Turquía elige presidente con la sociedad dividida

Podría ser el fin de dos décadas de Erdogan en el poder.

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 Recep Tayyip Erdogan
Recep Tayyip Erdogan.
Foto: AFP.

Unos 64 millones de turcos eligen hoy al jefe de Estado y a los 600 diputados del Parlamento. De esta manera se verá si deciden -o no- dar un radical giro político poniendo fin a dos décadas en el poder de Recep Tayyip Erdogan. La sociedad está dividida en partidarios y detractores del actual presidente.

Las encuestas prevén que Erdogan perderá en esta primera vuelta de las presidenciales frente a Kemal Kiliçdaroglu, el líder opositor al que respalda una heterogénea alianza de partidos, desde socialdemócratas a islamistas y nacionalistas, con divisiones ideológicas pero unidos contra el autoritarismo del presidente.

Los sondeos dan a Kiliçdaroglu una ventaja de entre tres y diez puntos, pero no está claro si logrará la mayoría absoluta que evitaría una segunda vuelta electoral en dos semanas. En las parlamentarias no se espera que ni el bloque del Gobierno ni la alianza opositora tenga mayoría, por lo que será clave el voto que reciba el partido progresista e izquierdista HDP.

“En la actualidad, el principal elemento de división se manifiesta entre los pro Erdogan y contra Erdogan”, señala el politólogo Güven Gürkan Öztan, en relación al principal elemento de polarización de la sociedad turca, más allá de cuestiones ideológicas, religiosas o étnicas.

Esa fractura lleva diez años profundizándose, desde las masivas protestas del año 2013 que unieron a diferentes grupos sociales y políticos, contra el ya entonces creciente autoritarismo de Erdogan, en aquel momento primer ministro.

“Las protestas de Gezi (por el parque de Estambul donde comenzaron) fueron una predicción de que Erdogan y el AKP (su partido) se volverían aún más autoritarios, y así ha sido”, señala Öztan.

Por eso, aunque dentro del bloque opositor hay partidos islamistas que comparten con Erdogan la idea de una islamización de la sociedad, o nacionalistas, que coinciden en su mano dura contra los kurdos, rechazan claramente el estilo autoritario del presidente y el modelo de “régimen de un sólo hombre” que ha impuesto.

Esa situación se manifiesta incluso en la preocupación de muchos turcos por la economía, con una lira muy devaluada y una fuerte inflación que se ha comido los ahorros de muchas familias.

Acusa a EE.UU.

Erdogan acusó ayer a su homólogo estadounidense, Joe Biden, de “haber dado la orden” de derrocarlo, y volvió a acusar a la oposición de plegarse a los intereses de Occidente y de atacar a Rusia.

“Biden dio la orden de derrocar a Erdogan, lo sé. Toda mi gente lo sabe”, aseguró Erdogan en uno de sus últimos mítines antes de las elecciones de hoy. En ese sentido, el jefe del Estado afirmó que las “papeletas de voto darán mañana una respuesta a Biden”.

Erdogan acusó también a su principal rival, el socialdemócrata Kemal Kiliçdaroglu, de atacar a Rusia, un socio económico y político de Turquía.

Pese a que el líder opositor ha asegurado que mantendrá esos lazos con Rusia si es elegido presidente, Erdogan le acusó de preparar sanciones contra Moscú. “¿Vas a hacerlo con las instrucciones que has recibido de Estados Unidos?”, preguntó el líder islamista en un encuentro con sus seguidores en Estambul.

Erdogan también acusó al bloque opositor, en el que hay también nacionalistas e islamistas, de estar infiltrado por la comunidad LGBT. “Creemos en la santidad de la familia. Si la familia se debilita, la nación será débil”, afirmó.

Estas elecciones en Turquía son las más decisivas de los últimos 20 años.

EFE

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