Trump tajante en la frontera con México: "Sin muro habrá caos"

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Trump dijo que en el próximo se sabrá si puede llegar a entenderse con su homólogo mexicano. Foto. Reuters

RELEVO Y MURO

El presidente visitó los prototipos de lo que definió “la primera línea de defensa” de EE.UU.

Trump dijo que en el próximo se sabrá si puede llegar a entenderse con su homólogo mexicano. Foto. Reuters
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Donald Trump pisó ayer martes territorio hostil dentro de su propio país, pero se sintió a sus anchas. El estado de California es feudo demócrata, y su visita a San Diego para inspeccionar los prototipos del muro que quiere construir en la frontera con México bien puede tomarse como un acto de provocación para sus opositores.

Y lo hizo el mismo día en que cesó al secretario de Estado, Rex Tillerson, y puso en su lugar a un "halcón" como el director de la CIA, Mike Pompeo, que promete mano dura con los inmigrantes ilegales.

Trump no dijo cuál de los modelos le gustaba, pero insistió en su discurso de la campaña electoral: habrá "un caos" si no se construye el muro. "Para la gente que dice no al muro, si no tienes muros aquí, ni siquiera tendrás un país", dijo.

El presidente insistió en que las fuerzas de seguridad deberán ser capaces de ver a través de la estructura para poder controlar a los cárteles criminales que podrían estar "a medio metro de distancia", del lado mexicano. "Sin un muro, habría caos, me imagino", insistió.

La primera visita como presidente a California, bastión demócrata, se produce en un momento de alta tensión entre su gobierno republicano y el estado más populoso del país, especialmente en asuntos migratorios, medioambiente y control de armas.

Trump inspeccionó ocho modelos a escala real —de nueve metros de altura—, hechos de concreto y acero, erigidos uno al lado del otro en Otay Mesa, al sur de San Diego y junto a la frontera con Tijuana, México. Cada prototipo cuesta más de 300.000 dólares y, según algunas estimaciones, el muro completo podría costar 20.000 millones.

Trump analizó los beneficios de los diferentes prototipos con funcionarios fronterizos, su jefe de gabinete John Kelly y la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen. "El muro fronterizo es nuestra primera línea de defensa", sostuvo.

Pero nada indica que esta barrera que espera levantar a lo largo de los 3.000 kilómetros de frontera con México —una de sus principales promesas de campaña— esté cerca de ser construida.

Más de un año después de su llegada al poder, el Congreso no ha desbloqueado aún ni un dólar para la construcción de este muro. Varios demócratas rechazan esta iniciativa que consideran el triste símbolo de un país que le da la espalda a su historia, cerrando la puerta a los inmigrantes. En el Congreso, las conversaciones sobre inmigración se encuentran suspendidas.

Ayer martes el presidente se reunió con militares en la base aérea de Miramar, y cerró su visita con un evento de recaudación de fondos en Beverly Hills para su campaña de reelección en 2020. Un funcionario republicano dijo que recaudarían 5 millones de dólares entre 90 personas.

Trump aseguró que hay "dos o tres" de los modelos del muro que "realmente funcionan".

La visita de Trump a California, donde apenas consiguió poco más de 30% de votos durante la elección presidencial, estuvo marcada por protestas.

Antes de su llegada, decenas de personas se reunieron para una manifestación pro-Trump del lado estadounidense de la frontera cerca de los prototipos, mientras que un número similar de detractores llegó al puesto fronterizo de San Ysidro.

El gobernador demócrata de California, Jerry Brown, le envió el lunes una carta abierta al presidente sin ambigüedades. Le recordó que California representa la sexta economía del mundo, y destacó que la prosperidad de su estado no había sido construida en base al "aislamiento, todo lo contrario": gracias al recibimiento de "inmigrantes e innovadores venidos de los cuatro rincones del planeta". "En California, estamos más aferrados a los puentes que a los muros", le escribió.

La semana pasada, el conflicto entre California y Trump se profundizó cuando el Departamento de Justicia demandó al estado por obstruir la aplicación de la ley federal al ofrecer a los inmigrantes indocumentados un santuario para eludir arrestos y deportaciones.

"La política de California sobre los santuarios es ilegal, anticonstitucional y pone en peligro a todo el país", tuiteó Trump desde el Air Force One. "ESTO DEBE TERMINAR", agregó.

Un año de renuncias y despidos

Rex Tillerson se sumó ayer martes a la larga lista de integrantes del gobierno de Donald Trump que dejaron sus cargos desde el 20 de enero de 2017. Aquí los principales.

En su caso, Tillerson no aclaró si se había enterado de su despido por el tuit en que el presidente anunció que sería reemplazado por el jefe de la CIA, Mike Pompeo.

Gary Cohn, el exejecutivo del banco de inversiones Goldman Sachs renunció como principal asesor económico de Trump el 6 de marzo en desacuerdo con la decisión del presidente de imponer nuevos aranceles a las importaciones de acero y aluminio.

Tom Price encabezó la promesa de Trump de derogar la reforma sanitaria aprobada en la era de Obama. Se vio obligado a renunciar el 20 de septiembre de 2017 cuando se supo que había hecho 26 viajes en 2017 en aviones privados, con un costo de 400.000 dólares para los contribuyentes.

Steve Bannon, "Príncipe de la Oscuridad" y "Presidente en las Sombra", como se le apodaba, renunció el 18 de agosto de 2017. Fue el ideólogo de la campaña electoral de Trump, a la que le dio un fuerte viraje populista y nacionalista.

Reince Priebus, ex jefe del Comité Nacional Republicano, fue el primer jefe de gabinete de Trump. Pero nunca logró disciplinar al presidente ni a sus colaboradores. Dejó el cargo el 31 de julio de 2017, cuando perdió el apoyo de Trump y fue sustituido por el general retirado John Kelly.

Michael Flynn llegó a la Casa Blanca como consejero de Seguridad Nacional tras haber sido despedido por Barack Obama como jefe de Inteligencia de la Defensa. Junto a Trump duró solo 22 días. Fue echado el 13 de febrero de 2017 al verse comprometido por declaraciones falsas que hizo sobre sus contactos con funcionarios rusos.

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