que Estados Unidos no impedirá las exportaciones del antiviral experimental Remdesivir que, según un importante estudio clínico, acorta varios días el restablecimiento de los pacientes más afectados por la COVID-19.
“Creo que estamos de acuerdo con el gobierno estadounidense para tratar tanto a los pacientes de aquí en Estados Unidos” como a los de “los demás países”, declaró Daniel O’Day al canal CBS. “¿Tienen derecho a exportarlo?”, le preguntó una periodista. “Sí”, contestó O’Day. “Hemos exportado miles de dosis para ensayos clínicos y para un uso compasivo”, añadió, refiriéndose a los programas especiales que emplean medicamentos aún no autorizados.
La agencia que regula los medicamentos y los alimentos en Estados Unidos, la FDA, concedió el viernes una autorización urgente de uso del Remdesivir. Esa decisión permite que los hospitales usen el tratamiento con los enfermos más graves de COVID-19 sin necesidad de un ensayo clínico.
O’Day estaba junto con el presidente Donald Trump, en el Despacho Oval de la Casa Blanca, cuando se anunció la aprobación de la FDA y la donación de 1,5 millones de dosis por parte de Gilead. Esas dosis permitirán tratar entre 100.000 y 200.000 pacientes, según la duración del tratamiento (entre cinco y 10 días).
“Hemos entregado (al gobierno) todas las reservas de las que disponíamos en nuestra cadena de suministros”, dijo. El Remdesivir es el primer tratamiento que demuestra su eficacia contra el coronavirus.
La nueva estrategia de Europa hacia China
El alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell reconoce que “hemos sido un poco ingenuos en el pasado” con China, pero asegura que ahora la perspectiva de los europeos ha cambiado y es “más realista”. En una entrevista publicada ayer domingo por el periódico francés Le Journal du Dimanche, Borrell explica que hay una estrategia europea hacia China desde marzo de 2019 y “nuestro enfoque se ha hecho más realista”. Ese enfoque -señala- parte de la constatación de que “China es un socio estratégico con el que la UE tiene objetivos parcialmente convergentes” y con el que “debe encontrar un equilibrio de intereses”. También es “un rival sistémico que pretende promover un modelo alternativo de gobenanza”.