AFP, EFE
Reforzado por una convención de investidura que le dio el apoyo completo del Partido Republicano, Donald Trump retomó confiado ayer sábado su campaña para las elecciones de noviembre, y el día previo mantuvo una comunicación con el presidente de Ucrania, Volodomir Zelenski, sobre el “fin de la guerra” en ese país.

Exactamente una semana después de escapar a un intento de asesinato a tiros durante un evento en Pensilvania, Trump tenía agendado un acto político ayer en Grand Rapids, Michigan (noreste).

Acompañado por J.D. Vance, el senador que eligió como compañero de fórmula, se enfocó en conquistar a un público cautivo en ese estado que ganó en 2016 y perdió en la presidencial de 2020. Todas las miradas estuvieron puestas en el dispositivo de seguridad, en medio de numerosos interrogantes sobre las fallas del último acto.

Estos movimientos activos del líder republicano contrastan con el presidente Joe Biden, que se encuentra recuperando del covid-19, además de seguir recibiendo presiones para que renuncie a su candidatura presidencial.

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Trump dijo que el viernes habló telefónicametne con el presidente Zelenski y prometió que si gana las elecciones habrá una “negociación” entre Ucrania y Rusia para el “fin de la guerra”.

En su cuenta de Truth Media, Trump describió la llamada como “muy buena” y aseguró que Zelenski lo felicitó por su reciente nominación como candidato republicano, que condenó el intento de asesinato que sufrió y que destacó el “espíritu de unidad” de los estadounidenses.

“Aprecio que el presidente Zelenski se comunique (conmigo) porque yo, como próximo presidente de Estados Unidos, traeré paz al mundo y pondré fin a la guerra que ha costado tantas vidas y devastado a incontables familias inocentes”, dijo Trump sobre la guerra en Ucrania.

Por su parte, Zelenski dijo ante medios de comunicación que si alguien es capaz de ponerle fin a esta guerra, “hay que preguntarse cuál es el costo”.

En su cuenta de X, Zelenski también indicó que en la llamada con Trump señaló el apoyo “vital” de ambos partidos y ambas cámaras legislativas en Estados Unidos, y expresó su agradecimiento por la ayuda del país destinadas a mejorar sus capacidades para “resistir el terrorismo ruso”.

“Hemos acordado con el presidente Trump tratar en una reunión personal qué pasos pueden llevar a una paz justa y verdaderamente duradera”, agregó el presidente ucraniano.

La oposición de Trump a la ayuda militar a Ucrania ha suscitado dudas sobre el apoyo estadounidense a Kiev en el caso de que el expresidente gane un segundo mandato. Con ese mar de fondo, Trump le dijo a Zelenski que no debe creer que una victoria suya “beneficiaría a Rusia”, según reportó el portavoz ucraniano, Serguí Nikifórov. “Trump dijo una cosa interesante: instó a no creer en las informaciones de que su victoria podría ser beneficiosa para Rusia. Calificó esta tesis de información falsa e instó a no creerla”, dijo Nikifórov en la televisión ucraniana.

En su discurso en la CNR, Trump también prometió, además de poner fin a la guerra entre Rusia y Ucrania, hacer lo mismo con la de Israel y el grupo palestino terrorista Hamás, y se jactó de que “ninguna de las dos habría ocurrido” si él fuera presidente.

Zelenski dijo el jueves en una entrevista con la BBC que tratar con una administración Trump sería “un trabajo duro, pero nosotros somos trabajadores duros”.

Por su parte, el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, adelantó esta semana que su país está dispuesto a trabajar con un eventual Gobierno estadounidense de Trump siempre que exista “un diálogo equitativo y mutuamente respetuoso”.

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