Apple, Google, Facebook y Microsoft encabezan la defensa de inmigrantes.
En medio de una dura batalla judicial, con las grandes empresa tecnológicas en contra y descontento popular a lo largo y ancho de Estados Unidos, Donald Trump sigue de lomo duro y ayer lunes prometió "programas fuertes" de control migratorio. De visita en Florida al comando militar encargado del Medio Oriente y la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico, el presidente prometió vencer el "terrorismo islámico radical" y no permitir "que eche raíces en nuestro país".
La ofensiva de Trump es en defensa de su decreto del 27 de enero, que prohibió por 90 días el ingreso a Estados Unidos de ciudadanos de Irán, Irak, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen, y suspendió la llegada de refugiados. La medida rápidamente provocó protestas en varias ciudades de Estados Unidos y el exterior, y sus críticos advierten que la prohibición podría perjudicar la cooperación antiterrorista, al promover la propaganda del Estado Islámico.
Pero el viernes un juez federal de Seattle dejó en suspenso la implementación del decreto, una decisión mantenida el sábado por el tribunal federal de apelaciones de San Francisco y que abre una batalla legal para el joven gobierno.
Encuestas.
El presidente también parece enfrentar una opinión pública adversa: dos nuevos sondeos revelaron que una leve mayoría de los estadounidenses se opone a la prohibición migratoria.
Pero Trump desestimó de plano esas encuestas: "Todos los sondeos negativos son noticias falsas, tal como los sondeos electorales de CNN, ABC y NBC", dijo en Twitter ayer lunes. "Lo siento, la gente quiere seguridad fronteriza y chequeos rigurosos", añadió.
La mayoría de la opinión pública estadounidense se opone al decreto de Trump: el 53% según un sondeo de CNN, y 51% según CBS.
Tecnológicas.
Casi un centenar de empresas tecnológicas presentaron demandas ante la justicia contra el decreto antiinmigratorio de Trump.
Gigantes de Silicon Valley como Apple, Facebook, Google, Microsoft y Twitter presentaron un documento legal ante un tribunal federal de apelaciones en San Francisco contra el decreto de Trump.
El texto suscrito por 97 representantes de la industria tecnológica, que contrata a miles de inmigrantes, denuncia que la orden presidencial "inflige un daño significativo a los negocios estadounidenses, a la innovación y al crecimiento".
Ese documento respalda la demanda en curso contra el decreto, cuya aplicación fue suspendida el sábado.
Las compañías argumentan que la orden presidencial perjudica el reclutamiento y el mantenimiento de personal talentoso, amenaza las operaciones del negocio e impide a las empresas atraer inversiones a Estados Unidos.
Demócratas.
En paralelo, un grupo de figuras del Partido Demócrata, entre ellas los exsecretarios de Estado John Kerry y Madeleine Albright, pidieron ayer lunes a la corte federal de apelaciones que mantenga la suspensión de la prohibición migratoria. Los demócratas argumentaron que el decreto presidencial "fue mal concebido, mal implementado y mal explicado". Entre las personalidades demócratas que firmaron el texto constan varios funcionarios del gobierno de Barack Obama, la exsecretaria de Seguridad Nacional Susan Rice, la exsecretaria de Seguridad Interior Janet Napolitano y el exjefe de la CIA Leon Panetta.
"Restablecer la orden ejecutiva causaría estragos en la vida de inocentes y en los valores estadounidense", agrega el texto.
Los demócratas advirtieron que la orden presidencial podría poner en peligro a soldados estadounidenses en el terreno y desorganizar la cooperación antiterrorista, al promover la propaganda del grupo yihadista Estado Islámico.
Pero Trump sigue mostrándose duro. Ayer volvió a prometer una victoria militar sobre las fuerzas de "la muerte y la destrucción" y sobre el "terrorismo islámico radical", en un discurso dirigido a las Fuerzas Armadas. "Hoy enviamos un mensaje en una sola voz a las fuerzas de la muerte y la destrucción: Estados Unidos y sus aliados los van derrotar. (...) Derrotaremos el terrorismo islámico radical y no permitiremos que eche raíces en nuestro país", expresó.
En su agresivo discurso a los militares, Trump dijo que Estados Unidos enfrenta "un enemigo que celebra la muerte y venera la destrucción". Para Trump, el Estado Islámico "está en una campaña de genocidio, cometiendo atrocidades en todo el mundo. Terroristas islámicos radicales están determinados a atacar a nuestro país". De acuerdo con el mandatario, "ningún enemigo tiene chances contra nuestras fuerzas. Ni siquiera una chance. Y continuará siendo de esa forma".
Trump formuló estas declaraciones en la base aérea MacDill, en Florida, centro neurálgico y sede del comando militar para Medio Oriente y cuartel general de las fuerzas especiales. En base a agencias
Heroína con los rostros de Trump y "el Chapo".
La Policía del condado de Hernando, en la costa oeste de Florida, interceptó un cargamento de 5.500 sobres plásticos con heroína que llevaban dibujados los rostros de Donald Trump y de Joaquín "el Chapo" Guzmán. El operativo del decomiso se produjo a raíz de una investigación de las autoridades sobre la venta de heroína en el citado condado que duró entre seis y ocho meses, dijo ayer el canal local WFLA. En las imágenes del alijo se aprecia el rostro de Trump dibujado en varios de los paquetes decomisados. Como resultado del operativo policial fue arrestado y acusado del delito de tráfico de estupefacientes Kelvin Scot Johnson. El alguacil Al Nienhuis indicó que Johnson viajó a una ciudad del citado condado en la costa noroeste de Florida, compró la heroína y luego la envió a la zona de la bahía de Tampa, en concreto a la localidad de Spring Hill, para su distribución. EFE
Fuerte oposición a la visita a Reino Unido.
El presidente de la Cámara de los Comunes británica, John Bercow, expresó ayer lunes su "fuerte oposición" a que Donald Trump pronuncie un discurso ante las cámaras en una futura visita de Estado al Reino Unido. "Me opongo firmemente a que el presidente Trump pronuncie un discurso en Westminster Hall", dijo Bercow, que justificó su punto de vista por el veto impuesto por el mandatario estadounidense a los inmigrantes de siete países de mayoría musulmana.
"Creo firmemente que nuestra oposición al racismo y al sexismo, así como nuestro apoyo a la igualdad ante la ley y la independencia judicial, son asuntos extremadamente importantes para la Cámara los Comunes", señaló.
La primera ministra británica, Theresa May, invitó a Trump a una visita de Estado al Reino Unido cuando ambos se reunieron recientemente en Washington.
Bercow recibió el aplauso de la bancada laborista tras afirmar que la invitación a un líder extranjero a dirigirse a las cámaras británicas "no es un derecho automático, sino un honor que debe ganarse".
El 20 de febrero, el Parlamento debatirá si se debe recibir a Trump en el Reino Unido, después de que más de 1,6 millones de personas se hayan opuesto a la visita del magnate en una petición a través de internet. Los diputados considerarán también una petición en sentido contrario, que ha recabado las 100.000 firmas necesarias para que sea estudiada.
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